lunes, 18 de junio de 2007

El desequilibrio condena al Barça

Surrealista. Sorprendente hubiese sido que el Barça, con un balance nefasto (15 pérdidas por tan sólo 2 recuperaciones) ganara en el Palacio Vistalegre el primer partido de la final de la Liga ACB. Pero con una buena defensa y los puntos de Trias, Navarro y Vázquez tuvo opciones hasta el final. Pero se confundió en el último minuto y medio, en el que encajó dos triples de Hervelle y Tomas (once puntos en total), y sólo fue capaz de anotar una canasta y un tiro libre. El Real Madrid, con un Felipe Reyes genial (17 puntos y 11 rebotes), se adelanta en la serie (69-62), que continuará el martes en Madrid.

Sobrevivió el Barça durante muchos minutos a sus carencias gracias a los triples. Cuando más sufría. O cuando más acierto tenía en ataque. Cuando Navarro o Lakovic anotaban un lanzamiento de tres, el grupo de Joan Plaza seguía su obsesivo ritual: intentar otro lanzamiento desde 6'25. Fuese como fuese, con el jugador solo, rodeado de rivales o en posición irreal. Y, curiosamente, el Madrid sentenció el partido con dos triples. En su 22º y 23º intento. Hervelle, a 1 minuto y 8 segundos, y Tomas, a 40 segundos. Hasta entonces... ¡Sólo había anotado tres! Esa reacción final le bastó al actual campeón de la Copa ULEB, que comprobó cómo el conjunto azulgrana era incapaz de replicarle, ni tan siquiera con tiros libres (falló siete de sus 11 lanzamientos).

Reyes, genial

Casi todo el partido se sintetizó en la primera canasta: tiro fallado por Moiso, rebote ofensivo de Felipe Reyes, que anota la canasta. El pívot cordobés fue el gran líder del Real Madrid, la gran estrella del encuentro, con 17 puntos, y, sobre todo, con 11 rebotes capturados. Cogió ocho rechaces ofensivos, sólo dos menos que el Barça. La contundencia de Reyes empequeñeció los triples alocados de sus compañeros (especialmente de Bullock, con un lamentable 0 de 5). Ahí estaba, para recuperar la pelota o anotar. Para impedir que algún rival recuperara la pelota.

Reyes se exhibió en un encuentro que empezó con un tremendo acierto de los jugadores interiores de ambos equipos. Los titulares del grupo de Ivanovic (Vázquez y Marconato) anotaron, sin fallo, 11 de los 21 puntos en el primer período (18-21). Los aciertos de los exteriores eran esporádicos, como dos triples, uno de Basile, que le dio al Barça su primera ventaja (8-9, minuto 5), y otro de Navarro, que en el primer cuarto sólo lanzó dos veces. El escolta azulgrana se exprimió más en defensa, con cuatro rebotes. En el Madrid, además de Reyes, destacaba su compañero Hervelle. También Smith, que lograba canastas de pícaro, con palmeos.

La insistencia del conjunto blanco desde 6'25 tuvo premio.
Mumbrú, en el inicio del segundo cuarto, metió dos triples. Puso a su equipo por delante (24-23, minuto 13), que ya no perdería hasta el tercer período. Los dos equipos estaban imprecisos: pasos de De la Fuente, campo atrás de Navarro o cualquier acción de Bullock, que acabó el partido con un horroroso 1 de 8 en tiros de campo.

Al descanso se llegó con
38-33. Al Barça le costaba demasiado anotar, ni Navarro, ni Basile, ni nadie lograron meter dos canastas en juego en este período. Y era Trias quien aportaba más contundencia en defensa.

Navarro, intermitente

En la reanudación, el grupo de
Ivanovic pudo sentenciar a un rival que sólo pudo anotar ocho puntos. A un Madrid que tardó cuatro minutos en meter una canasta y con un Bullock que continuaba desquiciado. El escolta norteamericano se fue al banquillo tras cometer dos faltas personales. O tras dejárselas sacar por Navarro, intermitente, pero preciso. El Palacio de Vistalegre veía un juego irregular, con buenas acciones que acaban mal. Como los dos robos de Hervelle a Vázquez. El primero acabó con una pobre entrada de Raúl López; el segundo, lo falló el propio ala-pívot belga.

Con tres triples, dos de
Lakovic y uno de Navarro, el Barça logró su mejor renta del partido (42-46, minuto 28). Pero no tuvo continuidad. Ni carácter en la canasta rival, sólo capturó dos rebotes ofensivos en este período. Marconato no era ese jugador intimidador y eficaz de los playoff y Kakiouzis no disponía de minutos de calidad. Sólo tuvo tres segundos, en una decisión muy discutible de Ivanovic.

En el último cuarto, Navarro y Trias relanzaron al Barça. Sobre todo, el ala-pívot azulgrana, atento para palmear un mal tiro del MVP de la Liga y culminar una contra de Lakovic (58-59, minuto 37). Era el momento del Barça, pero no lo aprovechó. Su desequilibrio le condenó. Porque ahí estaba siempre Reyes, para convertir una piedra de Hervelle en canasta. También estaba Tomas, fundamental en los peores momentos de su equipo, en defensa y en ataque. Finalmente, los triples de Hervelle y Tomas sentenciaron la primera victoria de la serie para el Madrid, que seguirá el martes en Vistalegre.

1 comentario :

Anónimo dijo...

me gusta más el fútbol que el baloncesto, pero está crónica me ha emocionado. Gracias por todo y suerte.