miércoles, 5 de septiembre de 2007

Un líder con rol de secundario

Rudy Fernández entra a canasta tras superar a Kaspar Cipruss. -EFE

Parecía que la temporada anterior aún continuase. Tenía la misma velocidad que cuando fue nombrado mejor joven europeo. El mismo acierto que cuando lideraba al DKV Joventut en la ACB y en la Euroliga. Rudy Fernández (Palma de Mallorca, 1985) era, partido tras partido, el jugador más destacado en su camino al Europeo. Aunque su rol fuera bien distinto: era suplente de Juan Carlos Navarro. El sexto hombre, como en el Mundial de Japón.

Rudy
no es la estrella de España. Lo sabe. No puede competir con Pau Gasol (26 puntos y 9 rebotes). Lo asume. Pero es un jugador eléctrico, con buena mano, que presiona al límite y sabe jugársela en los momentos delicados. Es un gran revulsivo, más si cabe si Navarro está lesionado y sólo puede observar. Especialmente si el rival, Letonia, empieza tan bien como comenzó, anotando tres de sus primeros cuatro tiros de tres (11-16, minuto 6).


Nadie se preguntaba por qué el grupo de Karlis Muiznieks había ganado a Croacia el partido anterior. Alguno recordaba que en el Europeo de Belgrado de 2005 sólo cedieron tras una prórroga ante España. Y surgió Rudy, que logró dos triples en apenas 30 segundos y puso a la selección por primera vez por delante (17-16). El escolta internacional también participó, con cinco puntos, en el parcial de 11-3 con el que España casi rompió el partido (56-42, minuto 25). Y para impedir otra reacción visitante poco después. Apareció cuando se le necesitaba. Rudy acabó el partido (93-77) con 20 puntos y dos rebotes.

Calderón

Otro revulsivo de la selección es José Manuel Calderón. Su muñeca es precisa, genial. Al base extremeño le encanta jugarse las últimas posesiones. Le salió bien antes de llegar al descanso para dar una mínima ventaja a la selección con un triple (41-36). Y tampoco le funcionó mal casi al final del tercer cuarto -el marcador se quedó en un segundo- cuando hizo su entrada clásica (70-55) y aproximaba la segunda victoria.

Esa jugada fue posible tras un rebote en ambas canastas. Uno de Álex Mumbrú en la propia, y otro de Calderón en la ajena. España fue muy superior en los rechaces. Capturó 20 rebotes más que Letonia (37 por 17). Además de lanzar 18 tiros libres más (24 por 6). Pero el conjunto de Karlis Muiznieks se resistió y se puso a tan sólo diez puntos (80-70) a cuatro minutos del final.

Buenos tiradores

Letonia tiene buenos tiradores, jugadores capaces de jugar rápido cuando conviene y agotar las posesiones cuando es necesario. Su referencia es, sin duda, Andris Biedrins, el icono del deporte en su país. Un jugador NBA (Golden State Warriors) que ha hecho olvidar a su país la ausencia por sanción de Kaspars Kambala por consumir cocaína. Pero ante España, Biedrins no estuvo demasiado acertado (8/15 en tiros de dos). Por mucho que gran parte de sus canastas fueran espectaculares. Su rol lo asumió, y muy al final, su compañero Armands Skele (16 puntos y 7/9).

¿Y Pau Gasol? En su línea. Sabe dosificar sus energías. Siempre dice que se agota cuando es imprescindible, en los partidos más comprometidos. El pívot español no está obsesionado con anotar y cede el protagonismo a sus compañeros si el rival el débil. Pero ante Letonia tuvo que empeñarse a fondo, con reversos complicados, incluso con otro triple (lleva dos). También brilló Jorge Garbajosa, que anotó 12 puntos sólo 24 horas después de volver a la pista tras más de cinco meses de ausencia. "Letonia ha defendido muy bien, pero este partido no es la referencia. Mañana tendremos que trabajar duro para ganar a Croacia", concluyó Rudy. Un líder con rol de secundario.

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