jueves, 6 de marzo de 2008

Cabezas decide un partido en el que el Barça demuestra su inmadurez (62-61)

Marconato intenta capturar la pelota ante Kus -EFE.

Una acción al límite acabó decidiendo un partido de despropósitos. Una canasta a falta de dos décimas de Carlos Cabezas, que reaparecía tras su lesión en la Copa del Rey, castigó la candidez del Barça en Málaga (62-61). Xavi Pascual les dijo a sus jugadores que no le hicieran falta al hábil base de Unicaja, así que Alex Acker casi se frenó mientras el malagueño entraba a canasta, se echaba para atrás y tiraba con total comodidad.

Esa jugada, surrealista e inadmisible, sólo la pueden permitir equipos inmaduros como este Barça, que fue incapaz de lanzar tiros libres hasta a falta de 29 segundos para el final y que fue inferior en el rebote (37 por 29). Eso sí, aún sigue dependiendo de sí mismo para pasar a cuartos de final. Tiene el básket average a favor (ganó en la ida 64-62 en el debut de Pascual), pero necesitará ganar en Roma al Lottomatica y esperar que el CSKA de Moscú supere al grupo de Sergio Scariolo. Porque difícilmente (a no ser que cambie mucho en dos semanas) ganará en el Palau al conjunto ruso, que no concederá facilidades como Unicaja, un equipo irregular en la Liga ACB, pero muy efectivo en la máxima competición continental. En el Martín Carpena no pierde desde el 14 de diciembre de 2006 ante el Maccabi, acumula 17 partidos invicto.

Lakovic, suplente

Pepe Sánchez fue titular ante su ex equipo. Era una apuesta lógica: en los partidos anteriores Jaka Lakovic no había tenido una actuación de acorde con su calidad, perdía pelotas tan rápido como acumulaba triples fallados. Horas antes incluso había criticado a Dusko Ivanovic. Dijo el base esloveno que con el técnico montenegrino pensaba más en el fallo y que ahora se sentía más cómodo. Curioso, porque Lakovic ha perdido la libertad, ya no es un me-lo-tiro-todo. Pascual no tiene problemas en cambiarle por Sánchez, un jugador más discreto y cerebral.

El base argentino fue el único que ofreció cierto orden en un Barça demasiado previsible que basaba su ataque casi exclusivamente a tiros exteriores (5 de 20 en la primera parte). La pareja interior rival, dos torres como Daniel Santiago y Marcus Haislip, parecía un obstáculo insalvable para el irregular Mario Kasun y el encogido Fran Vázquez. Así tras el 0-4 inicial el Barça se pasó cinco minutos sin anotar. Haislip, con cinco puntos consecutivos (alley-hoop incluido), impulsó al Unicaja, muy superior en los rebotes.

Tiros exteriores

Tirar de lejos no le funcionó al Barça, que sólo pudo volver a anotar con un par de contraataques bien resueltos por Gianluca Basile e iniciados por Sánchez, que cuando se fue al banquillo en el minuto 8 había recuperado ya cuatro pelotas. Toda una demostración de su importancia en su equipo. La respuesta de su sustituto, Lakovic (16 puntos, con 2/9 en triples), fue consecuente: anotó un lanzamiento de tres y una canasta al límite de la posesión para cerrar el primer cuarto (11-15).

A falta de ideas medio definidas y un mínimo de acierto, el partido transcurría por rachas individuales. Así que Germán Gabriel, un pívot con un buen lanzamiento exterior, sumó siete puntos casi consecutivos. Le respondió Ersan Ilyasova, espléndido en defensa, con cinco. Ese particular desafío entre ambos acabó con un 22-20 a los 14'20''. Fue entonces cuando reapareció Carlos Cabezas, tras casi un mes de baja por lesión. Su entrada coincidió con un 0-6 del Barça, con cuatro puntos de Kasun.

Futuro icono

Respondió Davor Kus (15 puntos), que si Unicaja logra retener al final de la temporada está llamado a convertirse en un icono de este equipo. El tirador croata es un especialista en encadenar triples, en anotar al límite y aparecer en los últimos instantes. Esta vez Kus encadenó dos aciertos desde 6'25. Su acierto y la suficiencia de Santiago bajo los aros hicieron que Unicaja llegara al descanso con una mínima ventaja (34-32).

Jugó mejor el Barça en el inicio de la segunda parte, guiado por Sánchez y bien protegido con Ilyasova. El turco supo anular a Haislip, que sólo anotó siete puntos, tan sólo dos tras el descanso. El ala-pívot estadounidense se parece al jugador irregular de principio de temporada.

Jugadas congeladas

El partido era una colección de jugadas congeladas, tan lentas como indignas de una competición como la Euroliga. En los primeros cinco minutos del tercer cuarto el parcial fue de 4-7 (36-39): no hace falta añadir más. Hasta los 28'10'' no jugó Jordi Trias, que estuvo efectivo en ataque (cuatro puntos en seis minutos), pero demasiado blando en defensa. Dos jugadas al límite, la primera de Kus y la segunda un triple desde 8 metros de Castle permitieron a Unicaja lograr concluir el cuarto con 48-47 a favor.

A principios del último período el Barça ya tenía a Kasun y Marconato al borde de la exclusión, ambos acumularon cuatro personales. Pascual sentó al croata e hizo entrar a Trias, y mantuvo al italiano. Ninguno de los dos podía con Nnong -"tiene muelles, tiene muelles", describía Jordi Robirosa en TV3-. El conjunto azulgrana minimizaba su desacierto con el rebote ofensivo.

Se sostuvo el Barça con dos triples de Sánchez y Lakovic y por la eterna ambición de Grimau, capaz de arrebatarle una pelota incluso a Ndong. A 1'36'' Berni Rodríguez (0/4 en triples) no falló dos tiros libres: 60-57. A 1'15'' Ilyasova falló una canasta tan fácil como la de Marconato ante el Real Madrid en la primera fase. Jiménez capturó el rebote ofensivo y en la jugada siguiente Ndong erró un claro palmeo. El propio pívot senegalés le hizo personal a Lakovic a 29 segundos del final. El base esloveno no falló los primeros tiros libres del Barça en todo el partido. Después Ilyasova taponó a Welsch, que volvió a parar con falta a Lakovic, que tampoco erró desde la línea de personal. Quedaban 12 segundos, los suficientes para que Cabezas, que había salido por Jiménez, se recorriese la pista acompañado por Acker, que actuó a modo de guía turístico.

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