lunes, 19 de mayo de 2008

Acker activa en Bilbao a un Barça más que notable que accede a las semifinales (83-92)

Basile, defendido por Weis, Banic y Huertas -EFE.

Los playoff, el momento más decisivo de la temporada, se están convirtiendo en una especie de segunda oportunidad, quizás de redención, para los jugadores del Barça que no estaban rindiendo a su nivel habitual (como Jaka Lakovic, que en el primer partido de cuartos anotó 20 puntos) o para aquéllos que en contadas ocasiones ofrecieron un encuentro decente. El exponente por excelencia de esa irregularidad era Alex Acker (Compton, California, EE. UU., 1983), fichado a golpe de talonario para paliar la salida de Juan Carlos Navarro a la NBA y que ha actuado de recambio de dudosa calidad durante casi toda la temporada. Sin embargo, en La Casilla de Bilbao el escolta estadounidense se transformó, dejó a un lado su precipitación desesperante y asumió la responsabilidad. Así que Acker se convirtió en un anotador compulsivo, eficaz, genial: sumó 31 puntos con un balance casi perfecto (5/7 de tiros de dos, 5/6 en triples y 6/6 en tiros libres para un total de 37 de valoración). Fue el gran artífice para eliminar al Iurbentia Bilbao Basket (83-92) de la clasificación del Barça para semifinales, donde se enfrentará al ganador de la serie entre DKV Joventut y Akasvayu, que se resolverá en el tercer partido el martes.

En Bilbao el Barça hizo posiblemente su mejor partido fuera de casa del año, además de su victoria ante el Bruesa Arena ante el Tau. Lo consiguió a base de triples cuando su juego era anárquico y no conseguía conectar ni con sus pívots ni con nadie. Así se comportó en la primera parte. En la segunda, dirigido bien por Pepe Sánchez sacó sus mejores argumentos: la defensa, la intensidad y los contraataques, que suele culminar Roger Grimau. Activos que suele mostrar más en el Palau que en pista contraria.

Parcial inicial de 2-12

Sorprendió el grupo de Xavi Pascual con un inicio excelente: a los 3'55'' ganaba por 2-12 y Acker había logrado ya ocho puntos, incluidos dos triples. Era la recompensa al acierto exterior, porque era el Iurbentia Bilbao Basket el dueño del rebote, pero también el más nervioso (había perdido hasta cinco pelotas). pese a todo el conjunto vasco reaccionó liderado primero por Marcelinho Huertas y después por Javi Salgado, que anotó sus siete puntos en el primer cuarto (16-18). El parcial (14-6) era significativo: Gary Neal se resbalaba y Mario Kasun no recibía en el centro de la zona y tenía que lanzar desde 4 o 5 metros, una opción que no le beneficia y menos si tiene delante a alguien tan compulento como Fréderic Weis.

"Ya lo intentamos fichar para la temporada pasada. Es muy versátil, es capaz de actuar en tres posiciones y defensivamente es muy bueno", así definió el director técnico azulgrana Zoran Savic a Acker el día de su presentación. Pero en la cancha el ex jugador de Olympiakos casi no había demostrado nada, pese a un debut en la Liga ACB esperanzador con 10 puntos en 13 minutos ante el DKV Joventut en el Olímpic de Badalona. Acker se estancó y el club le prolongó el contrato hasta final de temporada porque Dusko Ivanovic contaba en su recuperación (había fichado con una lesión en la rodilla).

Agradecimiento al compromiso

El escolta estadounidense agradeció la confianza del club con 14 puntos ante el Tau un día después de la ampliación del compromiso laboral. Poco más había hecho hasta ahora, apenas alguna actuación meritoria ante Madrid, Estudiantes y Fuenlabrada. Su mejor actuación había sido ante el Valladolid en el Palau (24 puntos). De hecho, en los siete últimos partidos de Liga ACB Acker sumaba 29 puntos, una media de 4 por encuentro, un promedio de tercera opción en su puesto.

Pero en La Casilla el teórico sustituto de Navarro logró 13 puntos en un segundo cuarto, en el que su equipo no funcionó. Con tres triples Acker minimizó las carencias en esos momentos de su equipo, en el que Grimau se fue al banquillo tras sumar tres faltas personales en poco más de cuatro minutos. Lakovic no podía frenar a Salgado, Trias debutaba en la eliminatoria, el Iurbentia controlaba el rebote ofensivo (siete por tan sólo uno del Barça en la primera parte) y sufría el Barça de nuevo ante Marko Banic, que con un dos más uno firmó la máxima renta de su equipo (25-22 a los 14'35''). El conjunto azulgrana era puro despropósito (10 pérdidas en los dos primeros períodos), pero se sostuvo por Acker, que anotó tres triples en el segundo cuarto, 13 puntos consecutivos y contribuyó en el parcial de 8-20 con el que acabó la primera parte (34-40).

Los triples del Iurbentia

En la reanudación se recuperó el conjunto vasco con el mismo argumento que había impulsado a su rival: el triple. Si el Barça logró un increíble 7 de 9 en la primera parte, el grupo de Txus Vidorreta logró un 4 de 6 en el tercer cuarto. Los dos primeros fueron de Paco Vázquez, que minimizó los puntos en situaciones cómodas de Fran Vázquez. Los dos segundos, de Luke Recker, un jugador que el año pasado estuvo a punto de ser el MVP de la fase regular por votación regular y que no deja de ser un tirador clásico. Ante el Barça a Recker le tocó el buen (o más bien) gran día y anotó 18 puntos con 6 de 10 en tiros desde más allá de 6'25. El escolta de Ohio impidió que el Barça sentenciara el partido demasiado pronto. Porque el conjunto azulgrana era sensiblemente superior e, impulsado por Grimau, que anotó sus diez puntos de manera consecutiva, logró su mayor ventaja del partido (48-60 a los 27'49'').

Vidorreta apostó por una defensa zonal cambiante, de 2-3 pasando por la 1-3-1, y su equipo redujo la desventaja a tan sólo cinco puntos (64-69 a 5'32''). Más allá del atasco ofensivo que había provocado en el Barça, el gran culpable era Huertas, que sumó 11 puntos en el último cuarto. Sabía dirigir y forzando faltas personales es un maestro. Cuesta frenar al base brasileño al que seguramente su gran año en Bilbao le reportará un contrato con club potente -el mensaje del público fue unánime: "¡Marce, quédate!"-. En esos momentos delicados apareció otra vez Ersan Ilyasova (14 puntos) y sobresalió Acker, que anotó dos triples consecutivos. Recker le superó en el improvisado concurso y sumó tres (75-81 a 1'36''). Otra vez se repitió el guión, de nuevo apareció Acker, que con un mate y un par de tiros libres sentenció el partido y redondeó su mejor actuación con el Barça. Aún tiene tiempo de justificar su fichaje. Aunque sea tarde y en los últimos días de competición.

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