domingo, 24 de agosto de 2008

España empequeñece a Estados Unidos y logra una plata espléndida

Pau Gasol besa su medalla y Kobe Bryant hace callar al público -EFE.

Llevarse el dedo índice a la boca desafiando al público siempre será un gesto de suficiencia y provocación, pero también un símbolo épico, la constatación de haber logrado algo grande en un ambiente hostil. Que Kobe Bryant, al que muchos señalan como mejor jugador del mundo, hiciese ese movimiento tras anotar un triple y forzar la exclusión de Rudy Fernández a falta de poco más de tres minutos para la conclusión de una final olímpica fue un sinsentido. Sin duda, una acción de debilidad: Estados Unidos, los inventores del básket, el combinado de estrellas de filigranas aéreas y músculo estaba pasándolo realmente mal ante España. El gesto no podía ser más simbólico. La selección jugó probablemente el mejor partido de su historia (107-118) y estuvo a punto de ganar a una reedición correcta del Dream Team de Barcelona’92. No le faltó demasiado para lograrlo al grupo de Aíto García Reneses y de Pau Gasol, el máximo anotador del torneo con 19’6 puntos de media. Hubiese sido una doble victoria, un triunfo ante un rival y, especialmente, ante unos árbitros caciquistas que permitían a los estadounidenses cometer pasos (hasta tres hizo el propio Bryant en un contraataque en la primera parte) y en la mayoría de jugadas con mínimo contacto, ante la duda (o sin ella), pitaban a favor de USA. La plata, la segunda de España en unos Juegos Olímpicos 24 años después de la generación de Fernando Martín en Los Ángeles, es un gran premio para un grupo extraordinario, pero también un reconocimiento insuficiente a sus méritos. “Hemos triunfo. Esta medalla es como la de oro, sólo cambia el color. Si hubiesen pitado mejor… Incluso podíamos haber ganado”, sentenciaba a TVE1 Rudy Fernández.
 
“Los hemos puesto nerviosos”, seguía el nuevo escolta de los Blazers. No le falta razón. Estados Unidos nunca estuvo cómodo en la pista, nunca tuvo las diferencias habituales. Llegó a dominar por 15 puntos en el segundo cuarto (31-46 a los 12’23’’), pero casi siempre tuvo diferencias inferiores a los diez puntos. Una ridiculez. De hecho, a poco más de dos minutos para el final del partido la distancia era de tan sólo cuatro puntos tras la cuarta personal de Bryant y un tiro libre anotado por Juan Carlos Navarro. El jugador del Barça, sorprendentemente en el quinteto inicial, jugó su mejor encuentro del torneo. Fue desequilibrante y atrevido: volvió a recuperar las sensaciones que no había tenido durante todo la competición.

Los enésimos pasos 

Navarro fue el mejor ejemplo de que el partido de la fase de grupos, la derrota de España por 37 puntos, había sido un accidente esporádico. La diferencia no era real y se demostró desde el primer instante y hasta el último minuto, en el que Carlos Jiménez falló un triple y en la acción siguiente Bryant anotó con algo de fortuna (105-113). Los colegiados, con dos técnicas al banquillo y a Ricky Rubio por protestar los enésimos pasos de Chris Paul cerraron el partido. 

Bryant enseñaba con orgullo su camiseta, se golpeaba en el pecho a la altura del rectángulo de la bandera de Estados Unidos. Señalaba que él era el mejor, el líder de la gran selección mundial. Ni una cosa ni otra. La gran estrella estadounidense en Pekín ha sido Dwyane Wade, tercer máximo anotador tras Gasol y Luis Alberto Scola, probablemente un jugador infravalorado para las prestaciones que tiene e infinitamente menos egoísta que el icono de los Lakers. Wade, con 21 puntos en la primera parte, fue quien lideró a su equipo ante una España maravillosa. Machacaba Pau Gasol, y Navarro se gustaba ante sus rivales. España llegó a ganar 21-17 a los 5’42’’ y Aíto planteó la zona 2-3. Una opción muy acertada a lo largo del partido.

Parcial de 10-29
 
Reaccionó Estados Unidos con sus propios medios y con los ajenos (¿hace falta especificar de quién?). El grupo de Mike Krzyzewski logró un parcial de 10-29, que coincidió con su máxima ventaja, (31-46). Fue entonces cuando sobresalió Rudy Fernández, que volvió a demostrar que no desmerece a la NBA. El ex jugador del DKV Joventut anotó 13 puntos –triple incluido en la cara de LeBron James– en el segundo cuarto (22 en total) y minimizó la diferencia al descanso, que sólo era de ocho puntos (61-67). El porcentaje de Estados Unidos desde la línea de tres era inusual: ocho aciertos de once intentos.

En la reanudación volvió a exhibirse Navarro, con su tiro particular, puso a España a dos puntos (69-71 a los 23’01’’), la misma distancia que tras el triple de Rudy Fernández a falta de 8’13’’ para el final del partido. Fue la menor desventaja de la segunda parte. Pau Gasol y Dwight Howard mantenían un duelo intenso, y LeBron James seleccionaba con acierto sus tiros (14 puntos, 6 de 9 en lanzamientos de campo).

Otra bomba al límite

España era descarada al ataque y realmente eficaz en defensa. Sólo le seguían frenando los árbitros, como en una acción de dos más uno de Marc Gasol que acabó por ser una simple falta sin tiros porque se señaló otra infracción de James y no la de Paul. Una bomba al límite de Navarro cerró el tercer período con un ajustado 82-91. 

Los minutos pasaban y la selección española seguía ahí, muy cerca. Sus jugadores se repartían el protagonismo: palmeaba Pau Gasol, Rudy Fernández hacía un mate a una mano. Llegó la famosa jugada de Bryant y éste mandó callar al público. Poco le faltó al propio jugador para tragarse dicho gesto: un triple de Jiménez, el jugador polivalente de este grupo, puso el 104-111 a 2’25’’ del final. El propio capitán fallaría otro segundos después. Entre esa acción y las dos técnicas tras los pasos de Paul se acabó el partido. Se cerró el mejor partido de España, que ha logrado una plata y se ha ganado la admiración del mundo. Los periodistas de otros países el mundo se levantaron de sus asientos en la tribuna de prensa para reconocer su gesta.

2 comentarios :

Rafael Arenas García dijo...

Muy buena la crónica -como siempre- y perfectamente elegidas las fotografías y el punto de inicio: el comentario a la acción de Kobe Bryant mandando callar al público. El momento en el que se acabó el partido... y Kobe lo sabía.
Saludos.

Anónimo dijo...

yo creo que los españoles le hemos dado muchas vueltas a lo que paso
quereis en parte escuxar que españa perdiese y yo soy español pero no por eso voy a ser aferrimo a la selecion y claro esta que huebieron pasos.y españa para mi jugo mas en ekipo que estados unidos ya que el mayor trabajo en el ekipo de USA lo hizo wade
pero ganaron y no ahi que darle mas vueltas saludos