Quinteros intenta robarle el balón a Andersen -EFE.
La rapidez es el bien más preciado si las cosas se hacen con paciencia y convicción, y un contratiempo si se realizan con precipitación y ansiedad. En su visita al CAI Zaragoza el Barça supo montar contraataques veloces y pragmáticos para sumar su séptima victoria consecutiva en la Liga ACB (78-85), la undécima en los últimos doce partidos. Un triunfo alejado de los grandes antecedentes inmediatos, pero que tiene más mérito en otros aspectos menos valorados. Como el balance de recuperaciones y pérdidas: 9-9. Un dato inusual y especialmente meritorio para el conjunto azulgrana porque los locales son los que más pelotas recuperan del torneo. Otra de las claves fue la defensa a Paolo Quinteros, que a pesar de anotar 21 puntos tuvo una actuación tan intermitente y discontinua como la del CAI Zaragoza. Juan Carlos Navarro, con 17 tantos, lideró el ataque del Barça.
La irregularidad es la principal característica de un equipo configurado para salvar sin demasiadas dificultades la categoría. Sin embargo, el grupo de Alberto Angulo tiene tantos triunfos (cinco) como el penúltimo clasificado: carece de continuidad y se anima con la misma facilidad con la que se rinde. Ante el Barça comenzó diciéndose a sí mismo que era inferior. y cuando tan sólo se había jugado un minuto ya perdía por 2-8 (cinco puntos de Navarro) y había perdido hasta tres pelotas. Pero de repente y durante medio cuarto se vio capaz de ganar con Quinteros como anotador infalible. Ocho puntos consecutivos de este escolta argentino que llegó a España en 2006 y ascendió a ACB al León y repitió con el CAI un año después situaron a los locales con su máxima ventaja (13-10 a los 4m52s). Quinteros es el referente absoluto y casi exclusivo del equipo zaragozano, que notó que no aportase más puntos hasta el ecuador del tercer período (43-54 a los 25m30s). En dicho cuarto Quinteros sólo sumó ese triple y se reservaría los diez últimos para el período final.
El acierto de Phillip
Con Quinteros muy testimonial y anulado por Gianluca Basile, el CAI Zaragoza encontró a un secundario como Darren Phillip como principal valedor (11 puntos en la primera mitad, 15 en total). El veterano ala-pívot inglés era el único capaz de aportar en la pintura, territorio de Fran Vázquez y David Andersen, que sumaron 23 puntos y siete rebotes entre ambos. Los dos confirmaron su buen momento de forma, mientras que Ersan Ilyasova y Daniel Santiago corroboraron que no lo están: se cargaron rápidamente de personales. El ala-pívot, tercer máximo reboteador de la Liga, no capturó ningún rechace. Algo que sólo le había ocurrido en el torneo en la décima jornada del año pasado ante el Pamesa Valencia. Incluso Andre Barrett tuvo momentos brillantes. Totalmente entregado en defensa, el base estadounidense anotó un par de canastas excelentes, pero sus porcentajes continúan siendo bajos (2 de 8 en tiros de campo). Al descanso se llegó con 33-42. La diferencia no era mayor gracias al trabajo de Phillip y los cuatro triples en el segundo cuarto de los maños, que habían perdido diez pelotas.
El inicio de la segunda parte tuvo un guión bastante similar. De nuevo el Barça se exhibió al contraataque y con seis puntos de Basile y cuatro de Navarro logró distanciarse (38-53 a los 23m01s). Larry Lewis, que sólo llevaba dos puntos hasta ese momento, pasó a anotar con suficiencia (16 puntos, 7 de 10 en tiros de campo) y lideró la reacción de su equipo (47-56 a los 28m40s y 60-68 a falta de 7m40s). Los dos bases disponibles del Barça frenaron ambos parciales. Primero lo hizo Víctor Sada, que está aprovechando la baja de Jaka Lakovic para demostrar que es un digno titular en este equipo. Esta vez aportó 10 puntos y repartió tres asistencias. Mientras que Barrett, bien apoyado por Grimau, guió al Barça hacia un 0-8 (60-76 a 5m26s del final). Pero de nuevo el CAI reaccionó. Otra vez por impulsos. Por fin por la calidad de Quinteros, que llevaba diez minutos sin anotar y en cuatro anotó diez y la dirección de Quim Colom, que debutó en la Liga ACB. Números insuficientes para superar a un Barça que supo asegurar el triunfo con Sada y Navarro.
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