jueves, 19 de febrero de 2009

Van der Sar: los récords no entienden de edades

A sus 38 años el portero holandés ha superado la marca de Abel -EFE.



“Es un referente, un consejero para los más jóvenes, un confidente para el resto y mi mano derecha sobre el terreno de juego. Es una bendición tener un jugador así en el equipo”, dijo el ex seleccionador de Holanda Marco van Basten durante la pasada Eurocopa. El elogiado no era otro que Edwin Van der Sar (Voorhout, Holanda, 1970), el portero de la nariz larga, el jugador eterno que año tras año se empeña en demostrar que a pesar de estar cerca de los 40 (en octubre cumplirá 39) se encuentra al nivel de los mejores. La Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS) le ha nombrado tercer mejor guardameta de 2008 (superado sólo por Iker Casillas y Gigi Bufón) y séptimo entre 1987 y el año pasado (Buffon y Peter Schmeichel ocupan las primeras plazas). Su último logro ha sido superar el récord de imbatibilidad de Abel Resino en el Atlético de Madrid (1.275 minutos). Van der Sar acumula 1.302 sin encajar un gol, algo que nadie había logrado hasta ahora en las ligas europeas más prestigiosas (España, Italia, Inglaterra y Alemania). El próximo reto del Gigante verde, que no recibe un gol en la Premier desde el pasado 8 de noviembre ante el Arsenal (14 partidos y medio), es batir la mejor marca en el viejo continente es del belga Verlinden (1.390 con el Brujas en 1990). La mundial, casi insuperable (1.816 minutos), pertenece al brasileño Mazarponi (Vasco de Gama).


Curiosidades de la vida, Van der Sar ha batido el excelente registro de Abel en un partido aplazado de la tercera jornada y contra el Fulham (3-0), el equipo en el que aterrizó en Inglaterra tras su breve paso por el Juventus (1999-2001), donde no ganó títulos y acabó cediendo la titularidad a Buffon. El modesto Fulham parecía ser un respiro, quizás el definitivo, para un jugador que había jugado nueve años en la elite con el Ajax (cuatro Eredivisies, una Champions y una Intercontinental) y había iniciado su trayectoria en los modestos Foreholte y VV Noordwijk.


Sucesor de Schmeichel


El destino le tenía reservada una última oportunidad al portero holandés, el primer sorprendido cuando en el verano de 2005 le comunicaron que Sir Alex Ferguson contaba con él para el Manchester United, precisamente el club ante el que había debutado en la Premier cuatro años antes. Los diablos rojos llevaban dos cursos buscando al sustituto de uno de sus iconos históricos: Peter Schmeichel. Bosnich, Taibi, van der Gouw, Barthez, Carroll, Ricardo y Howard fueron las apuestas fallidas del United. Van der Sar acabó siendo, contra todo pronóstico, la opción adecuada.


Gran parte de la prensa no tardó demasiado en tragarse las críticas sobre un gran fichaje con precio de incorporación de Liga extravagante y desconocida: dos millones de libras. En su primera temporada Van der Sar fue decisivo para ganar la Carling Cup y en un líder silencioso –“no soy de los que gritan, prefiero concentrarme en mi trabajo y en el de los demás”– de un equipo plagado de estrellas. Su discreción le hizo conectar especialmente con Ferguson, del que dice que es un entrenador “fantástico” y muy ambicioso “pese a haber logrado muchos torneos. Es un ganador”. El polémico técnico le devuelve las buenas palabras: “La defensa ha mejorado gracias a él”. Es un dato irrefutable: en la Champions del año pasado Van der Sar fue el portero menos goleado (22) y el gran héroe para que el Manchester levantase por segunda vez en su historia el trofeo más prestigioso de Europa. Lo fue en la tanda de penaltis, como soñó desde que en 1988 vio la final entre el PSV y el Benfica, resuelta a favor de los holandeses en la tanda. La pasada final ante el Chelsea también su revancha con la de 1996, que perdió desde los once metros contra el Juventus. “No dejas de pensar en que no quieres volver a perder de la misma forma”, reconoce.


El secreto


Su método para parar penaltis es “fijarse en dónde colocan la pelota los jugadores, en su corpulencia y en la carrerilla que toman”. Así paró el definitivo lanzamiento de Anelka. “El sentimiento tras parar un penalti es indescriptible”, explica Van der Sar, cuya carrera es un camino de amagos, de presuntos puntos finales que se convierten en simples paréntesis temporales. Su llegada al Fulham parecía anticipar su retirada y colocarle definitivamente en un segundo plano, pero acabó valiéndole para llegar a Manchester, para ganar además de la Champions y la Carling Cup, dos Community Shield y dos Premier (2007 y 2008).

La Eurocopa de Austria y Suiza también tenía que ser su última etapa en la selección holandesa. Así lo había anunciado meses antes. La derrota ante la Rusia de uno de sus mecenas, Guus Hiddink (3-1), iba a cerrar su número de internacionalidades. Tampoco se cumplió la lógica esta vez. El nuevo seleccionador holandés, Bert van Marwijk, le convocó para jugar de titular dos partidos de la fase de clasificación para el Mundial de Sudáfrica de 2010 contra Islandia y Noruega por las lesiones de Maarten Stekelenburg y Henk Timmer. La marca se ha quedado en 130 partidos: nadie ha vestido tantas veces la camiseta oranje que Van der Sar, que también tiene el récord compartido con Lilian Thuram de encuentros jugados en la fase final de la Eurocopa (16). “Maarten (Stekelenburg) es un digno sucesor en la selección”, dice, correcto, Van der Sar, que ha demostrado que los récords no entienden de edades. En el Manchester seguirá, como mínimo, hasta 2010. En diciembre renovó un año más.

2 comentarios :

Dani Navedo dijo...

Un claro ejemplo de como seguir disfrutando y triunfando en el fútbol a los 38 años.

Un saludo!!

El Fútbol es Injusto

Toni Delgado dijo...

Totalmente de acuerdo, Dani. Además un tipo discreto y nada conflicto. Es lo que dice el prpio Edwin: "No hace falta gritar", completamos, para ser líder.

Un abrazo!