sábado, 28 de marzo de 2009

Héroe individual para un gran triunfo colectivo

Grimau y Berni luchan por un balón -EFE.



Inmerso en una maratón de partidos, cuatro en seis partidos, el Barça superó al Unicaja (95-94) con un héroe individual en un tremendo triunfo colectivo y en el que el equipo llegó dos desventajas de 12 puntos. Juan Carlos Navarro anotó los 11 del conjunto azulgrana en la prórroga, otra más tras las cuatro de Manresa, y alcanzó además los 5.000 puntos en la Liga ACB. Una cifra que le permite ser el tercer anotador histórico, sólo superado por Bernard Hopkins (5.717) y José Antonio Paraíso (5.681).


“Hemos intentado que Juan Carlos sacase faltas y se fuese a la línea de tiros libres, no es cierto que en la prórroga sólo haya tirado él. Lo que ha ocurrido es que otros jugadores han fallado lanzamientos abiertos”, justificó Xavi Pascual, cuando le cuestionaron si el Barça había ganado por su jugador franquicia. La Bomba, con dos triples, fue el mejor en los cinco minutos de más y anotó el tiro libre que acabó decidiendo el partido. Autor de 25 puntos, Navarro falló el segundo y la última posesión fue para Unicaja, que ni tan siquiera pudo lanzar en su última posesión. “Siempre está bien ganar en una acción defensiva”, añadió Pascual, al que no le gustó el inicio del partido de su equipo.



Mal inicio



“Hemos empezado mal. Incluso hemos perdido la primera pelota”, profundizó el técnico azulgrana. El Barça comenzó el encuentro exhausto y con muy poca intensidad defensiva, especialmente en la línea de 6’25. Cualquier jugador de Unicaja podía lanzar un triple con total tranquilidad. Eso representó un filón para el conjunto malagueño durante la primera parte (6/10 desde dicha distancia). Los triples y el rebote ofensivo (diez en los primeros dos cuartos) impulsarían a los visitantes hacia una renta de 12 puntos (33-45 a los 17m35s), la misma ventaja que obtendrían en el ecuador del tercer período (56-68 a los 26m50s).


El anarquismo y la falta de acierto delataban al Barça, incapaz de recortar demasiado las distancias (40-49 al descanso) y con una propuesta anárquica y blandengue. En dicho contexto su mejor jugador era Jaka Lakovic, precisamente quien tenía que asumir la responsabilidad casi exclusiva de dirigir al equipo. El base esloveno anotó 13 puntos (3/3 en triples) e hizo que no se echase en falta a Víctor Sada, baja por una elongación en el músculo psoas ilíaco de la pierna izquierda y seria duda para el tercer partido en Vitoria ante el Tau en la Euroliga. Lakovic tuvo menos descanso del esperado (jugó casi 33 minutos) por la lesión del defenestrado Andre Barrett, que se lesionó tras caer en mala posición y se lo llevaron a hombros. Probablemente escuchó su única ovación desde que llegó a Barcelona.


En la reanudación el Barça presentó dos versiones muy distintas. Durante los primeros siete minutos del tercer cuarto llegó a perder por 12 puntos: Unicaja continuaba siendo superior, esta vez con Boniface Ndong como mayor protagonista, bien secundado por Robert Archibald, el jugador que más veces aparece en el quinteto inicial de Aíto. Durante los tres últimos del período reaccionó de forma extraordinaria (70-72) con un parcial de 14-6 y con Roger Grimau como hombre para todo. El capitán, ejemplo de jugador sacrificado al límite, recuperaría dos pelotas casi seguidas. La segunda permitiría a Basile anotar en una entrada. El escolta italiano anotó en esos instantes dos triples: a sus 34 años continúa siendo uno de los puntales del Barça. La contundencia de Fran Vázquez y la defensa de Ersan Ilyasova también habían sido claves en la remontada del equipo, que culminaría Lakovic con un triple (73-72 a 9m33s). El parcial llegó a ser de 20-4 (76-72 a 8m20s) y un dos más uno de Grimau (82-77 a 2m27s) hizo que el Barça rozase la victoria, pero Marcus Haislip (24 puntos, con siete consecutivos, forzaría la prórroga. Navarro fallaría la última opción para evitarla, pero se convertiría en el gran protagonista de la misma. En el héroe individual de un gran triunfo colectivo.



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