domingo, 24 de mayo de 2009

Tercer doblete de Brawn GP y retorno de Ferrari

Button observa embobado el trofeo de ganador en Mónaco -EFE.

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La Fórmula 1 genera más noticias de polémicas extradeportivas, sobre el reglamento y su futuro que por lo que sucede en los circuitos. El presente aburre. Los equipos trabajan para mejorar sus prestaciones y reducir las distancias con Brawn GP, que continúa inalcanzable para todos. En Mónaco ocurrió lo mismo que había pasado en el debut en Australia o en la prueba precedente de Montmeló: la escudería de Ross Brawn logró otro doblete, con la misma distribución de posiciones. Jenson Button, que ha ganado cinco de las seis pruebas disputadas como primero, y Rubens Barrichello como segundo. Sebastian Vettel y Red Bull por extensión parecían ser los únicos en cuestionar a Brawn GP su discurso sin réplica, pues al menos habían ganado en China. Pero en Montecarlo Vettel abandonó y cedió dicho testigo a Ferrari, que por fin logró su primer podio con Kimi Raikkonen, tercero. Felipe Massa fue cuarto. El equipo de Il cavallino rampante aparcó sus reivindicaciones y advertencias de abandonar la competición en el que caso de que el curso que viene haya límite de presupuestos. Ha confirmado lo que había mostrado en el Circuit de Catalunya: ha vuelto. Fernando Alonso finalizó en séptima posición.
“¿El Mundial? El Mundial está imposible. Lo único que puedo hacer es lograr los máximos puntos posibles”, declaró el actual campeón, Lewis Hamilton, de nuevo doblado por Button. Hamilton, 12º en Mónaco, respondió con cara de incredulidad a la periodista que le hizo la pregunta. “¿A qué viene esta cuestión?”, pensaría el piloto, consciente de que con nueve puntos no tiene nada que hacer con el líder (51). Tampoco su compañero en McLaren Heikki Kovalainen, que tuvo un accidente cuando rodaba séptimo. Un consuelo para Alonso. “Era lo máximo a lo que podíamos aspirar. Ahora habrá que esperar a las modificaciones para Turquía, creo que en el alerón delantero”, resolvió el español, quien supo rentabilizar la situación para concluir séptimo y luchó lo indecible para alcanzar a Nico Rosberg. El piloto de Williams ridiculizó a Massa adelantándole cuando éste le estaba cediendo el paso a Vettel (tenía que hacerlo, se había salido del trazado y le había sobrepasado ilegalmente). No se destempló Felipinho y poco después superaría a Vettel en una acción arriesgada. Cualquiera lo es en un circuito en el que el mínimo fallo es sinónimo de abandono. “Una única equivocación en Mónaco es definitiva”, confesó el propio Vettel tras abandonar por un percance.
“Pilotar no es tan fácil”
Para Raikkonen el circuito de Mónaco es “muy divertido” sólo si “sales primero”. No fue su caso: Ice Man partió segundo y perdió la posición a favor de Barrichello, “un error decisivo, porque éramos más rápidos que Rubens. No estoy contento con la tercera posición, pero es un buen resultado para el equipo”. Más contento estaba el propio Barrichello, que confesó haber tenido percances con los neumáticos, con la aerodinámica y con el cinturón de seguridad en la segunda parada –“no tenía la suficiente estabilidad. Ha sido complicado. Pilotar no es tan fácil como puede parecer desde fuera”–. A su lado, Button también relataba los problemas que había tenido con las ruedas y que lo había pasado mal en las últimas vueltas: “Es duro porque empiezas a pensar y pensar, pero al final todo ha salido muy bien”.
En BMW las cosas continúan exactamente igual. Siguen haciendo el ridículo. Robert Kubica no lleva ni un punto (en Mónaco también abandonó) y Nick Heidfeld, tan sólo seis. En Montecarlo no sumó ninguno y acabó 11º. Este Mundial va camino de ser tan emocionante como el de 2004, cuando Schumacher ganó 12 de las primeras 13 carreras. Algo impensable hace unos meses para Button, que sin querer se saltó el protocolo de aparcar su coche en la zona habilitada para recibir los trofeos de la carrera. Llegó corriendo con el caso puesto me he dado cuenta de lo larga que es la recta de meta y saludó a todos. Pero ningun gesto fue tan especial como el abrazo con su padre John, ex piloto de rallies. Es una de las instantáneas de la nueva Fórmula 1. De la monotonía actual. Otra cosa es el futuro, sobre el que no se para de hablar y publicar.

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