lunes, 27 de julio de 2009

El diario de Alberto Contador

Contador sostiene un cartel con su segundo Tour como reclamo -EFE.


Personas de confianza al margen, el mejor reducto de pensamientos, sentimientos e inquietudes siempre será un diario personal. Una libreta, la pantalla de un ordenador u hojas sueltas son plataformas potenciales para sincerarse en tiempos de grandes euforias o de tremendos problemas. Ante todo un diario esconde secretos, condición que da morbo e interés. Por eso funcionan tan bien en la librería las reflexiones íntimas de personajes públicos, como las de Kurt Cobain, ex líder de Nirvana, un genio incomprendido con final acelerado. Salvando las distancias y la fama entre uno y otro, la publicación del diario de Alberto Contador (Pinto, Madrid, 1982) durante su segundo Tour de Francia sería un éxito editorial, el libro de cabecera de seguidores, pero también de detractores. Si realmente existe uno de los textos más interesantes sería el relato sobre la tercera etapa de La Grande Motte, en la que Lance Armstrong aprovechó un abanico para quitarle 41 segundos a Contador y dar a entender que él era el líder de Astana, nada que ver con lo que había dicho 48 horas después el director deportivo Johan Bruyneel. Contador fue paciente, diplomático y reconoció su error, que subsanó con un ataque en Arcalís. “He corrido dos carreras, en la carrera y en el hotel”, diría el madrileño tras la penúltima etapa en el Mont Ventoux, cuando ya se había asegurado el segundo Tour. En un momento en el que no podía generar titulares contraproducentes ni para él ni para Astana.


El comportamiento Armstrong, siete veces campeón de la ronda francesa, ha sido diametralmente opuesto: nunca ha tenido en cuenta las reacciones de sus palabras o simplemente ha intentado desestabilizar a Contador –casualidades o no lel retorno a la competición del estadounidense tras su retirada en 2005 fue anunciada durante la Vuelta del curso pasado cuando el madrileño era líder–. Armstrong ha actuado de profesor que se mofa del mejor alumno. Primero ironizó con el abanico –un día después se quedó a centésimas del maillot amarillo de Fabian Cancellara tras la victoria de Astana en la contrarreloj por equipos, un castigo casi divino– y después criticó con dureza el ataque de Contador a Andreas Klöden en la Colombière –una traición en el seno del equipo, una decisión correcta porque como se demostró después, Klöden no estaba bien–. Entre medias Armstrong felicitó a Contador a través de su twitter por su excelente victoria en la ascensión a la estación de esquí de Verbier, pero no hizo referencias al triunfo definitivo en la contrarreloj de Annecy. Lance ni tan siquiera se comportó bien con Contador en el podio: le dio la mano y miró hacia otro lado. “¿Qué te dije en marzo? Que tenías todavía mucho que aprender. Y no he cambiado de opinión”, dice ahora. Palabras que suenan a soberbia del campeón cuya historia de superación inspiró a Contador para recuperarse de un cavernoma –malformación de capitales– y para ser el tercer corredor con más vueltas grandes a los 26 años. El madrileño ha ganado dos Tours, un Giro y una Vuelta, un balance sólo inferior al que presentaban con dicha edad Eddy Merckx (3 Tours y 2 Giros) y Bernard Hinault (3 Tours, 1 Giro y 1 Tour). Ni Miguel Indurain ni Armstrong había ganado todavía dichas competiciones.


Tercero de cuatro hermanos, Contador es un campeón silencioso que sólo ha explotado cuando ha acabado el Tour. “Está claro que Armstrong y yo somos incompatibles”, dijo en TVE poco después de bajar del podio de París. “Mi relación con él es nula, pero es un grandísimo corredor y ha hecho un gran Tour. Otra cosa es a nivel personal donde nunca le he tenido una gran admiración, ni se la tendré”, añadió en una rueda de prensa de Madrid. Declaraciones que podrían formar parte de su hipotético diario personal. Ya ha dicho más de una ocasión que le cuesta sacar todo el carácter. Tampoco le gusta ser polémico. Así que realmente lo ha escrito es muy probable que nunca trascienda. Lo que sí que se sabe es que Armstrong y Contador no serán compañeros en 2010. El estadounidense creará un nuevo equipo, el Radioshack, con él como líder y Bruyneel como director y, según se rumorea pretende contratar a Andy Schleck, el corredor que más ha exigido en este Tour a Contador. ¿Una táctica para eliminar un rival? ¿O simplemente para desbancar al único corredor que le ha vencido en el Tour?


Revive las etapas del Tour de 2009 con Cronómetro de Récords

4 comentarios :

Deprisa dijo...

Es una pena que Armstrong ensucie de esa manera lo que en caso contrario hubiera sido una trayectoria a imitiar por cualquier deportista. Para ser grande hay que saber ganr y tambien, perder.

Chary Serrano dijo...

Totalmente de acuerdo.
No se es grande solo por las victorias, a veces se gana mas siendo el 2º o 3º.
El respeto que te tengan los demás es mas importante

Álvaro Fernández dijo...

Hola.
Creo que Alberto ha dado un golpe de autoridad aún mayor.Todos veíamos que Contador venía bién pero nadie pensaba que llegaría a meter 5 minutos a Lance.Lo más destacado de Alberto además de su enorme resistencia en montaña resitiento los arreones de Andy,ha sido que en contrarreloj se ha consagrado como el mejor del mundo junto a Cancellara.Este Tour a Alberto,además de servirle para su palmarés,le ha servido para reforzarse y dar un golpe duro a la conexión Amstrong-Bruyneel,que desde el primer día buscó lo mejor para Lance.
Saludos y pasaros por http://alvaro-sport.blogspot.com/

Sergi dijo...

Genial artículo el de Reyes Estevez
uno de los mejores atletas españoles como demostró en la prueba de los 1500 nacionales prueba en la que hay bastante nivel.
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