domingo, 30 de agosto de 2009

Raikkonen se reivindica ante Ferrari

Raikkonen y Fisichella celebran sus posiciones en el podio -EFE.


Para las personas inexpresivas, para aquéllos que reaccionan con la misma cara ante situaciones completamente diferentes cualquier gesto o cambio en la cara parece algo extraordinario. Kimi Raikkonen (Espoo, Finlandia, 1979) es de esos tipos. Le cuesta gesticular con cierto ímpetu ni tan siquiera cuando gana. Por eso su entusiasmo festejando su triunfo en el GP de Bélgica resultó extravagante. Pura respuesta a los críticos con sus resultados, pues el piloto finlandés acumulaba 26 pruebas sin acabar primero, desde la disputada en Montmeló el año pasado. Un balance que, según han publicado tanto publicaciones serias como los panfletos, hizo que Ferrari –sin triunfos este curso hasta ahora– tomase la decisión de no contar con él para 2010 y fichase a Fernando Alonso para sustituirle. Si Raikkonen podía elegir un escenario para reivindicarse éste no podía ser otro que el Spa-Francorchamps, donde ya ha ganado en cuatro de las últimas cinco ediciones (2004, 2005, 2007 y 2009). En 2006 no se disputó y en 2008 se impuso Felipe Massa, al que Ferrari echa de menos tras su accidente en Hungría. Como persona y como corredor, pues su recambio, Luca Badoer, sigue desprestigiando la trayectoria de Ferrari. El italiano, ojo derecho de Michael Schumacher, quedó último de los que acabaron en una carrera marcada por el abandono en la primera vuelta (y tras un accidente múltiple) de Lewis Hamilton, el líder del Mundial Jenson Button, Jaume Alguersuari y Romain Grosjean. Tampoco acabó Alonso, de nuevo con un problema mecánico en la rueda delantera izquierda de su R29. Quien sí concluyó la carrera fue su ex compañero en Renault Giancarlo Fisichella, que tras partir con una pole surrealista acabó segundo con un Force India, una escudería que no había sumado ni un punto desde su debut el año pasado y que está en venta. Sebastian Vettel ocupó la tercera plaza y se puso a 19 puntos de Button. A 16 está Rubens Barrichello, que completó las últimas cuatro vueltas con el Brawn GP sacando humo y el motor para el arrastre.


Da la sensación que este curso cualquier cosa es posible. McLaren ocupó los dos primeros puestos en la calificación de Valencia y en Bélgica ni pasó a la Q2. En otra jornada atípica, lo mejor corrió a cargo de dos de los últimos tres campeones del mundo. En los primeros metros Raikkonen pasó de la sexta posición a ocupar la segunda, y poco después superaría a Fisichella para colocarse primero –“sólo me ha adelantado por el KERS, mi ritmo era tan bueno como el suyo”, lamentó Fisico–. Una acción que aseguró el triunfo para Ice Man, que lejos de polemizar y sacar pecho tras su victoria repitió su discurso habitual: “Lo único que sé es que en 2010 tengo contrato en vigor”. Alonso, con una remontada superior, no encontró recompensa. El piloto de Renault salió dispuesto a hacer una carrera tan épica como la de Singapur en 2008 –ganó saliendo el 15º, aunque según el portal Autosport la FIA estaría estudiando la legalidad de dicha victoria–. En Bélgica Alonso salió 13º y cuando fue a repostar ocupaba la tercera plaza: “Era la mejor carrera del año… Pero en boxes comprobamos que el coche estaba muy dañado (tras un toque con Adrian Sutil) y la rueda delantera izquierda no encajaba bien. “Decidimos retirarnos porque en la segunda parada tendríamos el mismo problema e íbamos ya a 30 segundos del penúltimo”, reconoció Alonso, que felicitó a Fisichella: “Me alegro por él porque se merece este resultado”.


Tampoco acabó satisfecho Barrichello, frustrado por no haber podido recortar más puntos a su compañero Button, que sigue aguantando como líder tras haber ganado seis de las siete primeras pruebas. Desde entonces, en las cinco siguientes no ha vuelto al podio y suma 11 puntos. Cualquier cosa es posible este año. En Bélgica Ferrari volvió a ganar con el piloto más peculiar de la parrilla. En su momento Raikkonen dejó el hockey sobre hielo por no despertarse tan pronto para entrenar.


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