miércoles, 23 de septiembre de 2009

Piquet, el chivato de la pizarra

Los operarios retiran el Reanult accidentado de Piquet en Singapur.


Desconozco si se sigue cumpliendo aquella estúpida tradición de que un alumno apunte en la pizarra los nombres de sus compañeros que hablan o se tiran papelitos mientras el profesor tiene que irse de clase un momento. El chivato tenía un poder tan incómodo como patético y, a no ser que fuese el líder del grupo, recibía amenazas del resto si hacía lo que le habían mandado. ¿Qué sentido tenía apuntar el nombre de alguien y poner crucecitas al lado en función de si hablaba o no? ¿El aula tenía que convertirse en una biblioteca infantil? De la actitud del censor postizo, de si cumplía o no su lamentable función, dependía muchas veces que algunos tuviesen que copiar una frase de buenas intenciones cientos de veces o se quedasen sin recreo. El chivato no ganaba nada, más bien perdía aliados y respeto. Nelsinho Piquet ha actuado como tal. Cumplió las órdenes de su ex jefe, Flavio Briatore, y del ex director de ingeniería, Pat Symonds, y se estrelló a propósito en el GP de Singapur del año pasado para beneficiar a Fernando Alonso, que acababa de repostaje y terminó ganando la carrera.


Una vez hecha la trampa, casi doce meses después de haberse tragado el orgullo y cuestionar su ética, Piquet y su padre destaparon el engaño como venganza por la decisión de Briatore de rescindir el contrato del piloto brasileño, que sólo había logrado 19 puntos en un año y medio en la Fórmula 1. Era la réplica más escandalosa posible ante la no renovación de un corredor que, por números, no había respondido a las expectativas y no se merecía seguir en la escudería.


A los Piquet les ha salido bien la jugada para perjudicar de por vida a Briatore, que no podrá tener jamás ningún tipo de relación con la FIA ni con cualquier producto o carrera que se refiera a ella, y a Symonds, que será castigado con las mismas restricciones, aunque sólo durante los próximos cinco años. Pero las consecuencias directas para Piquet Jr. son casi definitivas: ¿quién va a querer a fichar a un tramposo para su equipo? El deporte está lleno de situaciones parecidas, pero una cosa es que se sepan entre los profesionales y otra muy distinta, que sea de dominio público. Y ahí entran patrocinadores y marcas. Reputación e imagen. Dos conceptos que ha intentado salvar Renault, que sólo será suspendida dos años si vuelve a protagonizar otro escándalo. Un castigo en paréntesis por haber colaborado en la investigación, pedir disculpas y despedir a los dos promotores de una trama de la que Alonso y el resto del equipo no sabían nada.


3 comentarios :

Deprisa dijo...

De acuerdo que esto es delito y es trampa, qeu esta mal jugar con la vida de un piloto. Pero esto se para uno y se dice "No lo hago" y no que ha seguido compitiendo con el equipo defraudante.

A Piquet no sé yo si le va a salir trabajo en alguna feria aparcando autos de choque.

Rafael Arenas García dijo...

Aún queda un misterio en este asunto: ¿quién es Mr. X? ¿Cuál de los miembros del equipo Renault testificó contra Briatore?
Por otro lado, aún estoy esperando a que alguien emprenda acciones legales contra Piquet, Symonds y Briatore. Y ante un tribunal de justicia, la inmunidad que la FIA concedió a Piquet de nada sirve.

Toni Delgado dijo...

@Deprisa, le saldrá trabajo en la feria si no saben quién es ;) La gente por hacer méritos es capaz de hacer cualquier cosa y quizás Briatore le amenazó si no cedía a sus exigencias. No lo sabemos, pero sucediese como sucediese, Piquet tenía que haber sabido decir que no.

@Rafael, Mr. X no tendría por qué ser una persona con mucho peso en el equipo. El perfil de un mecánico harto del jefe no es muy descabellado. O una tercera persona informada por Piquet, para que éste no se mojase más todavía.