sábado, 5 de diciembre de 2009

En recuerdo de Fernando Martín

Kaukenas intenta asistir a un compañero ante Martínez -ACB Photo/D.R. Anchuelo.


Hace veinte años y dos días, el 3 de diciembre de 1989, se produjo uno de los sucesos más duros del deporte español. Fernando Martín, pívot del Real Madrid, se estrelló con su coche en la M-30 y nunca llegó al Palacio de Deportes de Madrid para ver el partido contra el CAI Zaragoza desde el banquillo, pues estaba lesionado. Dos décadas después el conjunto blanco y la ACB homenajearon al mítico 10, al jugador que marcó el paso de los jugadores en la NBA, pues fue el primero en llegar a la Liga estadounidense. Su Real Madrid le dedicó un triunfo completo, totalmente coral, ante el Power Electronics Valencia por 77-66. Es la undécima victoria en otros tantos partidos de un equipo que continúa persiguiendo el mejor arranque de su historia, un 15-0 de la temporada 1987-1988 con Fernando Martín como principal referente.


Fernando Martín hubiese cuajado en el grupo de Ettore Messina, que exige versatilidad, agresividad y constancia. El técnico italiano sabe gestionar los roles de cada uno y optimizar el rendimiento de sus jugadores. Los dos más jóvenes –Vladimir Dasic no juega ni por casualidad, suma 18 en Liga– están creciendo a base de minutos y confianza. Otra vez Nicola Velickovic (14 puntos) y Sergio Llull (12) resultaron los más destacados. El triple cambio de Llull, Sergi Vidal y Travis Hansen revitalizó a los locales, que había encajado un parcial de 6-10, confundidos, desmontados en defensa, impresionados ante la velocidad que impartía Nando De Colo y la fiabilidad de Matt Nielsen.


Claver y Rafa Martínez


El problema (y a la vez el gran mérito) del Power Electronics Valencia fue alcanzar el descanso con 37-28 únicamente con su base y pívot titular acertados, y sin haber anotado en los primeros cuatro minutos largos del segundo cuarto. No respondían a las expectativas ni Víctor Claver, incómodo y demasiado lejos del aro desde el principio (dos puntos, 1/6), ni Rafa Martínez, que acabó la primera parte con tres tantos, todos de tiros libres, la gran diferencia del partido: 30 lanzó el conjunto de Neven Spahija por ocho los locales, seis de Vidal y dos de Felipe Reyes, que continúa jugando poco porque aún debe alcanzar su nivel habitual tras no haber podido debutar hasta el mes pasado por lesión. En once minutos Reyes anotó cuatro puntos, pero se excedió con tres personales. Es cuestión de tiempo que vuelva a ser el de antes.


Aumentó su dominio el Real Madrid en la reanudación, cuando entre Rimantas Kaukenas y Llull pusieron hasta tres veces los 14 puntos como máxima ventaja. La idea continuaba siendo la misma: nueve jugadores locales habían anotador por tan sólo cinco de los visitantes. Serhiy Lishchuk sería el sexto y penúltimo. Porque el último fue Claver, quien a 7m 04s anotó su única canasta. Un acierto que reanimó inesperadamente al Power Electronics Valencia, capaz de hilvanar un parcial de 2-13 (73-65 a 2m 25s). “¡Sí se puede!”, gritaba la afición valenciana. Pero el Real Madrid no se dejó sorprender y Darjus Lavrinovic y los pasos de Kosta Perovic acabaron por consumir un partido en recuerdo de Fernando Martín y que Bullock vio desde el banquillo por lesión.


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