domingo, 31 de enero de 2010

Traje a medida del Barça en el Palau

Mickeal intena superar a McDonald y Moran - ACB Photo -Miguel Ruiz.


No hay expresión más contundente en el argot del baloncesto que hacer un traje, una frase que sirve para describir la superioridad absoluta de un jugador o de un equipo sobre otro(s). Ocurrió en el Palau el Barça, donde le hizo un traje a medida al Gran Canaria 2014, el único equipo que había podido vencerle en la primera vuelta. El triunfo, delicioso y concretado en 105-55, estuvo cerca de igualar la mayor ventaja en la historia de la Liga ACB, los 55 tantos de los azulgrana en su visita al Breogán Caixa Galicia (82-137) y también el triunfo del Real Madrid ante el Clesa Ferrol (116-61). Una marca que corresponde a la lejana temporada 1985-1986. Desde el curso 2000-2001 el Barça no había sido capaz de lograr 100 o más puntos en Liga.


Una cosa que lo que se quiere y otra muy diferente puede llegar a ser lo que ocurre. A Pedro Martínez le preguntaron poco antes del partido cómo tenía que jugar su equipo para volver a ganar al Barça. El técnico visitante respondió que la clave podía ser la agresividad –especialmente en defensa– y el poder jugar con transiciones rápidas. A Martínez le interesaba un partido defensivo y de porcentajes discretos. Es decir, un calco de la ida (67-65). Sin embargo, el encuentro nunca tuvo ese desarrollo, ni tan siquiera en los únicos minutos en los que el Gran Canaria 2014 resultó competitivo (10-14 a los 6m 14s). Los mejores instantes de su jugador más destacado: Jaycee Carroll. Misionero durante dos años en Chile, el escolta de Wyoming se presentó en el Palau con ocho puntos en cinco minutos y respondió a los dos triples de Juan Carlos Navarro con otros dos más.


34 de valoración

El duelo de anotadores también resultó muy desigual, pues si bien es cierto que La Bomba -quien es ya quien más partidos ha jugado en ACB con el Barça, 423, uno más que Epi- sólo aportó un punto más que Carroll (24 por 23), también es verdad que necesitó diez tiros de campo (anotó ocho) y dos tiros libres mientras que los porcentajes de la estrella visitantes resultaron muy diferentes (8/17 y cuatro tiros desde la línea de personal). Carroll fue prácticamente todo el Gran Canaria 2014, pues sólo cinco de sus compañeros anotaron y ninguno pasó de los ocho puntos. Los visitantes, además, sólo recuperaron dos pelotas y acabaron con un 34 de valoración, de los que 17 fueron de… Carroll.


No es el conjunto canario un grupo basado en individualidades, sino en un colectivo completo. Una idea que mantiene pese a perder cada año a jugadores importantes –este curso se fueron, por ejemplo, Mario Fernández y Carl English–. Gran Canaria 2014 no se clasificó para la Copa, pero aterrizó en Barcelona acumulando cuatro victorias consecutivas. Pero no llegó a aspirar a la quinta en cuento el Barça subió las líneas defensivas y empezó a jugar a placer. Las rotaciones de Xavi Pascual funcionaron a la perfección y poco importó que Erazem Lorbek se cargase con dos personales ni que Terence Morris estuviese vestido de calle por haberse lesionado en el último entrenamiento. Ahí estaba Jordi Trias, un jugador muy querido en el vestuario y en la grada que continúa empeñado en seguir jugando en el conjunto azulgrana pese a que dispone de oportunidades muy puntuales.


Trias tuvo una ocasión inmejorable para reivindicarse ante el Gran Canaria 2014 y curiosamente fue quien más jugó (22m 7s), aportando siete puntos (y otros tantos rebotes), tres tapones y cinco asistencias. Una menos que Víctor Sada y dos más que Ricky Rubio, que por segundo partido seguido tuvo una actuación muy discreta (cinco puntos, 1/4 en triples).


Will McDonald quien mejor expresó la frustración de los visitantes y acabó descentrándose más en protestar que en jugar –fue muy pitado en una acción en la que aportó a Fran Vázquez y se ganó una personal–. El pívot estadounidense estuvo presente en la última derrota del Barça en el Palau. Del 3 de enero del año pasado data la última derrota en cada de los azulgrana. Del equipo que le hizo un traje a medida al único equipo que le ganó en la primera vuelta: 28 asistencias, 16 triples, diez recuperaciones... La mejor forma de eliminar ese mal recuerdo.


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