sábado, 20 de febrero de 2010

Finalista por oficio

Nielsen le hace un tapón a Ricky -EFE.


No ha encontrado todavía su mejor juego ni ha dado la sensación de una superioridad exagerada ante sus rivales, pero el Barça ya está en la final de la Copa del Rey. Al fin y al cabo la fiabilidad es lo único importante en un torneo tan corto que no admite errores y demanda soluciones rápidas. Desde la defensa, la dirección de Ricky Rubio (cuatro asistencias, 14 puntos) y el extremo trabajo en la pintura de Fran Vázquez (16 tantos y seis rebotes) lograron los azulgrana su triunfo por 64-72 en semifinales ante el Power Electronics Valencia. De nuevo un marcador bajo y un ritmo trabado, como le interesaba a Spahija, que quería que se repitiese el encuentro de La Fonteta, resuelto por un tanteo mínimo (60-59) y un triple sobre la bocina de Rafa Martínez, que esta vez, y como Navarro, tuvo un papel secundario. Decepcionaron los dos máximos anotadores de ambos equipos, muy mal en el tiro (4/11 y 2/10 respectivamente). El Barça espera rival, que saldrá del ganador de la otra serie entre Real Madrid y Caja Laboral.


No cometió el Barça la misma imprudencia que en cuartos de final ante Cajasol y salió absolutamente conectado. Empezando con su mejor juego, corriendo y sin dar por perdidos los rebotes (cogió 12 más, 40 por 28), material suficiente para impedir las segundas opciones de su rival y poder optar a hacer contraataques (6-18 a los 7m 38s). En los duelos individuales Vázquez le rompía la cintura una vez tras otra a Perovic (14 puntos), puntualmente el principal punto negro (tres pérdidas casi seguidas) de un equipo que sólo parecía ver dos recursos en ataque: los triples (3/20) o Rafa Martínez, que llegó a acumular la mitad de sus tiros del Power Electronics Valencia con escasa repercusión hasta ese momento: dos puntos. En el Barça todo funcionaba de maravilla, pues todos los jugadores que habían comparecido menos Mickeal habían anotado. El único pero eran las dos personales a los 3m 03s de Ricky, que como le ocurrió en Badalona no volvería a aparecer hasta el tercer cuarto. Como entonces fue el jugador que desequilibró el partido.


Spahija: “Baloncesto fácil”


En cuanto Spahija cambió su propuesta mejoró el Power Electronics Valencia y empezó la decadencia (o más bien la caraja) del Barça. “Baloncesto fácil, baloncesto fácil” era la propuesta del técnico croata, una idea que llevaron a cabo sus dos primeros recambios en la pintura, Lishchuk (cinco puntos) y Nielsen (19). Ambos se fabricaron canastas plácidas posteando en el poste bajo, dejando sin respuestas a sus defensores, especialmente a Morris, colapsado por completo. Le faltaba a los azulgrana claridad, intensidad y rebote. Sin ayudas exteriores y a un ritmo inferior, el Barça también sufrió a Perovic, que volvió a la pista como el pívot que puede llegar a ser: serio, habilidoso y versátil (30-35 al descanso).


Necesitaban los azulgrana reconocerse y sólo volvieron a hacerlo cuando volvió a la pista Ricky. Con él en pista Ndong perseveró en su impagable trabajo (capturó nueve rebotes) y Mickeal (once puntos) por fin anotaría sus primeras canastas. Incluso Navarro, agobiado por los árbitros y la defensa de Rafa Martínez y Kelati, tuvo su momento de lucidez anotando cuatro de sus diez puntos. Se había repuesto el conjunto de Pascual de ceder por primera vez (44-43 y 46-45) y comenzó a marcar distancias gracias a la omnipresencia de Lorbek y de nuevo a Vázquez, uno de los que más conecta en la pista con Ricky, si es que es posible no conectar con el mejor jugador europeo joven por tercer año consecutivo (52-66 a 4m 11s).


En la dirección estaba y está la principal diferencia entre los dos bases titulares del Power Electronics Valencia y Barça, Ricky y De Colo. El primero no se obsesiona por los puntos y ofrece tangibles e intangibles a su equipo. De Colo, en cambio, es más un anotador compulsivo que un organizador solvente. De hecho, no repartió ni una asistencia, perdió tres pelotas y sólo anotó cuatro puntos (2/6) para acabar como el peor valorado de todos: -5 y acabó eliminado con cinco personales, como Rafa Martínez. “Ha sido un partido muy fuerte en defensa de todo el equipo”, subrayó Vázquez.



2 comentarios :

Fujur dijo...

Pocos casos más "curiosos" he visto que el de Fran Vázquez. Qué le falta para ser una estrella mundial??? será este su año, con Pau fuera del Mundial???

Toni Delgado dijo...

Muy buenas Fujur!

Seguramente a Fran le ha faltado más regularidad y confianza en sí mismo y de los entrenadores. Con Ivanovic lo pasó mal y se lució con cuentagotas, y al pasado Eurobasket no fue por motivos ambiguos que fomentaron rumores con o sin argumentos. Sí que puede ser su Mundial. El éxito de la selección empezó gracias a él, en aquel partido contra Croacia en cuartos, con su canasta para forzar la prórroga. Un saludo!