domingo, 30 de mayo de 2010

Otro contexto, otra nueva victoria azulgrana

Lakovic, rodeado de Morris y Freeland, se piensa la jugada - ACB Photo.


Imperturbable e impasible ante los cambios, en partidos de muchos puntos o de pocos el Barça continúa defendiendo su discurso del curso: ganar. “Si algo hemos tenido es que nos hemos sabido adaptar a cualquier guión o situación de partido”, dijo Xavi Pascual. Y la frase bien valía para describir el partido que acababa de jugarse como la temporada en general. Vencedor por 71-58 ante Unicaja, los azulgrana tan sólo necesitan un triunfo más para alcanzar la final de la ACB. El Barça también fue superior a su rival en un partido trabado y defensivo, opuesto por completo al anterior, y en el que se cumplió su premisa de siempre. El colectivo por encima de lo individual: 13 puntos de Vázquez por 16 de Navarro (6/15) y 12 rebotes de Morris y diez de Mickeal.

Había anunciado Aíto que el principal objetivo de Unicaja tenía que ser rebajar las revoluciones del partido, reducir la intensidad y el ritmo del partido. No le interesaba un partido de ataques y pura electricidad como el primero de la serie, con el que tampoco había quedado satisfecho Pascual, crítico por la facilidad con la que su equipo había recibido tantos puntos de contraataque y en transiciones rápidas. Ambos consiguieron sus propósitos básicos, aunque de nuevo fuese Pascual el ganador final. El pequeño gran pero para los azulgrana y lo mejor de Unicaja fue un parcial acumulado de 4-16 en el inicio del tercer cuarto, el mismo tramo en el que Navarro había medio resuelto el primer triunfo de la serie. Liderados por Freeland (11 puntos), los malagueños se pusieron 44-37, aunque el Barça respondió con dos triples de Lakovic y Navarro. Desde más allá de 6’25 habían llegado también las tres primeras canastas del partido y de los azulgrana en un primer cuarto discretísimo de ambos equipos y cerrado con otro triple, de Blanco (12-13).

Dowdell y Cook, mal

La entrada de Grimau revolucionó al Barça, hasta que el capitán tuvo que retirarse cojeando –“Roger estaba dispuesto a arriesgar, pero no lo hemos visto conveniente”, valoró Pascual–. El testigo de Grimau lo cogieron Ricky en la dirección y Vázquez en la ejecución. Ambos se entienden a las mil maravillas y con la aportación de Mickeal y Navarro los azulgrana alcanzarían su máxima ventaja (40-21 a los 19m 54s), justo antes del mencionado parcial a favor de Unicaja, mermado por la deficiente aportación de sus bases. Fantástico en el partido anterior, Dowdell no tiró en toda la primera parte y acabó fallando sus cinco lanzamientos y con dos puntos (de tiros libres) y tres asistencias. Dowdell estuvo a un nivel similar al del base titular, Cook (0/4), que sólo sumó cuatro puntos desde la línea de personal. Tanto Ricky como Lakovic maniataron a sus homólogos. Sada no jugó nada. “Lo está reservando para el tercer partido en Málaga. Pascual tiene estas cosas”, valoraba un compañero de tribuna de prensa, antes de que otros dos triples, esta vez de Lakovic y Navarro, cortasen el doloroso parcial.

Inéditos por lesión dos días antes, Archibald (nueve puntos y cinco rebotes) y Blanco (siete puntos) cuajaron una buena actuación. Cada uno en su papel. Archibald se aprovechó de la blanda defensa de Ndong y Blanco sería el encargado de acercar a Unicaja a tan sólo seis puntos (52-46 a los 28m 10s). Puro oasis en el desierto para los visitantes, pues el Barça no se dejó intimidar: tiene excedente de recursos. Así, surgió un ex de Unicaja, Ndong, para anotar cuatro puntos consecutivas y deshacer las dudas.

Gran asistencia de Lakovic

Lakovic tomaría las manijas de un partido que acabó con fallos inverosímiles de ambos equipos –Printezis destacó por el encima del resto en dicha faceta–. Lo mejor lo protagonizó el base esloveno, que le dio una asistencia desde su campo a Morris para que éste machacase a placer. Con todo resuelto Aíto quiso premiar con minutos al joven Freire, en una decisión que no debió entusiasmarle a Welsch. El checo sólo jugó 2m 11s, lo justo para errar un tiro, perder una pelota y cometer una personal.

En el segundo partido de la serie cambió el guión, el contexto fue diferente, pero la victoria acabó siendo de nuevo para los azulgrana, que tiene a un paso la final. “Sabemos que ellos son el mejor equipo de Europa, pero tenemos que darnos cuenta de quiénes somos nosotros”, valoró Aíto, muy crítico con la actuación de su equipo en la primera parte.

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