lunes, 30 de agosto de 2010

España no disipa las dudas en su primer triunfo en el Mundial contra Nueva Zelanda

Ricky recupera un balón ante Tais -EFE.

En los pasillos de los vestuarios y las zonas mixtas circulan algunas de las interpretaciones posibles de un partido. Discuten los periodistas, responden los entrenadores y valoran los protagonistas, los jugadores. Juan Carlos Navarro clavó como ninguno cómo se desarrolló el primer triunfo de España en el Mundial de Turquía. Una victoria por 101-84 que se daba por hecha, pero que no disipó las dudas del partido inaugural, muy mal perdido contra Francia. “Debemos jugar con más desparpajo y alegría”, anunció Navarro, el capitán del combinado español. Resultó una declaración amable, eufemística, de cuanto se encontró a faltar en el grupo, vulnerable por una defensa débil (48-42 al descanso), el discreto número de rebotes (sólo 29, tres menos que el rival). Lo mejor fue que España jugó bien en transiciones rápidas y recuperó –como era de prever– su gran repertorio en ataque (73'5% en tiros de dos y 50% en triples), con los dos referentes actuales como protagonistas: Marc Gasol y La Bomba, con 22 y 18 puntos, respectivamente. 

Por momentos el encuentro funcionó como una auténtica montaña rusa, con múltiples vaivenes, subidas y bajas. El partido se convirtió más en exhibición que en una cita enmarcada en algo tan trascendental como un campeonato del mundo. Aunque esta vez, al menos, España sí comenzó como un ciclón, poniendo distancias de por medio con dos triples de Navarro y uno de Garbajosa y un alee hop entre Ricky y Rudy (21-8 a los 4m 45s). Nueva Zelanda estaba tan confundida y frustrada como su imberbe pívot Pledger, que ya seguía el partido sentado en el banquillo con tres faltas. Pero la selección oceánica se fue animando con su mejor jugador, Penney, quien en el primer partido logró 37 puntos ante Lituania se quedó en 21 ante España, once de los cuales en el primer cuarto. Penney es un habilidoso anotador, mientras que Abercrombie (19) es más una torre con vocación de atleta, un martirio para los interiores españoles. El más veterano en ese papel, Jorge Garbajosa, fue el encargado de reanimar a España con un buen inicio de tercer cuarto y con la inestimable colaboración de Navarro desde la línea de tres. Garbajosa anotó los cuatro triples que intentó, mientras que La Bomba presentó un balance de 4/7. Entre ambos, la dirección de Ricky y Raül López y la ambición de Marc Gasol sentenciaron el partido al final del tercer período (78-62).

El triunfo ya no peligró, pero a los mates de Rudy (12 puntos) o Fran Vázquez se le sucedieron nuevos errores en defensa, como el costa a costa que se marcó Abercombrie. Un fallo más comprensible que en el que había dejado a Scariolo incrédulo y tapándose la cara. Reyes impidió que la pelota saliese de banda y lo que hizo fue asistir a un rival para que anotase sin dificultades. “A veces es más importante ganar y no dar espectáculo”, resolvió Ricky. Un tópico al fin y al cabo, pero una verdad universal. El martes Lituania será el rival de la selección.

España (28+20+29+24) 101: Rudy (12), Ricky Rubio (8), Navarro (18), Garbajosa (14) y Gasol (22) –quinteto inicial–, Reyes (10), Raúl (7), Claver (1), Vázquez (5), Llull, Mumbrú y San Emeterio (4). Nueva Zelanda (19+25+19+21) 84: Penny (21), Vukona (6), Jones (15), Kench y Pledger (4) –quinteto inicial–, Tait (5), Fitchett (3), Abercrombie (19), Cameron (3), Anthony (1), Frank (7) y Bradshaw.

2 comentarios :

Ricard dijo...

Hola!
Mira mi ultima entrada y te llevaras una gran sorpresa.

Saludos,
Ricard

Toni Delgado dijo...

Muchas gracias por el detallazo, Ricard. Un saludo!