domingo, 19 de diciembre de 2010

Sada agiliza la victoria del Barça ante el DKV Joventut

Sada machaca ante la mirada de Trias e Ingles -EFE.
No es un jugador mediático, pero sus compañeros siempre le señalan como ejemplo de compromiso y trabajo. El Barça de Xavi Pascual no se entiende sin Víctor Sada, un  exponente de la defensa y un diamante en bruto en el juego de velocidad que tan bien resuelve el conjunto azulgrana y que hacía bastante tiempo que no lo demostraba como ante un DKV Joventut competitivo al descanso (35-28) y confundido y vulnerable después, desnortado en el tercer cuarto (23-9). El Sada más anotador del curso (13 puntos, 6/7, para un total de 22 de valoración) agilizó el noveno triunfo de los azulgrana en la liga ACB (83-63) en un partido muy desigual en el que los locales repartieron 23 asistencias y, muy importante, recuperaron casi las mismas pelotas (10) de las que perdieron (12), además de contar con cinco jugadores que al menos sumasen diez puntos, con Morris (14) atesorando la mejor cifra (14). Números a años luz de los de un conjunto de Pepu Hernández que sólo alcanzó las nueve asistencias, que regaló 21 balones por los seis que robó y tuvo un porcentaje de acierto irrisorio (32’83%, 22/67). 

“Uno de los objetivos era salir bien”, reconoció en las cámaras del Canal 33 Navarro, sabedor de que al equipo le ha costado empezar las últimas citas. También le costó esta vez, pero menos, con Ricky de director titular y Perovic, el jugador menos participativo de la plantilla, como protagonista, en un duelo directo con McDonald, negado como estaba Robinson (tardó 25m 45s en anotar su única canasta, un palmeo, 1/8). La segunda personal de Ricky hizo que Pascual dio carrete a Sada, duda por un esguince en la rodilla, que dotó de más velocidad al juego del equipo y se entendió a la perfección con otro jugador que también rinde a un nivel alto defendiendo y en las transiciones rápidas. Se apellida Grimau y es el capitán del equipo. 

Despiertan los visitantes

“Ni una contra más”, exigía Pepu Hernández en un tiempo después del parcial inicial de 14-5 (después seria de 16-5) con una entrada de Sada y el posterior tapón de Vázquez a Franch, con el que el pívot gallego igualó en dicha faceta la marca histórica del club de Dueñas (266). La consigna del ex seleccionador continuaba siendo la misma que había anunciado antes de empezar el encuentro: trabajar el rebote propio para que el Barça no pudiese correr, evitar los contraataques y las transiciones cortas. Pepu Hernández, como el lógico, pretendía que fuese el DKV quien llevase el ritmo, que corriese más y mejor que en rival, y en un momento, con la aparición de Norel y la aportación de McDonald, Hosley y Franch los visitantes redujeron la desventaja (18-16 a los 10m 20s) con un parcial de 2-11. 

El antídoto a la reacción del DKV Joventut volvió a ser la pareja Sada-Grimau en un Barça al que otra vez le costó anotar su primer triple, como si sus bajas en el exterior (Basile y Mickeal, el club ya trabaja en la contratación hasta final de temporada del ex Maccabi Tel Aviv Alan Anderson) le restase confianza a la hora de lanzar desde más allá de 6’75. Necesitaron seis tentativas para meter un tiro de tres y como en los últimos dos partidos, en Valladolid y Vilnius, Morris fue el encargado de anotar el primero. Meter un triple fue precisamente lo primero que hizo Navarro, emparejado con English, en su vuelta al Palau tras más de un mes de ausencia tras su lumbalgia. La Bomba (11 puntos) ya había regresado a las pistas en el Siemens Arenas ante el Lietuvos Rytas y reconoció que le falta “ritmo” y que se cansa “más de lo habitual”. De la buena recuperación de Navarro dependerán los éxitos del Barça, donde hay un par de jugadores más nerviosos que el resto, Ndong, al que se le escapan de las manos pelotas fáciles, e Ingles, menos fresco que cuando llegó al equipo. 

El australiano tuvo un pequeño desencuentro con English y ambos se ganaron una técnica para cada uno. Por fin se recordó que el partido era un derby de verdad con los ingredientes clásicos: rivalidad, más adrenalina de la habitual y pique histórico. No lo parecía viendo cómo compareció el Barça en la segunda parte, con un juego tan arrollador, tan fácil que contrastaba contra la falta de actitud y derrotismo del DKV Joventut, que encajó 16 puntos y anotó cuatro en los primeros cinco minutos largos del penúltimo cuarto, coincidiendo con la vuelta de Ricky a la pista.

El tono adecuado

Pepu Hernández optó por un discurso contundente, pero sin excederse en las formas: el tono no da más poder a quien habla. Dijo que estaban fallando los sistemas y apelaba a intangibles como el carácter o el sacrificio para bajar rápido para defender: “Hay que ser valientes y presionar el balón”. Algo que no dejó de hacer Trias, que en su vuelta oficial al Palau (ya jugó en la final de la Lliga Catalana) fue aplaudido por el público y se fue con 10 puntos, seis rebotes y un triple, una faceta en la que se está soltando últimamente animado por su entrenador.

English aportaba se mostraba certero en los triples, pero inconsistente en el aspecto mental y el retorno de Sada, los primeros (y únicos) puntos de Lakovic y el primer triple de Navarro darían a los azulgrana su mejor renta (+25, 65-39 a 8m 15s). Sada se llevó una ovación y decidido el encuentro, unos y otros combinaron cuatro ataques seguidos con ciertos y tres triples de por medio. Quedaba tiempo para que Pascual diese minutos a Iván García, que a tres segundos del final anotó su primera canasta en la Liga ACB con el Barça. De un equipo al que antes de las fechas navideñas le tocan dos huesos duros de roer: Montepaschi Siena y Real Madrid. 

Barça (18+18+23+24) 83: Ricky Rubio (2), Grimau (8), Ingles (10), Lorbek (5), Perovic (10) -quinteto inicial-, Sada (13), Vázquez (4), Navarro (11), Morris (14), Lakovic (3), Ndong (1) e Iván García (2). DKV Joventut (13+15+9+26) 63: Robinson (4), Hosley (6), Pere Tomás, Trias (10), McDonald (15) -quinteto inicial-, English (14), Norel (6), Franch (5) y Jelinek (3).

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