domingo, 6 de noviembre de 2011

Nico Terol se corona como último campeón del mundo de 125cc en Valencia

Terol celebra su primer título mundial con la grada - EFE.
Tenía claro cómo iba a celebrar la victoria y que iba a ser con un recuerdo hacia el cielo. Maverick Viñales se paseó por el circuito Ricardo Tormo con una bandera con el rostro de Marco Simoncelli en la mano, en otro gesto de una jornada dedicada al piloto italiano, fallecido en Sepang a finales de octubre. Viñales es un pillo, huele a coleccionista de títulos y ha sido el mejor debutante obteniendo cuatro triunfos: "Hemos hecho un gran trabajo y sobre todo hemos podido ganar al campeón del mundo". Se refería a Nico Terol (Alcoy, 1988), segundo en la carrera del GP de la Comunitat Valenciana y último campeón de 125cc, pues la categoría pasará a llamarse Moto3 y el motor será de cuatro tiempos. Inquietado por Johann Zarco, Terol se supo ganador en la tercera vuelta tras la primera caída de Zarco: "He creído siempre en mí, he luchado por mi sueño y es algo inexplicabale lo que siento". Porque lo había logrado en casa, en el circuito en el que ha crecido y después de una temporada llena de tensión. Antes de la carrera el piloto del Bankia Aspar Team se tranquilizó comiéndose un par de dos croissants de chocolate. 

Confiesa Terol que ha sido el año que menos ha dormido de su vida. "Esta vez podré descansar mis ocho horas", se felicitó. Lo ha pasado realmente mal, a pesar de sus cuatro triunfos en los primeros cinco encuentros, sólo fue octavo en Silverstone y no pudo correr en Assen, donde se lesionó en los entrenamientos. Tuvo que operarse en Barcelona del dedo meñique de la mano derecha y reapareció con triunfo en Mugello, pero que tuvo que retirarse en Brno. Zarco se acercaba aunque no ganase (el francés ha sido seis veces segundo y cuatro tercero) y Terol dio un golpe de la mesa con tres victorias consecutivas (Indianápolis, San Marino y Motorland). 

Un "currante"

Terol no ha surgido de la nada. Es un campeón de pico y pala, de más trabajo que talento innato: "Mi palmarés demuestra que no ha habido nadie más currante que yo. Es posible que a veces me cueste aprender, pero cuando lo hago ya no lo olvido". Tiene razón, pues desde su estreno en el mundial de 125cc -acabó 36º- y salvo en su tercera temporada -finalizó 22º cuando el año anterior había sido 14º- no ha parado de mejorar. En 2008 concluyó quinto, fue tercero en 2009 y subcampeón y con opciones hasta la última prueba el año pasado, en el que Marc Márquez se coronó en Valencia. 

Por fin Terol se ha llevado el gato al agua. Lo hizo relajado o más bien sorprendido por la mala suerte de Zarco, que se desestabilizó con un par de bache y se fue al suelo: "No he reaccionado hasta pasadas dos vueltas. No podía creerme que fuese tan fácil algo por lo que había luchado tanto". Un rato después Terol se tiró al suelo y dio varios golpes de puño, de rabia, de liberación. Se ha ganado un descanso mental, aunque en nada empiece la pretemporada montado ya en una máquina de Moto2.  

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