domingo, 6 de noviembre de 2011

Stoner también sabe ganar por milésimas

Stoner celebra con un caballito su décima victoria de la temporada - EFE.

El amor propio de Casey Stoner es tan generoso que el australiano se propuso ganar el resto de carreras después de proclamarse bicampeón del mundo en Phillip Island. No pudo vencer en Sepang porque la carrera se suspendió tras el desgraciado accidente de Marco Simoncelli, pero Stoner sí se impuso en el circuito Ricardo Tormo y lo hizo por 15 milésimas para desconsuelo del rival vencido, Ben Spies, que maldecía su suerte después de remontar 10 segundos de desventaja en las últimas vueltas y colocarse como líder a falta de tres giros. La aceleración de la Honda y la insistencia de Stoner, insaciable, frustraron a Spies. Andrea Dovizioso fue tercero -en su despedida de Honda, en 2012 pilotará la Yamaha satélite- y quedó en dicha posición en la clasificación general del Mundial de MotoGP en detrimento de Dani Pedrosa, cuarto en la prueba, la plaza que ocupó finalmente en el campeonato.

Tan ajustada resultó la victoria que Stoner dudó un poco de si había cruzado antes la línea de meta, pero segundos después hizo un caballito, un epílogo a una temporada casi perfecta: diez victorias, 16 podios y 12 poles. El australiano ha sido el gran dominador de la era de las 800cc ganando un tercio de las carreras disputadas, por mucho que haya declarado que disfrutaba más con las 990cc y las de 250cc. Stoner será uno de los favoritos con las nuevas 1000cc. junto a Jorge Lorenzo, su gran adversario, que se recupera de su operación en el dedo anular de la mano derecha tras un accidente en Australia.

Efecto dominó: cuatro pilotos al suelo

Enfadado acabó el curso más difícil de su carrera Valentino Rossi, ilusionado por dedicarle un podio a su amigo Simoncelli en Valencia, pero pronto, en la primera curva, tuvo que aceptar que no sería posible. En cuanto se dio cuenta Il Dottore ya estaba en el suelo, desestabilizado por Álvaro Bautista, que había tocado con Dovizioso. El efecto dominó hizo que el español se llevase por delante a Rossi, éste a Randy De Puniet y el francés, a su vez, a Nicky Hayden. Cuatro abandonos de una tacada -ninguno se hizo daño- y un perdón, el de Bautista: "Están cabreados. Me sabe mal. Les he pedido disculpas personalmente. Son cosas de las carreras, pero me hubiese gustado acabar mejor".

No lo pudo hacer mejor Stoner, que no se vino abajo tras perder una renta de diez segundos -en la primera vuelta ya le sacaba segundo y medio a Pedrosa- y acabó el año como lo comenzó en Catar, ganando el día de la despedida del mundial de Loris Capirossi, noveno en Cheste. El italiano se marcha a los 38 años con 99 podios, tres títulos (dos en 125cc, en 1990 y 1991, y uno en 250cc, en 1998) y  con el respeto y la admiración de rivales, aficionados y periodistas.

En su despedida Capirossi corrió con el 58 de Simoncelli, protagonista todo el fin de semana. Su ídolo Kevin Schwantz lideró la comitiva de todos los pilotos de las tres categorías antes del inicio del gran premio. Hubo más silencio y melancolía que "ruido", como había pedido Paolo, el padre del fallecido, a quien Stefan Bradl dedicó su título de Moto2 en el podio. Terol también se acordó de Simoncelli señalando al cielo para festejar su corona en 125cc.

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