domingo, 11 de marzo de 2012

Marta Fernández y De Souza conducen al Perfumerías Avenida hacia su tercera Copa de la Reina a costa del Ros (57-68)

Isa Sánchez levanta la Copa de la Reina - FEB.
TONI DELGADO / Arganda del Rey

Dicen los expertos, por más que sea una cosa obvia, que el estar cómodo en un ambiente o con una situación depende de la rutina, de la costumbre. Y el Ros Casares de este curso está acostumbrado a vencer muy rápido y en entretenerse en rotar a sus estrellas y en ampliar las diferencias. Pero se encontró con un Perfumerías Avenida que le discutió el estilo, que le impidió correr, gustarse y que alejó a las pívots fuera del aro y les forzaba a hacer tiros imposibles. En el gesto torcido de cracks como Lyttle, Wauters o Jackson se explicó el triunfo de un conjunto de Lucas Mondelo, que supo diseñar el partido a su gusto como si se tratase de un traje a medida: un duelo sin reservas, sin apenas titubeos y un ejercicio defensivo encomiable. Es decir, sacar virtudes propias y anular las del rival, seco cuando Maya Moore (24 puntos) empezó a fallar. Ésas fueron algunas de las premisas de un Perfumerías Avenida liderado por una pareja que hace muchos años que se conoce, desde su periplo en el desaparecido UB Barça: Marta Fernández (14 puntos) y De Souza (17 puntos y 13 rebotes), talento y trabajo sin límites. Fueron las más destacadas del conjunto de Lucas Mondelo, que venció por 57-68 y levantó su tercera Copa de la Reina en Arganda del Rey. El único título que le faltaba a su capitana, Isa Sánchez, que tardó en soltar el trofeo y que no paró de besarlo. De Souza fue nombrada MVP.  

En hacer las cosas más sencillas de lo que son está el arte del pragmático y de algunas estrellas y de algunos equipos, que funcionan como los atletas, que tan bien aprendida y estudiada tienen la técnica que sus zancadas rozan el suelo y, a efectos visuales, parece que vuelen. Lo llevaron a cabo el propio Perfumerías Avenida y Moore, un tesoro para el baloncesto y más para el femenino, necesitado de reclamos, pues muchos entienden que no se vende sólo -los dichosos juicios de valor-. Moore es un espectáculo y cuando está enchufada es casi imposible detenerla. Así, lanzada y acertada empezó la final. Tanto como para meter 13 de los 15 puntos del Ros. El brillo de su nueva estrella minimizaba el sufrimiento de las pívots, muy alejadas del aro gracias al gran tino defensivo de Booner y de De Souza. Lyttle estaba completamente desdibujada ante su ex equipo y tardó ¡23 minutos! anotar su primera canasta en un equipo en el que tanto Palau como Silvia Domínguez tampoco se encontraban nada cómodas.

Los contraataques

El Perfumerías Avenida estaba haciendo un ejercicio defensivo, especialmente Marta Fernández, que recuperó hasta cuatro pelotas en el primer cuarto y montaba fácilmente contraataque, la jugada que a la mínima buscaba correr, una opción clara. El pero para Marta fue que fallaba esas penetraciones que le han dado un nombre y una reputación. En cuanto Lucas Mondelo puso a Korstine a defender a Moore se apagó el Ros, inferior en la pintura y que, curioso en un grupo con tantos recambios de calidad, no encontraba anotadoras. Sólo una jugadora interior había conseguido meter puntos y sin contar los porcentajes de Moore (7/10) el balance del resto era horrible (2/18) en una primera parte que acabó con un marcador bien fiel a lo que se estaba viendo (23-27).

Un mérito también del Perfumerías Avenida, sostenido por su empeño y que había provocado 15 pérdidas en su rival y había recuperado ocho. Sólo tres jugadoras (Moore, Wauters y Murphy) anotaban por el Ros, mientras que más del doble, siete, lo habían hecho para el conjunto salmantino, con especial papel para De Souza. Era un partido eléctrico, sin reservas. El buscado seguramente por Mondelo, que era consciente que las opciones para su equipo pasaban por no dejar ni respirar al Ros e Isa Sánchez lo conseguía, por ejemplo, con Murphy.

Nube de dudas

No bajó sus revoluciones tras el paso por los vestuarios el Perfumerías Avenida, que volvió a conectarse con la dirección y los puntos de Xargay y un par de triples de Bonner -desde unos ocho metros, sensacional- y de Marta Fernández, que todavía no lo había probado desde más allá de 6'75 metros y que fue un torbellino en el tercer cuarto, en el que el conjunto de Lucas Mondelo se puso 37-48 (a los 28m 51s). El Ros era una nube de dudas e imprecisiones y Lyttle estaba absolutamente desquiciada, peleada con el mundo y contra sí misma. En contraste con la concentración y la alegría del rival, que alcanzó su mejor ventaja con un triple de Antoja (41-55 a 8m 17s).

Wauters, persistente en el rebote (13), y Moore trataron de hacer en el epílogo lo que antes no había podido realizar el Ros, que se la jugó en el tramo final con un carrusel de triples que no le entraron y no pudo opositar por el triunfo, por más que se acercase 55-61, pero De Souza y Bonner no dejar lugar a la sorpresa. El Perfumerías Avenida ya tiene su tercera Copa de la Reina.

ROS CASARES 57 (15+8+16+18): Palau (2), Moore (24), Vesela (3), Wauters (14) y Lyttle (4) – quinteto inicial–, Silvia Domínguez (4), Honti (-), Murphy (3) y Jackson (3). PERFUMERÍAS AVENDIA 68 (11+16+23+18): Xargay (10), Fernández (14), Bonner (10), Vadja (-) y De Souza (17) –quinteto inicial–, Antoja (3), Sánchez (8), Pascua (2) y Korstine (4).

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