miércoles, 5 de septiembre de 2012

Contador incendia una Vuelta de la que casi se despide Purito

El corredor de Pinto ataca en Collado de la Hoz y le birla el maillot rojo al catalán, ahora tercero tras Valverde, inmenso para sacar también tajada de la jornada


Contador explota de emoción en la línea de meta - AFP. 

Alberto Contador es fuego. Es un auténtico diablo que, como todo el mundo, tiene un lado más tranquilo y otro más salvaje. Se fió de esa voz interior que le dijo “¡ataca!”, por más  que todavía quedasen 50 kilómetros para la meta y estuviese en Collado de la Hoz, el penúltimo puerto de una jornada que, en teoría, no guardaba grandes sorpresas. Su rival, Purito Rodríguez, el espléndido ciclista que poco a poco, como hacen las hormiguitas, se había hecho merecedor del maillot rojo por aguantar a Contador en la contrarreloj, superarle en los finales y frustrar sus continuos ataques no pudo más. Se quedó sin remedio ante el ataque “instintivo” del corredor de Pinto, que era consciente de que le podía salir todo rematadamente mal y podía perder incluso la segunda plaza. Su descaro y el excelente comportamiento de su Saxo Bank –en especial de Tiralongo– le permitieron tener tiempo de girarse tres veces antes de cruzar la meta y sacudir los brazos aliviado, emocionado por dar un giro total a una Vuelta que se le estaba escapando y que ahora tiene más cerca. Contador es el nuevo maillot rojo después de sacarle cerca de tres minutos a Purito, al que deja tercero a 2m 28s en la general, y aventaja a Alejandro Valverde, el otro gran protagonista de la etapa con final en Fuente Dé en 1m 52s. Listo y explosivo, el murciano fue capaz de recortarle más de dos minutos a Contador en los últimos kilómetros y de haber tenido unos metros más la etapa habría luchado por ella. Chris Froome llegó a casi cinco minutos y tiene el podio a más de siete. 

El acelerón de Contador en Collado de la Hoz ya forma parte de una de esas instantáneas que los amantes del ciclismo tienen en su hemeroteca de recuerdos. El corredor de Pinto se fue a por los escapados, entre ellos, claro, tres de sus compañeros Jesús Hernández y Sergio Paulinho, y con su amigo del Astana Paolo Tiralongo, con quien se escapó de los fugados y quien le dio relevos generosos, puñales para Purito, que pudo intuir más malas noticias para él cuando Nairo Quintana y Beñat se descolgaron de los primeros para unirse a Valverde. Un ciclón cuando vio el momento para atacar y dejar sentado a Purito, partícipe de una de las carreras de tres semanas con más brillo de los últimos años y de una frase que le hace grande: “estamos aquí para ganar, para perder, para caernos, para luchar”.

Muy emocionado, Contador advirtió que era uno de sus tres mejores victorias, junto con el Tour de Francia tras el accidente que pudo costarle la vida en Asturias –fue 31º, pero volvió a sentirse ciclista– y la París-Niza de 2007, que ganó y fue el preludio de su primera victoria en la ronda francesa. Dijo el ciclista del Saxo Bank que le dio apuro probarlo tan pronto y que apenas había comido hasta entonces. Se arriesgó y dejó una etapa eterna para desconsuelo de Purito, abatido también por Valverde, que atacó en Fuente Dé y que, aunque no lo diga, no olvida que la mitad de la ventaja que le saca Contador la perdió en una caída.
   

No hay comentarios :