domingo, 28 de octubre de 2012

Lorenzo abrillanta su segundo mundial en Moto GP tras la caída de Pedrosa en Phillip Island

El piloto balear aprovecha la colada en una curva de su rival para celebrar su cuarto título –también cuenta con dos de 250cc– en una prueba en la que queda segundo y gana Stoner

Lorenzo festeja su segundo título en Moto GP en Phillip Island - AFP. 

Cuenta Jorge Lorenzo que es capaz de trazar por el mismo sitio las curvas en una carrera o, como mucho, de hacerlo un metro hacia la izquierda o hacia la derecha. “Hay pilotos que en una curva van por un lado y en la próxima van tres metros desviados”, añade el piloto de Yamaha en su autobiografía, titulada Por fuera desde dentro y escrita por Ernest Riveras. Seguro que no se podía imaginar que abrillantaría su segunda corona de Moto GP, su cuarto título –también cuenta con dos en 250cc–, tras el error de un rival infatigable como Dani Pedrosa, que en la curva 4 de la segunda vuelta se abrió en exceso y acabó cayéndose y abandonando en Phillip Island: “Se me ha ido delante, el neumático estaba un poco frío”. Pedrosa se había puesto primero en la vuelta inicial -y justo en esa curva- superando a Lorenzo, líder tras la salida y tercero tras las Honda hasta el tropiezo de su máximo rival. El piloto de Yamaha no quiso arriesgarse para atrapar a un Stoner imparable que le sacó más de nueve segundos en su sexta victoria consecutiva en casa. El australiano se despidió de la mejor forma posible de su público -se retirará en Valencia- el día en el que Lorenzo se llevó todos los focos. “No es casualidad, ya tenemos dos. No sé cómo describir este momento, es muy dulce. Sabía que los adversarios estaban muy fuertes y que yo tenía que ser muy constante, no  cometer errores ni asumir más riesgos de los necesarios”, cerró el piloto de Yamaha, tan contento y agradecido con su equipo que abandonó un momento a sus compañeros en el podio, a Stoner, y a Cal Crutchlow, tercero, y se fue a bañar con champán a su grupo de trabajo.

“Mantener la concentración es muy difícil. Las carreras así son muy largas”, le elogió, emocionado, Ramón Forcada, su jefe de mecánicos. Un seguidor más de Lorenzo, que en Australia, en el mismo escenario donde el curso pasado se destrozó el dedo anular izquierdo y cedió el mundial ante Stoner, recibió la recompensa a su regularidad, pues en 16 de las 17 carreras disputadas ha sido primero seis veces y segundo hasta nueve. Lorenzo es ya el mejor español en la máxima categoría con dos coronas superando a Àlex Crivillé y empata a Jorge Martínez Aspar número de mundiales. A ambos sólo les supera el inalcanzable Ángel Nieto, con 12+1.

Lorenzo no había preparado ningún show de los suyos en Phillip Island. Era consciente de que iba a ser difícil doblegar a Stoner, mermado tras su operación, pero dominador en la calificación y los entrenamientos, y también a Pedrosa, al que sólo le valía el triunfo y se llevó la peor de las decepciones nada más empezar. “He intentando el máximo durante toto el año y especialmente estas últimas carreras”, acertó a decir el piloto de Castellar del Vallès, antes de cerrar que se sentía “orgulloso” por haberlo dado todo. 

Pedrosa llegó a Aragón con 38 y consiguió limar las diferencias hasta los 23 a falta de dos pruebas, pero patinó muy pronto en Australia y sirvió en bandeja el título a Lorenzo, abrazado por sus rivales y que nada más llegar de la vuelta de honor abrió gas para festejar su alegría. Después se subió encima de la M1 y pegó un salto histórico. Ya tenía su segunda corona en Moto GP. Ya puede estar tranquilo. Inmensamente feliz: “En 2010 cuando Rossi se lesionó, aunque yo había empezado muy fuerte, es obvio que me quedé sin un rival muy importante. Digamos que fue más fácil que este curso, donde aguantar la presión de Dani ha sido muy difícil”.    

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