jueves, 11 de abril de 2013

El duende de Diamantidis

La estrella de Panathinaikos empata la serie tras un triple que congela al Palau (65-66)

Diamantidis defendido por Sada - EFE. 

“Sabe lo que tiene que hacer”, resumió Epi, una institución del barcelonismo. Hablaba de Diamantidis, un jugador con duende, un maestro del control que descontroló a un Barça que se frotaba las manos porque se veía yendo al OAKA de Atenas con un 2-0 y que acabó cabizbajo, sabiendo que ha perdido el factor cancha a favor que se había ganado por su inmaculada trayectoria en la Euroliga. La estrella del Panathinaikos congeló al Palau a 8'4 segundos con un triple tan bien ejecutado como mal defendido por su extraño defensor, Jawai, que no le hizo falta, como se había acordado en el tiempo muerto. El error del pívot australiano se sumó a tantos otros, como los de Navarro y Jasikevicius en las dos últimas oportunidades locales. La Bomba, que también falló un tiro libre antes del triple decisivo de Diamantidis, había sido el agitador de su equipo junto a Sada y el propio Jawai para disfrutar de una ventaja cómoda (40-27 a los 22m 17s) que los visitantes supieron remontar con el encanto de Diamantidis, la muñeca de Bramos y Ukic y la contundencia de Gist. Y por los errores de un Barça golpeado por las bajas y obligado a ganar un partido en el infierno del OAKA.

“Cuando se dicen cosas se tienen que hacer porque los detalles marcan mucho. Habíamos hablado de hacer falta”, destapó Sada, que es “el único jugador exterior del Barça capaz de bajar el rendimiento de Diamantidis”. Otro apunte de Epi, que observó que los dos triples del genio griego llegaron con Sada en el banquillo. Diamantidis tiró más tiros libres (cuatro) que triples (tres) y no le hizo falta apuntar más para ser fundamental para el devenir de un encuentro de nuevo repleto de fallos y de nervios. De una cita de excesos, como dos pérdidas de Wallace que pretendían ser asistencias hacia los pívots. En la primera CJ engañó a todos con un reparto que despistó al receptor, Jawai. Y en la segunda, Wallace le lanzó una piedra a Tomic. Dos acciones que resumen la baja anotación de los jugadores interiores locales, que se repartieron 12 puntos.

Lorbek estuvo fuera de combate y apenas tuvo dos arrebatos, Tomic sufrió la dureza de Lasme y fue menos incisivo que de costumbre y a Wallace le traicionó el tiempo de posesión, pues metió una canasta fundamental fuera de tiempo, como comprobaron los árbitros en el instant replay. Mientras que el técnico del Panathinaikos Pedoulakis se ponía rojo como un tomate diciendo que no era válida. Tanto él como varios miembros del club habían calentado la previa haciendo dudar de la neutralidad arbitral.  

Navarro empezó juguetón con cinco puntos seguidos, pero su equipo se atascó porque estaba torpe para anotar de dos (1/7 en el primer cuarto) y se repuso de un 11-19 gracias a su tino con los triples y al concurso de Abrines, que reaparecía tras perderse el partido precedente por una gastroenteritis y demostró que está tan en forma como convencido de sus posibilidades. Los azulgrana tardaron 22 minutos en capturar su primer rebote ofensivo, de Jawai, que mejora con el paso de los partidos y Xavi Pascual le premia con más papel. Como a Sada en esta serie que se le complica al Barça. El base no dejaba de darle vueltas a las últimas decisiones: “En los finales de partido no quiero tirar una moneda. La gente que tenga miedo más vale que no sea del Barça. Iremos a Atenas con mucha rabia y concentración para ganar. Quien tenga miedo que no juegue a baloncesto”.

BARÇA 65 (11+21+18+15): Sada (6), Navarro (20), Ingles (3), Lorbek (7) y Tomic (6) -quinteto inicial-, Jawai (4), Abrines (10), Jasikevicius (2), Huertas (5) y Wallace (2). PANATHINAIKOS 66 (16+11+21+18): Xanthopoulos (0), Diamantidis (10), Maciulis (5), Tsartsaris (1) y Schortsanitis (4) -quinteto inicial-, Ukic (8), Lasme (9), Gist (14), Bramos (13) y Banks (0).
  

No hay comentarios :