domingo, 7 de abril de 2013

El huracán Lorenzo

Triunfo de principio a fin del piloto balear en Catar, donde Rossi acaba segundo en su retorno a Yamaha y Márquez, descarado, tercero en su debut

Lorenzo liderando la carrera en una curva - Reuters. 

Era el centro de los focos porque partía con la pole en la puesta en escena del Mundial más esperado de los últimos tiempos. Pero las cámaras apenas repararon en Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 1987) porque el plano no era muy televisivo. No lo es ver a un piloto correr solo, por más que sea en el circuito de Losail, el único del campeonato en el que se corre de noche y, por tanto, alumbrado. “Ha sido difícil mantener la concentración durante la carrera”, admitió el actual campeón de MotoGP, un huracán inalcanzable para
el resto desde la salida y que le sacó seis segundos a su compañero Valentino Rossi. En Catar Il Dottore volvió a disfrutar en una moto en su vuelta a Yamaha después de dos años tortuosos en Ducati –sólo tres podios– y fue capaz de remontar seis posiciones para acabar segundo. No hubo duelo más precioso que el de Rossi con Marc Márquez, el debutante que se comportó como si llevase varias temporadas en la máxima categoría y que obligó al máximo a su ídolo. Tanto tuvo que exprimirse Rossi que no pudo completar la vuelta de honor y llegó a la zona de entrevistas de paquete de su compatriota Iannone. El italiano estaba eufórico y muy bromista, al contrario que Dani Pedrosa, que caminaba lento y algo encorvado: no podía estar nada satisfecho después de quedar cuarto y ver cómo su nuevo vecino, Márquez, le ganaba la partida a la primera ocasión.

También a la mínima oportunidad se despegó del resto Lorenzo. Sólo pasó un minúsculo apuro en la primera curva con Pedrosa, que se le puso en el cogote después de deshacerse de Cruthlow. Fue un espejismo, pues Lorenzo cruzó la vuelta con un segundo de ventaja con respecto al piloto de Honda, acosado por un Rossi fulgurante –aunque se coló y perdió varias posiciones– y también por el propio Crutchlow. Por detrás, como un ciclón surgió Márquez, que llegó a rodar octavo y que estuvo varias vueltas estudiando a Pedrosa, su nuevo compañero de equipo. La primera tentativa del recién llegado fue de tanteo y la definitiva llegó a falta de seis giros: en un adelantamiento que preparó en el final de recta y concretó en la curva.

Márquez quiso escaparse y asegurar el segundo puesto en su primera cita en MotoGP. Pero no pudo hacerlo porque por detrás venía como una exhalación su ídolo, Rossi, de quien colecciona las motos que ha pilotado en su carrera. Il Dottore también se merendó a Pedrosa y protagonizó un espléndido duelo con su admirador: el novato dejó claro que no iba a ponérselo nada fácil al veterano, sin opciones en el primer intento. De ahí al final: un por fuera de Rossi replicado por un interior de Márquez, de nuevo otro golpe sobre la mesa de Rossi y la respuesta de su rival. El italiano le superó en la última vuelta. “Ha sido una gran batalla. Cuando empiece a encontrarse cómodo será difícil superarle”, confesó Il Dottore, que confesó haber tenido problemas al inicio con Dovizioso y Bradl. “Ha sido bonita la lucha con Valentino. Lo he dado todo, pero es un hueso duro de roer. Poco a poco cogeremos su nivel”, dijo con una sonrisa Márquez. “Estoy muy, muy feliz con esta victoria”, completó Lorenzo, que repitió triunfo en Catar e igualó a Casey Stoner como piloto que más veces ha vencido en el circuito de Losail. Ambos lo han hecho en cinco ocasiones. 

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