La omnipresencia de Sada

Inmenso, el base de Badalona saca de un gran entuerto a un Barça que vence en la prórroga a un Obradoiro excelente (81-86)

Wallace trata de evitar un mate de Mejri - ACB Photo / J. Marqués. 

Se le señala como un elemento clave para resolver la eliminatoria de cuartos de final ante Panathinaikos y reducir a un genio como Diamantidis. Víctor Sada (Badalona, 1984) asume esa responsabilidad como ha hecho y cumplido tantas otras veces ante titanes como Llull o Bo McCalebb, y llega al momento decisivo del curso en plena forma. Estando en todos los sitios. La omnipresencia es el gran valor de Sada, que parece tener muelles en los pies y piernas de acero, y que suma, por tanto, en muchos aspectos del juego, tanto en los que 
reflejados en la estadística como en los que quedan grabados en el espectador más observador y experto. El base catalán cuadró una actuación para enmarcar (10 puntos, siete rebotes y cinco asistencias) y sacar de un gran entuerto a un Barça que venció en la prórroga a un Obradoiro excelente (81-86). Sada se hizo con dos rebotes decisivos tras los fallos desde la línea de tres de quienes estaban lanzando a los locales, Hummel y Corbacho (6/12 en triples por los 12/30 de su equipo). El base azulgrana recibió la personal y no falló los tiros libres y fue ayudado por un Abrines renacido tras su explosión ante el Maccabi y que se marcó dos triples consecutivos en un tiempo extra que había forzado Tomic (16 puntos y ocho rebotes) con una canasta muy protestada por el público.

El Barça –no viajaron ni Navarro, con molestias en el tobillo izquierdo ni Jasikevicius– sabía de antemano que iba a sufrir de lo lindo si quería ganar en Fontes do Sar ante un Obradoiro que le había ridiculizado en el Palau y que ahora mismo estaría clasificado para las eliminatorias por el título. Se cumplieron las previsiones y el encuentro se alargó dos horas y estuvo siempre en un puño gracias a la efectividad con los triples de Corbacho, que salió al final del primer cuarto y que anotó tres al descanso (29-33). Los locales habían superado la fulgurante salida de los visitantes (4-11 a los 5m 12s). Kendall y Mejri, jugador pretendido por un Madrid que perdió su tercer partido en Valencia (88-79), se pusieron manos a la obra y Andrés Rodríguez y Corbacho hicieron el resto. En el Barça Hezonja debutaba en Liga ACB y Eriksson se estrenaba en la competición con los azulgrana, después de haber participado en su momento con el Manresa. Ingles se ganó los comentarios menos amables de la grada para el resto de partido por encararse a Mejri –ambos fueron castigados con técnica–, Tomic tuvo un par de chispazos, como Wallace, decidido a dar motivos al cuerpo técnico para que valoren su renovación en su cita número 100 en la Liga ACB.

Dewar puso por delante por primera vez al Obradoiro (38-35 a los 25m 29s) y replicaron Lorbek y Sada con dos contraataques en un duelo de tú a tú en el que no se veían las diferencias de plantilla ni de presupuestos. Kendall y Corbacho, pura metralleta distanciaron a su equipo (53-47 a 8m 32s). Oleson se marcó un dos más uno, Wallace una canasta sencilla y Sada volvió a hacer de las suyas. Emergió Hummel y Tomic forzó una prórroga que acabó llevándose el Barça por contar con un jugador omnipresente como Sada.

OBRADOIRO 81 (14+15+18+22+12): Andrés Rodríguez (9), Pumprla (5), Dewar (5), Kendall (20), Junyent (-) -quinteto inicial-, Hummel (13), García (-), Corbacho (20), Buford (-), Mejri (6) y Freire (3). BARÇA 86 (14+19+14+22+17): Huertas (9), Oleson (9), Ingles (9), Lorbek (6), Tomic (16) -quinteto inicial-, Sada (10), Abrines (12), Wallace (13) y Jawai (2).