lunes, 1 de julio de 2013

“Alba Torrens es puro corazón”

José Ignacio Hernández, Óscar Cuesta, Mónica Lázaro y Óscar Cuesta reflexionan para Cronómetro de Récords sobre la alero de Binissalem, clave en el oro de España en el Europeo de Francia e incluida en el quinteto ideal

Torrens, en una acción en la segunda fase ante Turquía - FIBA Europe.

Conservo la estadística del segundo y del tercer cuarto y la final, pero no la del primer período, aquellos primeros diez minutos en los que se me pusieron los ojos como platos. Era un sábado de finales de febrero de 2007 y estaba en la tribuna de prensa dispuesto a croniquear y entrevistar a una jugadora, en este caso a Tamara Abalde, inmensa ante Kelly Schumacher. Ese día disfruté por primera vez de Alba Torrens (Binissalem, Mallorca, 1989), de la que había oído y leído grandes cosas y que en ese primer cuarto –guardo los apuntes– se marcó dos triples y tres canastas de dos. “Torrens, increíble”, apunté con su 12º punto en el período. Acabó el partido con 20, a los que sumó seis rebotes, tres asistencias y cuatro recuperaciones para un 29 de valoración. Era el curso de su debut en Liga Femenina con el Celta Vigourban y Torrens lo había bordado en el Palau Blaugrana, donde el UB Barça, liderado por Marta Fernández, agotaba su último aliento antes de desaparecer. Seis años después, Torrens es un terremoto con un desparpajo tan grande como su sonrisa. Lo ha ganado todo a nivel de clubes y tiene tres medallas con la selección absoluta. La última, de oro, recién lograda en el Eurobasket de Francia ante la anfitriona, con Lucas Mondelo como director y compartiendo liderazgo –solo seis meses después de volver tras una grave lesión que le mantuvo fuera de las pistas casi un año– con la MVP, Sancho Lyttle. Ambas han sido incluidas en el quinteto ideal. Cronómetro de Récords ha contactado con cuatro personas que conocen bien a Torrens: Mónica Lázaro, con quien coincidió en el Segle XXI; Cristina Cantero, con quien compartió vestuario en el Celta –club en el que Cantero es entrenadora, cargo que compagina con ser ayudante de la U19–; José Ignacio Hernández, nuevo técnico de Rivas Ecópolis y que la dirigió en la selección; y Óscar Cuesta, creador del portal masBasket, redactor de ACB.COM y locutor de Orange Arena. 

Mónica Lázaro conoció a Torrens en la temporada 2003-2004, cuando ella jugaba en el primer equipo del Segle XX, en  Liga Femenina 2, y la alero de Binissalem aterrizó en el júnior procedente del infantil del Club Sant Josep Obrer de Palma de Mallorca: “Ya despuntaba, era una chiquilla risueña y muy feliz. Me sorprendía su forma de ser y de ver la vida. El cómo disfrutaba cada segundo con la oportunidad de formar parte del centro”.

En 2004 el sorprendido fue el periodista Óscar Cuesta, que vio a Torrens en el Europeo U16 de Turín, donde  la jugadora se colgó el oro con la corona de MVP “indiscutible”: “Nunca había visto nada igual en basket femenino. Se salió del mapa; podía correr toda la pista sin problema e inventar lo que le saliera de la cabeza. Jugaba un basket muy alocado, acorde con su edad”. También en ese Europeo la conoció Cristina Cantero, que reconoce que “me pareció una pasada a su edad. La seguí viendo en los veranos FEB. Tenía un talento un poco incontrolado, pero ahí estaba”.

Un movimiento que “no he visto a nadie”

En otro campeonato de Europa, el U18 de Tenerife de 2006, y con otro oro de por medio, la vio por primera vez en directo José Ignacio Hernández, sorprendido por “su humildad, calidad humana y talento”. Un torneo al que no faltó Óscar Cuesta, viajero incansable con el baloncesto femenino como excusa y que no puede olvidar un movimiento de Torrens “que no he visto a nadie” en uno de aquellos partidos: “Salida desde una esquina hacia el centro y cuando el bote estaba a punto de tocar el suelo, lo toca hacia fondo para arrancar y conseguir un tiro. Un látigo sin botar el balón”.

Después de ese torneo, la alero de Binissalem fichó por el júnior del CD Bosco, el Celta, y un curso después debutó en Liga Femenina. En Vigo, según recuerda su ex compañera Cristina Cantero, se adaptó “rapidísimo, o eso pienso yo. Su juego era irregular, pero es que era una niña jugando con adultas. Aunque hizo que esa diferencia no se notara. Esos años le sirvieron para hacer una base sobre la que crecer y mejorar”. Ya era especial:“Era risueña a todas horas, ganando por 20, en un tanteo igualado o perdiendo. Eso la hacía diferente”.

Torrens, en el centro, festeja con sus compañeras el bronce en el Mundial de la República Checa - EFE.


Dos bronces, Letonia 2009 y República Checa 2010

Con solo 18 años, Torrens ya jugó con la selección absoluta los Juegos Olímpicos de Pekín, donde la Rusia de la nacionalizada Becky Hammon eliminó a España en cuartos. En 2009, Torrens mordió el bronce en el Europeo de Letonia y dio un paso adelante en el mejor Mundial de España, el de 2010 en la República Checa, con otro tercer puesto: “Fue muy importante, su inicio en la lucha por el bronce contra Bielorrusia resultó espectacular. Alba iba dando pasos de gigante cada temporada (en Vigo, en Salamanca) y con las distintas selecciones”.

La cruz para Torrens –lesión aparte– es el Europeo de Polonia de 2011 y, en concreto, el último partido de la segunda fase ante Croacia: “No llegó con la misma chispa, sin duda la dura temporada a nivel de club hizo que le faltase frescura”. Ese encuentro [que supuso quedarse a las puertas de cuartos, tener que jugar el Preuropeo y no participar en los Juegos Olímpicos de Londres; Torrens hizo un 0/13 en tiros de campo] “quedará como una anécdota en su carrera, pues es una jugadora que se sabe levantar”.    
  
El fichaje por el Perfumerías Avenida

A Polonia Torrens había llegado como una jugadora sobresaliente de un Perfumerías Avenida de matrícula de honor. Dirigido por Lucas Mondelo, el conjunto charro logró aquella temporada 2010-2011 la Supercopa de España, la Liga Femenina y la Euroliga, con Torrens como MVP de la final, y solo perdió la Copa de la Reina de Valencia. La alero de Binissalem fue nombrada Mejor Jugadora Europea de 2011, un premio que recibió como jugadora del Galatasaray, en el que se había lesionado a mitad de temporada. ACB.COM lanzó una generosa campaña bajo el lema de Una sonrisa para Alba para animarla. Torrens había llegado a Salamanca a mediados de 2009, justo cuando José Ignacio Hernández se fue rumbo al Wisla Can Park polaco. ¿Intervino el técnico en el fichaje? “No es importante ahora la participación que pude tener. Cualquier entrenador y cualquier club hubieran querido tener en aquel momento a Alba”, responde, discreto.

Óscar Cuesta no cree que la alero de Binissalem se parezca a nadie: “Estamos hablando de una jugadora de 1'91 jugando de 2-3 con una velocidad tremenda, un tiro extraordinario y una madurez asombrosa”. ¿Tampoco a Valdemoro? “Amaya es mucho más corazón, muy expresiva, no tan rápida, físicamente menos destacable”, responde. Para José Ignacio Hernández, es una deportista “única” por ser “una privilegiada a la que muchas querrán imitar, pero pocas se podrán parecer”. 

¿En qué puede mejorar Torrens? “Yo si fuera su madre, le diría que comiera más. ¡Que está en los huesos! [se ríe]. Alba es puro corazón”, responde, dicharachera, Mónica Lázaro, “y a veces se le cruzan los cables y se estampa, pero ésa es la magia que tiene, que cuando le salen bien las cosas es pura magia. Hay que fomentar ese baloncesto. Realmente parece que vuele con las zancadas que da. En velocidad, es imparable”.

Óscar Cuesta temía que Torrens no pusiese explotar sus condiciones en un baloncesto, “el senior, tendente a evitar los riesgos”. Algo que no ha sucedido gracias a la actitud de los técnicos que ha tenido, que han entendido “que hay darle rienda suelta” y le han hecho madurar “en cuanto a lectura y capacidad de tiro exterior, algo que aún debe afinar un poco más”.

La alero de Binissalem celebra una canasta en la final de la Euroliga que ganó en 2011 - EFE.


Vive como juega

Es una jugadora que vive, habla y se relaciona como juega. “No es fácil encontrar muchas grandes jugadoras con su forma de ser, humildad, capacidad de trabajo y con esa sonrisa que hace que todo lo que hace parezca más fácil de lo que realmente es”, continúa el ex seleccionador español y actual nuevo entrenador de Rivas Ecópolis José Ignacio Hernández. Torrens es un molde de una familia ejemplar. “Sus padres son muy sensatos y cercanos”, asegura Mónica Lázaro. “Cuando conoces a los padres entiendes por qué es tan buena jugadora como persona”, advierte Óscar Cuesta: “Tiene una hermana [Mireia] que, sin el talento, sí ha heredado el físico y puede hacer cosas interesantes, por lo que me comentan”.

Para Alba”, resuelve Mónica Lázaro, “el baloncesto es su forma de vivir, por lo tanto todo lo que le pasa lo vive mucho, lo paso fatal con su lesión de rodilla y cuando le salen bien las cosas se le nota cómo disfruta, transmite mucha alegría en su forma de jugar disfruta y hace disfrutar viéndola”. Según Cristina Cantero su personalidad “la hace más grande. Es buena gente, generosa, amable y mil adjetivos más. Sé que durante la lesión ha pasado malos momentos, pero ella es fuerte”.
 
Es posible que Torrens sea la mejor jugadora europea del momento. Al menos lo ve así quien escribe este reportaje. Para José Ignacio Hernández, como mínimo lo es “en su puesto, al menos es la más talentosa”. Óscar Cuesta la ve en ese grupo de jugadoras “determinantes”: “Se mantendrá durante muchos años si las lesiones lo permiten. Sin querer exagerar gratuitamente, me da la sensación de que es de ese tipo de jugadores que puede ampliar los límites del basket, esos genios que descubren nuevos caminos, como Ricky Rubio”. Y Cristina Cantero es directa: No sé decir si es la mejor o no porque no soy objetiva, pero si no lo es, está muy cerca…”

La comprensión de los entrenadores

Para llegar a lo más alto la alero de Binissalem ha pulido su juego y limado sus puntos menos fuertes. Según Óscar Cuesta, Torrens ha llegado a “entender cuándo es su momento para llevar a cabo [las jugadas]”, además de llevar con aplomo ser la “primera” opción ofensiva de la selección  y saber asumir “la responsabilidad con la misma naturalidad de siempre”, expone el periodista:“También ha mejorado su fiabilidad en el tiro exterior”, imprescindible para “poder luego desarrollar sus penetraciones”. “Si después de la  grave lesión ha vuelto de esta forma”, añade Hernández, “demuestra que es una jugadora casi sin límites”.


En cuanto mejore el porcentaje de tiro llegará donde ella quiera llegar”, interviene Mónica Lázaro, a quien Torrens tuvo como una de sus consejeras –“tuvo que aguantarme muchos consejos” [se ríe]–  en el Segle XXI. Se despidieron del centro –Mónica se marchó al Lima Horta y acabaron enfrentándose en Liga Femenina 2, “¡gané yo!”–intercambiándose camisetas firmadas: “Coincidimos en muchas situaciones y nos llevamos muy bien. Siempre recuerdo a la niña que siempre tenía una sonrisa en la boca, me hacía reír y pilló bastante en las novatadas, pero sin pasarnos, eh”–. ¿Novatadas como...? “Ella y yo siempre estábamos haciendo el tonto. Novatadas como comerse un flan sin las manos. ¡Se lo metió entero en la boca y casi se muere atragantada!”, recuerda.

2 comentarios :

jairo F.Quindós dijo...

sin duda es el futuro de nuestra seleccion una gran jugadora

Toni Delgado dijo...

Con Alba Torrens, como digo en el reportaje, no soy objetivo. Para mí es la mejor jugadora europea. Un saludo, Jairo.