Dos bases preparan el banquete

Sergio Rodríguez y Ricky Rubio, los mejores del triunfo exprés ante Georgia (59-83) de una España que pasa como primera de grupo

Sergio Rodríguez lanzando a canasta - FIBA Europe.

Con permiso de Sergio Llull, que no acaba de despuntar en la selección como lo hace en el Madrid, Sergio Rodríguez y Ricky Rubio son los jugadores más explosivos del grupo. Son los más imprevisibles. Ambos surgieron de las canteras más fructíferas del país. El canario, del Estudiantes, y el catalán, del Joventut de Badalona. Sergio Rodríguez aterrizó en la NBA, donde pasó por Portland, Sacramento y Knicks antes de regresar a Madrid y fichar por el Real, habiendo sido clave en la corona mundial de España en Japón. Tenía 20 años, los

mismos con los que viajó a Minnesota Ricky Rubio, al que perjudicó el cierre patronal que retrasó el inicio de la Liga estadounidense. Por eso debutó a finales de 2011 y tras un inicio notable una lesión una grave lesión le apartó de la cancha. Esta pareja de bases se bastó para descomponer a una Georgia que aguantó entera 18 minutos (29-33), hasta que Sergio Rodríguez primero (15 puntos y 4 asistencias) y Ricky Rubio después (tres asistencias, cinco rebotes y 16 tantos, su récord con la selección un partido después de haberlo superado con 15 ante Polonia) hicieron que el marcador se ampliase hasta el escandaloso 59-83 final. Un triunfo exprés con el que el grupo de Juan Antonio Orenga se despidió de la primera fase con el liderato de grupo C y pasará –con una victoria y una derrota, solo cuentan los resultados con los equipos clasificados– a formar parte del F junto a las otras dos clasificadas, Eslovenia y Croacia, y se enfrentará, por este orden, a Grecia, Finlandia –gran revelación del torneo– e Italia, única invicta.

“Hay cosas que voy trabajando, que quiero mejorar día a día, y una de ellas es el tiro. Gran parte del éxito es la confianza y otra el trabajo, que da sus frutos”, relató Ricky Rubio, que tuvo una puntería perfecta (6/6 en tiros de dos y 1/1 en triples) y jugó de maravilla ante un rival con poco fondo de armario en el que solo Shermadini –dos Euroligas en su currículo y nuevo fichaje del CAI Zaragoza– alcanzó los 10 puntos por cuatro jugadores de España. Además de la pareja Rubio-Rodríguez también superaron esa cifra Rudy (11), desatado en el segundo cuarto y que fue quien inició el parcial de 0-8 con el que acabó la primera parte (29-41) y Llull, con 11 también y que metió solo dos triples menos (3/5) que toda Georgia (5/17).  

España, que logró 33 puntos al contraataque, llegará a la segunda fase después de darle un gran repaso a los dos contrincantes más débiles con los que se ha visto hasta ahora, Polonia y Georgia, con las ideas más claras y mejor selección de tiro sin dejar de hacer lo que ya había hecho desde el primer partido: hacer defensas de libro. Solo Eslovenia, en la única derrota del equipo, superó los 59 puntos a favor. Georgia se quedó en 53 y sufrió el resurgir de Claver y la tenacidad de Xavi Rey (seis puntos y ocho rebotes), y se sorprendió por el discreto partido de Calderón (1/4 en triples) y de Marc Gasol en anotación (cuatro puntos), aunque capturó ocho rebotes y repartió cuatro asistencias, casi la mitad (10) que un rival que echo en falta la mejor versión de Sanikidze o Hickman para ser competitivo ante una España en la que el banquillo contribuyó con 47 puntos.   

GEORGIA 59 (17+12+10+20): Tsintsadze (6), Shermadini (10), Hickman (7), Patsatsia (3) y Sanikidze (8) –quinteto inicial-, Metreveli (4), Pkhakadze, Sanadze (7), Burjanadze (2), Lezhava (7) y Tskitishvili (5). ESPAÑA 83 (17+24+21+21): Ricky (16), Calderón (3), Rudy (11), Aguilar (2) y Gasol (4) -quinteto inicial-, Rodríguez (15), Rey (6), Claver (4), Llull (11), San Emeterio (3), Gabriel (5) y Mumbrú (3). Árbitros: Borys Ryzhyk (UKR), Aleksandar Milojevic (MKD) y Omer Esteron (ISR). Sin eliminados. 2.800 espectadores en el Arena Celje.