jueves, 5 de septiembre de 2013

Goran Dragic y Maljkovic paralizan a una España errática

Eslovenia sorprende por 78-69 al grupo de Orenga, penalizado por su endeblez defensiva en la segunda parte, en la que encaja 53 puntos 

Gasol trata de palmear una canasta - FIBA Europe / Castoria. 

En la complicidad del héroe y de su entrenador se explica la derrota del contrario contrariado.  Cuando Goran Dragic levanta los brazos como gesto de la victoria, Bozidar Maljkovic le replica al segundo. El héroe de Eslovenia –autor de 18 puntos, la mitad en el último cuarto– y quien ha dibujado el triunfo en su pizarra dejan la imagen de un partido muy duro -que se lo pregunten a Vidmar, al que al final del encuentro todavía le dolía la mandíbula por un golpazo de Marc Gasol– o a Rudy, que se llevó una patada de Nachbar -la
protesta del nuevo jugador del Barça al árbitro fue ejemplar, pero no hubo ni aviso de técnica-. Maljkovic, que sabe latín, triunfó con su defensa al límite y con un ataque brillante en la segunda parte, cuando los eslovenos fueron capaces de torturar a una España que recibió 53 puntos en la segunda parte, uno menos de los que recibió en ese tiempo en el partido por el bronce del Europeo de 2005 ante Francia, la última vez que se quedó sin medalla en el torneo. “No nos han dejado jugar cómodos, pero esto es muy largo”, tranquilizó Calderón, el mejor junto con Marc Gasol en un equipo fundido y confundido que perdió por 78-69 y que con 70-68 en contra perdió dos balones infantiles –14 en total, por solo cinco de su rival– y acabó los últimos tres minutos con un parcial de 11-1.

Había dominado España 25 minutos pese a su poca pericia con los tiros libres (13-21 al final) y su máxima renta fue el 34-42 tras una excelente canasta de Marc Gasol a servicio de un Ricky, que como Rudy se había cargado rápido de faltas. Ambos habían caído en la red de Maljkovic, que le ganó la partida a un Juan Antonio Orenga que exprimió al máximo a Marc (jugó nada menos que 37m 20s). Cuando dio descanso al pívot de los Grizzlies, los locales empataron el partido con un Muric enchufado desde más allá de 6’75,  Begic se zafó de Xavi Rey y la grada del Arena Celje rugía al son de la entereza de su selección y también por el temple de Zoran Dragic. El escolta de Unicaja se marcó una penetración y una canasta sobre la bocina en un suspiro para firmar el 52-51 al final del tercer cuarto.

Claver, 28 minutos

El último período empezó con la última canasta en juego de Marc y continuó con cuatro triples consecutivos entre ambos equipos. El primero, del hermano de Zoran, Goran, el del gesto a Maljkovic, que desarboló a España en los últimos minutos. De poco sirvió el genio de Sergio Ródríguez porque Nachbar continuaba dejando en evidencia a un Claver que alcanzó los 28 minutos en un ejercicio de paciencia –o de confianza, o un error simplemente– de Orenga. El técnico español no pudo tranquilizar a un grupo que gestionó mal el epílogo y solo sumó un punto, nada ante un Goran Dragic que acabó levantado por Nachbar. Como el héroe.     

ESLOVENIA 78 (9+16+27+26): Slokar (2), Balazic (3), Blazic, G. Dragic (18) y Z. Dragic (12) –quinteto inicial–, Lakovic (7), Joksimovic, Muric (6), Nachbar (14), Lorbek (5), Vidmar (5) y Begic (6). ESPAÑA 69 (14+19+18+18): Rudy (5), Rodríguez (7), Claver (3), Llull (2) y Gasol (17) -quinteto inicial-, Aguilar (5), Rey (3), Calderón (14), Ricky (6), San Emeterio (3) y Mumbrú (4). Árbitros: Fernando Rocha (POR), Milivoje Jovcic (SRB) y Jurgis Laurinavicius (LIT). Sin eliminados. 4.170 espectadores en el Arena Celje.

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