domingo, 8 de septiembre de 2013

Vettel desconsuela a Alonso en Monza

El piloto de Red Bull iguala las 32 carreras históricas en casa de Ferrari y aumenta a 53 puntos su renta con respecto al asturiano, segundo en el GP de Italia  

Vettel lidera la carrera tras la salida - Getty. 

Mientras su compañero Mark Webber y Fernando Alonso, el único rival en un Mundial que tiene cada vez más cerca, departían divertidos antes de cruzar la pasarela del podio y recoger las copas del GP de Italia como tercero y segundo, respectivamente, Sebastian Vettel (Heppenheim, Alemania, 1987) se asomó por la cristalera. Quería disfrutar del colorido y el griterío de Monza. Quizás esta acordándose de aquel primer fin semana de septiembre de 2008 en el que batió tres récords de una tajada: el de piloto más precoz en
hacerse con la pole, ocupar el podio y ganar una carrera. “No tenemos ni un gran presupuesto ni sobrepasamos las 160 personas en el equipo”, reflexionó Vettel, que con apenas 21 años acababa de vencer con un Toro Rosso: “Por eso la ilusión es tan grande. Hoy es el mejor día de mi vida”. “Esta victoria es un poco diferente a la de entonces”, valoró el piloto de Red Bull, más cometido en su celebración que otras veces, cuando le recordaron esa efeméride. Desde entonces Vettel ha sumado otras 31 victorias, y también en Monza –donde suma tres– igualó los 32 triunfos de Alonso, al que aumentó en siete puntos su ventaja y ya acumula 53 a falta de 175 en juego: “Es maravilloso ganar aquí ante los  tifosi”. Una grada que le pitó y vitoreó sin descanso a Alonso, más lejos del tercer título que lleva tanto tiempo peleando: Ha sido un día muy especial como siempre aquí, con todo el cariño del público y el entusiasmo que siempre le ponen a las carreras”.

Confesó el asturiano lo que era una obviedad, que tenía a Vettel demasiado lejos y que  sus últimas 20 vueltas, aunque redujese su distancia con el alemán, fueron más de contención que de acción. Alonso se exprimió al máximo para conservar un segundo puesto muy trabajado: primero superó en la salida a Hulkenberg, después, en la tercera vuelta, se deshizo en una acción arriesgada y casi milimétrica de Webber –su sombra durante la segunda parte del gran premio– y, ya en el octavo giro, adelantó gracias al DRS de su compañero Felipe Massa. Felipinho hizo una de sus carreras más interesantes de la temporada, tuvo una puesta en escena brillante –se colocó segundo–  y acabó cuatro, como en Australia. Massa solo lleva un podio, el que logró en Montmeló con una tercera posición, y la próxima semana sabrá su futuro en Ferrari, si continúa un año más o le buscan un sustituto, situación que se repite desde hace varios años. Algunos medios le colocan en Sauber.

El futuro de Massa

Uno de los que suenan más para sustituir al brasileño en la escudería de Il Cavallino Rampante es Raikkonen, por más que el retorno del finlandés no tuviese ni pies ni cabeza para más de ferrarista, que no entendería cómo el cambio debe pasar por un piloto que fue invitado a irse con la indemnización bajo el brazo en 2009 y que en Monza sumó su segunda carrera sin puntuar. Raikkonen no abandonó como en Spa, pero solo pudo ser undécimo, penalizado por una salida en la que rompió el morro.

Mejor le fueron las cosas a otro candidato al volante italiano, Hulkenberg, que consiguió un meritorio quinto puesto con un Sauber y quedando por delante, por ejemplo, de los Mercedes –Rosberg fue sexto y Hamilton, que tuvo un pinchazo en la primera parte de la carrera, noveno– o de Ricciardo, el nuevo compañero de Vettel en Red Bull en 2014, séptimo. Mientras, en McLaren tuvieron un 50º aniversario tan amargo como su temporada, con Button décimo y Checo Pérez 12º.

“Ha sido un fin de semana casi redondo. El único pero, que no es poco, es que nuestro máximo rival ha ganado”, reconoció Alonso, que lo primero que hizo cuando se bajó del coche es felicitar al piloto que acababa de igualarle en número de victorias (32). El asturiano alcanzó esa cifra en su 202ª carrera, mientras que Vettel ha necesitado 113 para lograrlo. 

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