jueves, 16 de enero de 2014

El secreto de Juan Carlos Navarro

Curtido en el patio de su casa jugando con su hermano mayor, el capitán azulgrana ajusticia a un Olympiacos que pierde su primer partido en casa en la Euroliga (72-81)  

Navarro trata de no perder una pelota ante Spanoulis - EFE. 

Los genios son los gobiernan el tiempo, quienes le dan la vuelta a las situaciones como si fueran calcetines. Juan Carlos Navarro (Sant Feliu de Llobregat, 1980) lo es desde pequeño, cuando se hizo grande en el patio de su casa con su hermano mayor, que nació 11 años antes y le sacaba unos buenos centímetros. Esa diferencia y las pequeñas dimensiones de la improvisada pista hacía que "te las tenías que ingeniar con cualquier tiro para tirar delante porque no tenía mucho espacio para pasarle". La Bomba lo 
cuenta en una amplia entrevista de César Nanclares en Gigantes del basket. Le falta añadir a Navarro que conserva el desparpajo de entonces y ya no tiene problemas de espacio, aunque muchas veces las pistas se le queden pequeñas. Incluso el Pabellón de la Paz y la Amistad, que todavía no había visto perder al Olympiacos en este curso en la Euroliga. Duda hasta horas antes del partido por unas molestias en el isquiotibial de la pierna izquierda, el capitán azulgrana fulminó al actual campeón, derrotado por 72-81, con 21 puntos, 14 de ellos sin fallo en un tercer cuarto sensacional que resumió con sencillez: "El deporte es así. Me he encontrado muy cómodo, he tenido suerte y los tiros han entrado".  

Hasta ese período Navarro había jugado poco más de siete minutos y había fallado sus tres tiros. Todo lo contrario que Printezis, que solo comparte el nombre y los apellidos con el que pasó de puntillas por Unicaja y no cuajó ni con Aíto ni con Chus Mateo. El mismo que se convirtió en el héroe de la primera de las dos Euroligas consecutivas de un Olympiacos que llegó a ganar por 23-14 (a los 9m 14s) en un primer cuarto en el que Printezis aportó 10 de sus 17 puntos. El Barça aguantó el tipo y replicó con una actuación coral y Abrines, Tomic y Sada como líderes y un parcial de 0-14. Spanoulis no andaba fino, pero los visitantes se despistaron en el rebote en su propia canasta y Simmons puso el 34-32 antes del descanso. 

Oleson, un complemento ideal

Antes de la explosión de La Bomba, imparable para Spanoulis y para cualquiera que se pusiera en su camino. Ya fuese con su tiro característico, con una entrada, dos triples consecutivos o arrastrando a dos defensas para asistir de espaldas a Lorbek, Navarro fue un torbellino y Oleson, su complemento ideal. Mientras, Sada continuó minimizando a un Spanoulis que sumó casi los mismos puntos desde la línea de personal (8) que de canastas en juego (9). 

Resurgió Printezis y se unieron Sloukas y Dunston, que cometió dos personales consecutivas. Nachbar falló dos tiros libres y a Sloukas le dio la risa y se le escapó el rebote, que era claro para Perperoglou. Éste falló un triple que pretendía ser la respuesta a uno de Oleson, que acababa de emular a Navarro desde más allá de 6'75. Entre ambos pusieron al Barça 66-76 (a 33'6). Al Olympiacos no le bastó con un triple de Sloukas y el único de Spanoulis (1/7) y Abrines y Sada redondearon un triunfo de postín que La Bomba explicó así: "Estamos contentos por el partido que hemos hecho, que ha sido muy serio. Todo el mundo ha aportado cosas, ha sumado y ha hecho su trabajo". Los azulgrana van como un tiro en el Top 16 y suman tres victorias en otros tantos partidos, por solo una del Olympiacos, en situación delicada.   

OLYMPIACOS 72 (23+11+14+24): Mantzaris (3), Spanoulis (17), Lojeski (5), Printezis (17) y Begic (2) -quinteto inicial-; Perperoglou (8), Dunston (6), Simmons (5) y Katsivelis (0). BARÇA 81 (18+14+23+26): Marcelinho Huertas (6), Oleson (14), Papanikolaou (2), Lorbek (6) y Tomic (8) -quinteto inicial-; Sada (4), Dorsey (6), Abrines (9), Navarro (21), Lampe (0) y Nachbar (5). 

2 comentarios :

jairo F.Quindós dijo...

muy grande la bomba y gran Barça derrotando al campeon de europa

Toni Delgado dijo...

Muy buena respuesta del capitán, un jugador irrepetible.