domingo, 28 de septiembre de 2014

Laura Nicholls es insaciable

La pívot de Santander celebra su centenario con España con una victoria holgada ante Brasil (83-56) y el pase a octavos 

Nicholls lucha por un rebote ante Dantas - FEB. 

En la pista tiene cara de profesora exigente, de las que duda entre poner una décima más o dos menos, de las que exige a los alumnos porque hace horas extras para que las clases sean lo más completas posibles. Cuesta encontrar una foto de un partido en la que Laura Nicholls (Santander, 1989) no salga con los dientes apretados y seria. Intensa, decidida y generosa, es un pulmón para una selección en al que encaja a la perfección. En los últimos meses ha sido campeona de la Liga Femenina (y MVP) con Rivas Ecópolis, del que
se ha despedido para firmar por el Kayseri Kaski turco. Seguro que varios aficionados de su nuevo equipo disfrutaron con su excelente partido en el Mundial de Turquía ante Brasil, resuelto con holgura (83-56) por un grupo que "ha conseguido divertirse", como reconoció su entrenador, Lucas Mondelo. Nicholls aportó 10 puntos y nueve rebotes en una victoria totalmente coral de un equipo que se clasificó para octavos y que el martes luchará con la República Checa por la primera plaza de grupo y, de rebote, por el acceso directo a cuartos. Es lo que esconde este formato de competición tan reducido.

"Para nada me imaginaba alcanzar 100 partidos con la selección cuando comencé en 2008,  y menos en un partido así teniendo el papel que he tenido", dijo, con humildad, la pívot santanderina, que es de aquellas que sólo prometen esfuerzo y compromiso. "Ni oro ni plata ni bronce. El objetivo es ser consecuentes con nuestro trabajo", advertía Nicholls en la guía del torneo de la FEB. La misma jugadora que estas semanas ha compartido con sus seguidores de Twitter fotos de sus interminables sesiones de gimnasio y que, en noviembre del año pasado, les pedía opinión sobre el que iba a ser su tatuaje en el antebrazo. La figura, un triángulo con espirales a cada extremo, fue protagonista en el primer cuarto, mientras Nicholls se preparaba y lanzaba cuatro tiros libres, de los que falló tres (acabó con 2/5). Los constantes errores desde la línea de personal (12/26) y los primeros minutos de indecisión (por más que De Souza tuviese que irse al banquillo con tres personales) fueron el único lunar de una España constante e imperial. 

Todas suman en la España de Mondelo, excelente motivador y gestor de vestuarios. La entrada de Silvia Domínguez y Anna Cruz puso el nervio que había faltado hasta entonces. Se creció Sancho Lyttle, voló Nicholls para palmear y sobre todo España supo ser omnipresente e ir varios pasos por encima de su rival: en piernas, robos y jugando con una facilidad conmovedora. El grupo corría como siempre pretende, Alba Torrens se marcaba un 3/3 en triples, Xargay mostraba su periscopio, Anna Cruz completaba jugadas de fantasía, Nuria Martínez salía y se sacaba un triple surrealista con tiro adicional, y a Brasil no la podía rescatar ni la alegría de De Souza. Su compañera Teixeira fue el exponente de la frustración de un equipo desmontado por España.       

"Tenemos un día para preparar el partido ante la República Checa. Va a ser un partido bastante duro, nadie se va a rendir y va a ser determinante. Siempre parece que somos las pequeñas del campeonato, pero tenemos mucha raza", cerró Nicholls, que habla y actúa como tal. 

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