jueves, 17 de agosto de 2017

“La afición del Cádiz CF es de traca”

Diferentes testimonios repasan para Cronómetro de Récords sus anécdotas con el club gaditano durante el Trofeo Ramón de Carranza 

José Antonio Pineda y su padre, Juan José, en el Carranza. Foto: Toni Delgado. 
Toni Delgado / Cádiz 

Su primo le hizo descubrir y enamorarse del fútbol, y a José Antonio Pineda le gustaría conseguir lo mismo con su padre, Juan José. “Seguiré poniéndolo en la tele para que se acostumbre. Creo que le acabará gustando el fútbol”, explica el pequeño José Antonio, fiel aficionado del Cádiz CF y dueño del mando a distancia en casa de los Pineda. “Y mi mujer va después. Yo veo poco la televisión”, confiesa el padre, a quien le atrae más
practicar deporte que verlo: “Sobre todo me interesan las disciplinas que están en contacto con la naturaleza, como el ciclismo”. Ambos disfrutan, cada uno a su manera, del Cádiz CF-UD Las Palmas, la primera semifinal de la 63ª edición del Trofeo Ramón de Carranza. 

El Carranza, uno de los torneos veraniegos con más solera y tradición, contrasta con las millonarias giras por el mundo del Barça y el Madrid. Nació en 1955, sin el Cádiz, su anfitrión, y con un duelo entre el Sevilla FC y el Athletic Club de Portugal, formado, entre otros, por algunos internacionales del Sporting Club de Portugal. “Hablamos, sobre todo, con equipos de la Liga a los que el torneo pueda encajarles en sus compromisos de pretemporada. Hace casi seis meses que estamos organizando esta edición. El primero en confirmar su presencia fue el Villarreal y después, el Málaga”, expone Javier Plaza, del departamento de comunicación del Cádiz.   

Daniel Carrasco ha visto crecer al club y transformarse al estadio, inaugurado también en 1955 y que supuso un salto de calidad respecto al Campo de Deportes “Mirandilla”. “Con decirte que antes la gente se colaba al fondo sur con escaleras... Ahora, claro, eso ya no pasa”, explica: “El año pasado se estrujaron a muchos jugadores, como a Ortuño, a quien no se vio apenas en la liguilla de ascenso. Puede que estuviese un poco saturado. La afición se merece el ascenso a Primera División”.  

Su hermano Juan Miguel es el primero de los testimonios que hablan con Cronómetro de Récords que se refiere a “nuestro ídolo”, Mágico González, “el punto de inflexión para el cadismo”. Un artista peculiar del que se podrían escribir varias biografías (autorizadas o no): “Es vox populi que sentaba en el  entrenamiento a las 11 o 12 de la mañana medio dormido por los excesos de la noche. Eso sí, después marcaba la diferencia. Su comportamiento sería inviable en estos tiempos, donde el fútbol es mucho más deporte, competitivo y atlético”. Entre todos los episodios que ha disfrutado y sufrido con su Cádiz, Juan Miguel escoge el ascenso a Primera en el Estadio Municipal de Chapín, en Jerez. Cuando marcó el primer gol Oli, “viví una euforia que pocas veces he experimentado”. Siguió el partido desde la terraza de un hotel, “una especie de palco que daba a uno de los córners”.  


Sara Álvarez, antes de la primera semifinal del torneo. Foto: Toni Delgado. 

Sara Álvarez también se acuerda de Oli, Matías Pavoni y, claro, de Mágico González, “un genio, un bohemio que iba a su rollo. Quizás por eso no triunfó como Maradona o Pelé”. Sigue al Cádiz desde que, con tres años, su padre la llevó por primera vez al estadio. Hoy ha venido con una amiga: “El Cádiz se te mete dentro y no te lo puedes sacar [se ríe]. Cuando estábamos en Segunda B teníamos más socios que algunos equipos de Segunda. ¡Eso no pasa en ningún sitio! Independientemente de qué suceda en el césped, el Carranza nunca está en silencio. El año que descendimos a Segunda... ¡Saltamos al campo! El amor por los colores no se puede evitar, y creo que a veces perdonamos demasiado los errores”. 


José Monte, el speaker del Cádiz CF. Foto: Toni Delgado.
“A veces criticamos a los jugadores, aunque cuando nos necesitan, siempre estamos a su lado”, interviene Andrés Pezonaga, muy satifecho de la labor de Álvaro Cervera desde que llegó al club, a finales del curso 2015-2016: “Tiene magia y ha hecho que el equipo se ponga las pilas y, sobre todo, ha montado una familia. Cuando los jugadores tienen química, se nota en el terreno de juego. Últimamente se están haciendo las cosas bien. Si seguimos en esta línea, estaremos en Primera División pronto”.  

Sería un sueño hecho realidad para José Monte, speaker del Cádiz en Primera, Segunda y Segunda B: “Es el club de mi vida. Siendo la voz del estadio siento lo mismo que el jugador que sueña con vestir esta camiseta y lo consigue. Suelo poner hits de siempre, como de Earth, Wind &; Fire, y actuales, como  David Bisbal, Rosario, Malú...”. Una lista de éxitos que Jaime Santamaría conoce muy bien: es socio desde hace 30 años. Confía mucho en el rendimiento de uno de los recién llegados, David Barral, un gaditano con mucho arte dentro y fuera del campo. 


Jordi Santamaría. Foto: Toni Delgado. 

Cuando a Jaime le pido que me diga la letra de algún cántico que le guste del club, elige La Familia Pepperoni, de Manolito Santanter. “Pero es que yo no sé cantar. Lo puedes buscar por internet...”. Le insisto en que no hace falta que la canta, sino que me diga la letra. Empieza pronunciando las frases y, luego, se anima a cantarlas: “Me han dicho que el amarillo está maldito pa los artistas, y este color, sin embargo, es gloria bendita para los cadistas. Y aunque reciben a cambio todo un calvario de decepciones, de amarillo se pintan la cara, amarillo son sus corazones. Han dado su vida y sus gargantas siguiendo donde haga falta al Cádiz de sus amores. Ratatatatá, ratatatatá. Benditos sean los que llenan de esperanza, ratatatatá, ratatatatá, cada rincón cada escalón de mi Carranza sin importarles que nunca vayan a ser campeones. Han conseguido el respeto de toda España por esos colores. Por eso viva mi Cái, vivan los cadistas, vivan sus cojones”. 


Carmen Domínguez. Foto: Toni Delgado. 
Carmen Domínguez no podría vivir sin escuchar música y sin interpretarla. Ha sido el fichaje de última hora de la Filarmónica de Conil para la ocasión. Lleva muchos años en el circuito profesional, aunque nunca había actuado ante tanta gente: “Tocar en un estadio cambia mucho. Hay más espectadores y he pasado muchos nervios. Ahora estoy más relajadilla. El público nos ha animado mucho”. Mientras habla, Calleri marca el 0-1 definitivo para la UD Las Palmas, que se llevará el Trofeo Ramón de Carranza tras imponerse en la final al Málaga. 

Media frase basta para conocer a Nieves Jiménez, voluntaria del Cádiz. Un papel encaja con su carácter: “Me encanta ayudar a la gente y poder ayudar a los espectadores que tengan cualquier imprevisto o duda. Siempre he sido y seré cadista”. 


Ildefonso Cabeza, el primero de la derecha, y algunos de sus compañeros de la Peña cadista de Traca. Foto: Toni Delgado. 

“¿Nos puedes hacer una foto?”, le pide Ildefonso Cabeza al periodista. Es el secretario de la Peña Cadista de Traca, que en su primer mes de vida ya cuenta con 29 socios. Viven en Valencia y se desplazarán, como mínimo, a cuatro o cinco partidos para seguir al equipo de sus amores: “Queremos ir a Barcelona, Murcia, Madrid.... Ildefonso Cabeza no se quita la muñequera de Mágico González ni para ducharse: “Así que se lava de vez en cuando [se ríe]. Mágico jugaba por diversión, no buscaba la fama como las estrellas actuales”. Él y sus compañeros agitan sus banderas, personalizadas, como la pancanta, con el nombre de la peña: “El cadismo es de traca. Somos abiertos y extrovertidos, y eso hace que en cualquier campo nos reciban con los brazos abiertos”. “He visto a aficionados con una gabardinita y soportando un chaparrón. No importa el tiempo. El estadio está siempre lleno, eh”, advierte, detrás de la barra, Ana Villanueva, antes de servirle una botella de agua a un cliente: “Si tuviéramos cerveza con alcohol, se vendería el triple que la otra”. 

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