sábado, 10 de enero de 2009

El Madrid revaloriza el rebote ofensivo ante el Fuenlabrada (90-74)

Reyes coge un rebote ofensivo ante Mainoldi -EFE.


No son la acción más vistosa ni tampoco la más valorada, pero los rebotes tienen una importancia decisiva. El defensivo evita que el rival lance otra vez, mientras que el ofensivo suele posibilitar otra nueva oportunidad para anotar. Los rebotes refuerzan la defensa y reimpulsan las opciones en ataque. En la Liga ACB Felipe Reyes, MVP provisional, es el jugador más destacado en este aspecto (promedia 9’63 por los 9’50 de Curtis Borchardt). Su equipo, el Real Madrid, es el mejor en el ofensivo (13’44) y lo demostró ante Fuenlabrada (90-74), ante el que capturó hasta 25 rebotes en la canasta contraria, el récord de la temporada (Cajasol había cogido 24). El triunfo permite al conjunto de Joan Plaza seguir optando a ser cabeza de serie en el sorteo de Copa, privilegio que tendrá si el DKV Joventut pierda mañana contra el Murcia. El Fuenlabrada, por su parte, ya ha perdido cualquier opción de clasificación.

Tras un inicio de curso nefasto, el Real Madrid acumula siete victorias en los últimos ocho partidos, una trayectoria avalada por la mejoría de su juego y la gran aportación de Reyes, que contra el Fuenlabrada sumó 19 puntos y 11 rebotes, seis de ellos ofensivos. El cambio del conjunto blanco ha coincidido con la cesión al Fortitudo Bolonia de Lazaros Papadopoulos, comprado y pagado como una megaestrella que nunca demostró ser. Los problemas extradeportivos siempre restan. Un par de semanas después de la marcha del pívot griego llegó Tomas van der Spiegel, el recambio escogido para sustituir a Axel Hervelle, que se rompió varios huesos de la nariz en el Palau en una acción desafortunada con Reyes. Van der Spiegel, campeón de la Euroliga el año pasado con el CSKA Moscú y que estuvo de fichar por Pamesa en verano, lleva seis puntos y cuatro rebotes por encuentro en la Liga ACB.

Defensa sobre Oleson

Muy superior físicamente y en rebotes, el grupo de Joan Plaza añadió otro valor añadido decisivo: la defensa sobre Brad Oleson, un tirador canadiense con una historia peculiar (en su pueblo cada 24 abril se conmemora su nombre) y que es la gran sensación del curso. El segundo máximo anotador de la competición con 20 puntos, tan sólo una décima por debajo de Igor Rakocevic. En Vistalegre Oleson anotó 19, pero 14 llegaron en la segunda parte, cuando el Real Madrid manejaba ventajas superiores a los diez puntos (al descanso ya ganaba 50-28). La defensa sobre la estrella del Fuenlabrada, especialmente de Louis Bullock (18 puntos), fue decisiva, aún más tras el bajo rendimiento en la dirección de Kristaps Valters. Sí cumplió Saúl Blanco en su regreso tras la lesión aportando diez puntos sin fallos, en dos contraataques y un par de triples. La primera canasta de Blanco cerró un parcial de 0-8 a favor de los visitantes (29-26 a los 15m18s), bien resguardados con una defensa 1-2-2. Sin embargo, entre Raúl López y Marko Tomas hicieron que la reacción fuese un amago menor, tan puntual como el comienzo (4-7 a los 4m20s, máxima ventaja del Fuenlabrada) y con siete puntos seguidos de Nikoloz Tskitishvili.

“No hemos especulado y no especularemos ahora”, exigía Luis Gil a sus jugadores, que no siempre se tomaron al pie de la letra dicha premisa. De hecho, en algunas ocasiones renunciaron claramente a luchar por el rebote. Sólo conseguirían acercarse en el marcador en el inicio de los dos últimos períodos. Primero con un 0-5 y los primeros puntos de Valters (40-33 a los 20m30s) y después con 0-6 (62-53 a 9m01s del final) y el eterno Ferran López (37 años) como protagonista. El base catalán anotó dos triples consecutivos: uno más ortodoxo, el otro, una jugada imprescindible en los resúmenes del año. López asistió a Peter John Ramos para que éste completase un alley oop, pero el balón entró limpio. Esas dos acciones fueron la última respuesta del Fuenlabrada, fundido por su inferioridad en el rebote ofensivo. El Real Madrid revalorizó la importancia de este tipo de rechaces.

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