Las situaciones límite son las que definen la reputación de una estrella, exigido permanentemente más que el resto por su trayectoria, liderazgo y, generalmente, también por tener un salario bastante más apetecible que sus compañeros. El icono tiene la responsabilidad de sobreponerse a cualquier tipo de circunstancias. Y Juan Carlos Navarro no es una excepción. “Soporta muy bien el dolor. Está acostumbrado”, concedió Xavi Pascual, que destacó el gran rendimiento de La Bomba pese a haberse entrenado únicamente los últimos dos días después de lesionarse en Madrid. Navarro desatascó al Barça con dos triples a 1m 40s y 1m 11s ante un Cajasol que hasta entonces tuvo grandes opciones de ganar y se había sobrepuesto a perder por 17 puntos y redujo la diferencia a tan sólo dos. La Bomba fue el protagonista al final, pero si el conjunto azulgrana (7/11 en tiros de tres) no se descompuso por sus instantes de cogorza (perdió 21 pelotas) fue por el capitán Roger Grimau (13 puntos), para el que el técnico visitante no escatimó en elogios: “Es ese tipo de personas que siempre quieres en tu equipo. Me ha hecho mil trajes con el Madrid o la Penya. Es peligroso incluso dormido”.
El Barça tuvo la misma consistencia y entereza que la gelatina. Siempre encadenó un medio cuarto malo (o malísimo) con otro brillante: (con)vivió entre la mediocridad y la excelencia. Para muestra, su inicio. Al conjunto azulgrana le costó casi dos minutos anotar su primera canasta, pero en poco más de ese espacio de tiempo logró 12 puntos (12-5) tras un triple de Lakovic. Aunque en un santiamén vio cómo Ellis (17 puntos) metía un par de tiros de tres seguidos y volvía a igualar las cosas.
Grimau, antídoto para el nerviosismo
Muy molesto, Pascual apostó por una decisión extrema, un triple cambio. Entre los que entraron sobresalió Grimau. El capitán resultó un antídoto eficaz para el nerviosismo del equipo, que se tranquilizó, corrió bien al contraataque y estuvo perfecto en defensa, pues sólo cedió cinco puntos en siete minutos. Méritos que le valieron al Barça para obtener su máxima renta del partido (35-18 a los 15m 23s) y parecerían sentenciar el encuentro demasiado pronto. Pero Plaza convenció a sus jugadores de que podían seguir luchando en el tiempo muerto e, impulsado de nuevo por Ellis, Cajasol se fue al descanso 42-30.
En la primera parte los visitantes basaron prácticamente toda su propuesta en los jugadores exteriores y no sacaron partido a sus pívots, que sólo aportaron nueve puntos. Especialmente desacertado estuvo Xavi Rey, cedido por el Barça al Cajasol. El pívot barcelonés entró en la pista fallando una canasta muy sencilla y se fue tres minutos después con 0/3 y un tapón en contra. Rey no volvió a salir. “No se ha entrenado desde el lunes por una lesión. Es algo que no ha salido en la prensa. Lo intentaba de corazón, pero no podía de piernas”, le defendió Plaza.
Savanovic y Triguero
El salto de calidad que necesitaba el Cajasol llegó cuando empezaron a rendir sus interiores, especialmente Savanovic (19 puntos) y Triguero (nueve y otros tantos rebotes). Triguero lanzó y anotó por primera vez a los 25m 09s. La segunda puso a su equipo tan sólo cuatro por debajo (51-47 a los 26m 10s). Una diferencia que los visitantes no consiguieron rebajar en el tercer cuarto por el corazón de Grimau, eléctrico y eficaz en el desgobierno del conjunto azulgrana, que necesita mejorar mucho en el rebote (sólo capturó 25 y concedió 10 en cancha propia).
Insistió e insistió el Cajasol y lo máximo que logró fue acercarse a dos puntos tras una canasta de Savanovic (66-62 a 4m 44s), pero de ahí hasta el final sólo anotó cinco puntos más. Pese a todo opositó por el triunfo hasta que a Navarro surgió anotando los últimos diez puntos de su equipo. Con dos triples decisivos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario