Núria Martínez, Sofia Gomes da Silva, Octavio Pérez, Ricard Bou, Maria Àngels Porras, Taru Tukkanen y Marta Prieto reflexionar sobre la base-escolta del Uni Girona
Rosó Buch y Núria Martínez celebran una canasta en la final de la Copa de la Reina. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. |
Toni Delgado / Zaragoza
—¿Y qué me puedes decir de esta señorita? ¿De Rosó Buch?
—¿Y qué me puedes decir de esta señorita? ¿De Rosó Buch?
—Yo estoy encantada con esta señorita —responde su compañera en el Uni Girona Núria
Martínez.
Rosó Buch
(Mataró, 1992) se percata que estamos hablando de ella y nos amenaza, de broma,
con un folio enrollado. Se ríe y se va.
—Creo que hacemos un buen tándem y nos
entendemos a la perfección. Rosó es una jugadora con ganas de trabajar, de
mejorar al equipo y ayudarlo en todo cuanto pueda —continúa Núria Martínez, la mejor base de
la Copa de la Reina de Zaragoza. Habla con Cronómetro
de Récords tras la semifinal ante el Stadium Casablanca, frustrado por la
dupla catalana, sobre todo en el tercer cuarto: de la desventaja asumible al
descanso (39-33) al 58-40 (a los 26m 38s). Justo en ese período perdió el Uni
Girona la final contra un Perfumerías Avenida impulsado por el repertorio de
Angel Robinson, coronada MVP del torneo por tercera vez, y los arrebatos de
Elonu y Laura Nicholls: del 39-37 de la primera parte al 61-49 a los 28m 40s.
Ni Núria Martínez ni Rosó Buch pudieron acercar lo suficiente a su equipo para soñar con la remontada en el Príncipe Felipe (76-62). Las dos tienen una ética de trabajo similar y no dan un balón por perdido porque no se fijan en el marcador y sí en el compromiso. “Cuando Rosó sonríe en el calentamiento, suele jugar bien. Y si, además, también lo hace Núria… El encuentro ya tiene la balanza un poco inclinada a favor del Uni Girona nada más empezar”, interviene Octavio Pérez, fotógrafo que ha cubierto la Copa de la Reina para Contracanasta. “Qué te puedo decir de Ru…? No puedo ser muy objetiva”, se sincera Sofia Gomes da Silva, pívot del CD Promete: “Es una persona muy alegre. La ves y tus problemas se van. En la pista te ayuda siempre. No tiene excusas para nada. Me encantó trabajar con ella en el Uni Girona”.
Dicen quienes la conocen que Rosó Buch los recoloca en
el mundo. Si están bien, con ella están mejor. Si lo ven todo negro, les despeja
los nubarrones. “Los equipos necesitan a gente como Rosó,
personas que te animan y que cuando pasa por tu lado te suelta una colleja y te
dicen ‘sigamos jugando’ riéndose. En eso se parece a Núria Martínez. Èric Surís
las puede tener a las dos en pista y eso, como mínimo, es garantía de buenos partidos”,
sigue Octavio Pérez. “Es una muy buena jugadora que transmite mucha alegría, ganas
e ilusión en la pista”, apunta la pívot Taru Tuukkanen, que en Zaragoza jugó
sus dos últimos partidos con el Stadium Casablanca.
A Ricard Bou, fiel seguidor del Uni Girona, le cambia la cara
cuando le pregunto por Rosó Buch.
—Me has tocado la fibra y a mí hermano Carles todavía más…
Somos muy de Buch, mucho. Llevo puesto la camiseta de María Conde, pero es que
Buch es magia, espectáculo, alegría… Se lo pasa bien en la pista y tiene un
estilo propio. Me tiene enamorado desde la Copa de la Reina de San Sebastián,
cuanto levantó el título con el CB Conquero.
—Lo
tengo asumido. Llevo bien lo que siente mi marido por ella. [Nos reímos los
tres]. A mí también me gusta mucho Rosó Buch como jugadora. Fuera de la pista
es muy agradable —añade Maria Àngels Porras.
“Mi
favorita del Uni Girona es Rosó Buch porque no tiene miedo y siempre entra a
canasta. Su juego me atrapa”, interviene Marta Prieto. Rosó Buch es un
torbellino. No duda, se arriesga, aunque a veces tenga despistes de peso, como un
robo de María Asurmendi. “Es como el
Denomio de Tasmania: está aquí, allá... No para”, cierra Octavio Pérez.
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