domingo, 27 de mayo de 2018

Queralt Casas: “Ahora que me encuentro muy bien de nuevo quería volver a disputar la Euroliga”

Cronómetro de Récords entrevista a la nueva escolta del Flammes Carolo

Queralt Casas, MVP del Catalunya-Montenegro. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Toni Delgado / Girona

“¿Soy yo?”, pregunta, muy expresiva, Queralt Casas (Bescanó, Girona, 1992) a sus compañeras. “¡Sí!”, le responden varias a la vez y la nueva escolta del Flammes Carolo se acerca a Joan Fa, presidente de la Federació Catalana de Basquetbol, que le entrega el trofeo como MVP. Queralt Casas (18 puntos, 9/12 en tiros de dos, 0/2 en triples o tres rebotes para un 23 da valoración) ha sido la jugadora más completa de la selección absoluta catalana, que en Fontajau ha vuelto a reunirse seis años después, con una clara
victoria ante Montenegro (83-57).

La entrevistada tiene una paciencia infinita: atiende a La Xarxa, firma autógrafos y se hace fotos con más de una docena de aficionadas, interviene en la rueda de prensa y conversa casi 10 minutos con Cronómetro de Récords. Queralt Casas habla como si estuviese escribiendo: con pausa, dejando alguna frase suelta para volverla a construir con una palabra o un verbo más preciso. Se nota que es perfeccionista.

¿Habías recuperado siete pelotas antes?  
Con la selección española recuperé 10 una vez. Es un detalle que muchas veces depende de la presión de una compañera, que provoca que el pase de una rival sea quizás menos preciso o vaya a menos velocidad. Todas hemos defendido muy fuerte, hemos recuperado bastantes pelotas (16) y hemos corrido.

—Has sido una de las jugadoras más solicitadas. Tenías una buena cola.
Es muy bonito. Cuando era pequeña, siempre quería estar cerca de las jugadoras y ahora siempre me quedo después de los partidos a lo que haga falta.

Os habéis entendido muy bien en la pista, pese a no haber podido entrenaros demasiado.
Por cómo hemos jugado, nadie diría que nos concentramos ayer. Todas hemos podido dar nuestro máximo nivel, correr y desarrollar el juego que nos gusta. Nos hemos entendido con la mirada.  

Hemos visto a una Queralt Casas auténtica. Ese “terremoto” del que habla tu hermano Guillem. Ese carácter.
[Risas]. Bueno… Eso lo tiene que decir la gente que ve los partidos. Yo no me veo jugando. Soy agresiva, me gusta defender, correr… Ésa es mi esencia.

Dice de ti que eres muy competitiva y bastante tramposa fuera de la pista…
¡Sí!

Coincidiste con Vega Gimeno en Rivas… ¿Quién era más tramposa de las dos?
¡Uff! En ese momento quizás yo ya no era tan tramposa, pero estoy segura de que si la hubiese conocido desde pequeña… ¡Yo lo sería más! ¡Siempre tenía que ganar! Cuando jugaba contra mi hermano a fútbol, aunque no hubiese metido ni un gol, siempre decía que había ganado yo.  

Él dice que se los anulabas.
¡Así es!

—Hace muchos años que una aficionada gestiona tu página web [queraltcasas9.blogspot.com].
Es una chica de aquí, de Girona. Ahora somos amigas. Diría que tenía que hacer una página web y habló conmigo. Yo no me quería ocupar porque no disponía del tiempo suficiente. Le puse como condición que me dejara leer antes el contenido que colgase.  

—¿Por qué has fichado por el Flammes Carolo?
Porque me encanta la Liga francesa por su competitividad y estoy muy cómoda en el país. Además, volveré a jugar la Euroliga. No lo hacía desde mi paso por el Rivas y el Galatasaray. En su momento me apeteció bajar un poco el ritmo y ahora que me encuentro muy bien de nuevo quería volver a disputar la Euroliga.

—¿Te encuentras más cómoda hablando en francés? En una entrevista que te hicieron tras un partido contra el Gernika en Eurocup me lo pareció. Se te venía suelta.
¿Sí? Me acuerdo de esa conversación y nunca habría dicho eso… Aunque estoy mejorando mucho.

—¿Crees que tus progresos con el idioma se notan en tu juego?
El francés me sirve más bien para el día a día y si me siento más cómoda fuera, también lo estoy en la pista. Aunque en el equipo el idioma en común es el inglés.  

—La Liga Día empezó la temporada pasada con un Open Day, una primera jornada en una misma sede. Una idea que en Francia hace muchos años que se lleva a cabo, aunque allí el acontecimiento incluye la Supercopa.  
Cuando llegué en 2015, lo que más me chocó es que los pabellones estén siempre llenos. En Francia el deporte femenino, sobre todo el baloncesto, es muy seguido. Las entradas no son baratas. Es muy vistoso y agradecido jugar en pistas repletas.

—Landes tiene 30.000 habitantes y reuníais a 3.000 espectadores y espectadoras…
¡Y porque no caben más! Imagínate, el club tuvo que ampliar la grada anexa porque había mucha más gente que quería ir a los partidos.   

—Los medios de comunicación os tienen muy en cuenta.  
Es un interés vital, y más ahora con los hechos sociales…

—¿Con?
Con las redes sociales, perdona. Es que a veces me lío con los cuatro idiomas… En Francia el primer equipo del PSG de fútbol masculino tiene más nombre, pero nunca faltan noticias de deporte femenino. Así se crece.

—¿Qué crees que podrías aportar en el Mundial de Tenerife si te convoca Lucas Mondelo?
Bueno… Agresividad en defensa y en ataque, reparto de juego…

—¿La rotura de clavícula te ha ayudado a relativizar más cosas e incluso a ser más valiente en la pista? Me refiero a superar el miedo a romperte tras volver a la competición.
Siempre he sido un poco de “me es igual todo”. [Se ríe]. Me ayudó más en el sentido… Sí que lo noté. Fue muy duro porque era la primera lesión importante que tenía. Estar tres meses sin poder ayudar en la pista al equipo es durísimo, aunque me permitió madurar.  

—¿Tu peor momento deportivo sigue continúa siendo la final de la Copa de la Reina de Torrejón de Ardoz que perdiste en la prórroga con el Rivas ante el Perfumerías Avenida o ahora es la lesión en la clavícula?
Del percance con la clavícula he sacado cosas positivas y no nos supuso perder ningún título. En Torrejón de Ardoz no fue culpa nuestra… No pudimos hacer nada…

—He visto mil veces la jugada de Louice Halvarsson con Shay Murphy…
¿La de la falta?

—Sí, y sigue sin ver si fue falta o no.  
Creo que no solo fue aquella acción, que diría que no se pita nunca.  

—Después intentaste desconcertar a Murphy en los tiros libres.
No recuerdo ese momento. A veces sí que hago algún gesto para despistar a la rival.           

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