viernes, 9 de noviembre de 2018

"Nada de lo que haga Cindy Lima me sorprende. Sabía que sería buena actriz"

Cronómetro de Récords reúne a la exjugadora internacional, a Judith Anglada y a Virginia Sánchez Peiró, partícipes de la obra de microteatro "Club Paraíso", y a dos testimonios sorpresa


Judith Anglada y Cindy Lima en "Club Paraíso". Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

Toni Delgado / Barcelona 

—¡Sala 2, Club Paraíso! ¡Sala 2, Club Paraíso! –anuncia la taquillera, mientras agita una campanita. Nos acompaña a una habitación a oscuras alumbrándonos con un móvil y cierra una puerta que no tarda en abrirse...

En unos segundos formamos parte de Club Paraíso. O no exactamente... En los 15 minutos de esta pieza teatral te puede pasar casi de todo. Las dos actrices, Judith Anglada y Cindy Lima, exjugadora internacional de baloncesto y analista de Esport 3, se pueden dirigir a ti en cualquier momento. Con gestos, miradas y hasta con palabras. "Desde el principio", interviene Virginia Sánchez Peiró, la directora, "les comenté que hiciesen partícipe al público. Que aprovechen si alguien dice alguna cosa. Si hay una silla libre, Judith puede sentarse con la gente". Club Paraíso, primera propuesta de la compañía Bahati Judiths & Cindys, estará en Microteatre Barcelona (c/ Bailén, 194) hasta este domingo con cinco pases diarios por las tardes. 

"Los actores y las actrices son personas muy cercanas. Te hacen  sentir como en casa. Quizás para una jugadora de baloncesto, a veces, demasiado", describe Cindy Lima, vestida ya de calle. Pone una vocecilla de las suyas: "¡Ostras, no le doy tantos besos a gente que veo todos los días! ¡Es un poco extraño! [Risas]". Cindy es un espectáculo allá donde esté. Le sobran tablas. También en la interpretación. Su personaje en Club Paraíso exige una versatilidad absoluta que ya es capaz de ofrecer. No se aprecia que sea debutante: "Comienzo una nueva etapa profesional  que combinaré con las retransmisiones de la Liga Día y del Uni Girona en la Eurocup. Trabajar con Judith y Virginia es como bailar con alguien que sabe hacerlo muy bien. Parece que bailes mejor. Te elevan. ¡Es muy chulo!". 

Club Paraíso es un lugar selecto. Según Virginia Sánchez Peiró, la directora y guionista, una "metáfora sobre la inmigración, acerca de los méritos que te permiten o no acceder a un sitio...". El personaje de Judith Anglada, enérgico e ingenuo, también visceral por momentos, nos recuerda lo vulnerables que somos ante los  cambios. "Es muy ingenua. No acepta qué le está pasando hasta que se da cuenta y decide su camino", detalla Anglada. "Mi personaje no se sabe si va o vuelve", interviene Cindy Lima: "Y el de Judith tiene una mirada tan limpia que te permite leer muchas verdades en él. Se matizan uno al otro con el hilo conductor del humor. Club Paraíso es una alegoría muy gamberra e hilarante con un trasfondo potente y muy actual. Una reflexión hecha sin pretensiones, desde la humildad, con la pasarás un buen momento, y te reirás mucho". Tal cual. El debut de la compañía Bahati Judiths & Cindys, formada por Cindy, Judith y Virginia, promete emociones fuertes.  

—Judith, ¿os veis haciendo un musical? ¿Cómo crees que lo defendería Cindy? –le pregunto. 
—Bueno... No sé si me veo a mí. Dicen que canto en la ducha... Si se lo propone, lo hará –responde Judith Anglada. 
[Cindy Lima pone una cara de las suyas].
—Pero Cindy, tú estudiste canto, ¿no? –le pregunto. 
—¡Sí! ¿Cómo lo sabes tú esto? –se sorprende.
—Me he informado un poco... 
[Cindy se ríe].  
—Entonces, Toni, ya tienes la respuesta... –apunta Judith. 
—Estudié canto porque me encanta la ópera, la música clásica. Pensé que quizás tendría talento, pero descubrí que no. Es bueno conocer tus límites. Escribir se me da bastante bien y cantar muy mal. Cantando tengo la voz de un gato cuando le pisan la cola. [Risas]. Como jugadora era muy física e iba muy bien al rebote y sabía que no era necesario que tirase ocho triples por partido. Judith sí canta bien. Ha sido un ejercicio de modestia por su parte –detalla Cindy Lima. 
—Yo creo que me engañáis las dos... –les digo.  
—Alguna vez me han dicho que no desafino. No tengo técnica pero, si algún proyecto me lo exige, aprenderé –promete Judith Anglada. 


Cindy Lima (le pido que se ponga seria como en el cartel de la obra). Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

Hasta entrar en Microteatre Barcelona no sabía que Cindy Lima había estudiado canto. En la entrada conozco a mi confidente. Me pienso hasta tres veces si hacerle o no la pregunta. 
—Perdona, ¿tú eres familiar de Cindy Lima?
—Sí, soy su madre –responde. ¡Bingo!   
María Elena García sí que ve a su hija haciendo un musical.
—Creo que sí. Tiene mucha fuerza y ha estudiado un poco de canto lírico. ¿Sabes? Hizo un disco, que tengo en casa... Se llama... [Canta, pero no recuerda el título]. Es muy bonito, aunque Cindy no quiere saber nada del tema... Es muy expeditiva. Siempre ha tenido muchas inquietudes y ganas de emprender nuevas aventuras. 

Bahati Judith & Cindys es una aventura que puede que no tenga techo. Club Paraíso —"está gustando mucho y ha funcionado bastante bien", detalla la propia Cindy Lima— es el punto de partida de una compañía que en unos meses colgará cápsulas artísticas de guiones en Youtube. "Ya te avisaré, cuando haga, me lo pones", me pide Cindy. Por suerte, lo hace sin la mirada que me dedica su personaje durante la obra. Miedo es poco...
   
El proyecto "más ambicioso" de la nueva compañía es la serie Uruma. Te puedo dar la primicia de cómo empieza: en un futuro inmediato que ha supuesto un retroceso, la gente está segregada por razas y, por ejemplo, no se permite la electricidad... La empatía está perseguida. Es un mundo de apariencias y no sabes si los personajes te caen bien o no", avanza Cindy Lima a Cronómetro de Récords. Ya tiene escritos... ¡38 capítulos! Los 13 primeros capítulos, como cada temporada, tienen un final cerrado que puede continuar.  

María Elena García. Foto: Toni Delgado / C.R.

En su etapa de jugadora, Cindy Lima ya escribía mucho, sobre todo guiones. Era una de sus válvulas de escape ante un deporte tan absorbente. Nunca los movió. De nuevo, aparece su autoexigencia infinita: "No eran suficientemente buenos. A fuerza de escribir tantos, ahora sí lo son". Los guiones le permitían seguir en contacto con "mi mundo interior más artístico": "Soy directora de cine. O al menos, eso dice el título que me saqué. Por mis compromisos deportivos no podía rodar ni asistir a rodajes... Siempre he escrito mucho". En el caso de que consigan productora, como así será, Cindy, Judith y Virginia harán tres de los papeles de Uruma. No se sabe quién dirigía esta historia, pero sí que se entenderán. Lo hacen desde el primer ensayo de Club Paraíso.    

—Cindy te pone las cosas fáciles. Sabe escuchar y aprender muy rápido. También lo estamos haciendo de ella y de aspectos del mundo deportivo como la seguridad y la gestión de las emociones –comenta Judith Anglada.

Un rato antes, María Elena García, la madre de Cindy, me lo había avanzado. 

—Seguro que es fácil trabajar con mi hija porque es muy generosa y está acostumbrada a hacerlo en grupo. Es su pan de cada día. Cindy es una líder. Es la tercera de las hermanas... ¡Necesitaba abrirse espacio! [Abre los codos]. La discusión absurda no le interesa y sabe ceder. Es muy dialogante. Cindy es más divertida, alocada y trabajadora que yo. Los y las deportistas tienen una disciplina diferente.  
—Por lo que explicas es diplomática, pero auténtica. Es una combinación muy rara, ¿no María Elena?
—Sí, tiene una dualidad extraña que no sé cómo explicarte. Cindy dialoga. No quiere que a la gente se le quede un mal sabor de boca. Te dice su parte buena, aunque te comente que te has equivocado. Es didáctica. ¡Yo no lo soy! [Risas]. Supongo que aprendió a serlo en la Blume [la residencia del Segle XXI]. Sus hermanas son muy diferentes. Es nuestra Cindy. Todo lo hará bien, incluso equivocarse. 
—Cindy es sencilla y honrada, aunque tiene otras actitudes y aptitudes. Es muy especial. Efectivamente, es Cindy –la describe Teresa, que no quiere dar su primer apellido. Es una amiga de la familia que seguro que no se perdió el debut en televisión de Lima como analista, en los primeros partidos del Eurobasket de 2015.


Una escena de la obra. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.

"He tenido la suerte de estar con gente que sabe mucho", confiesa Cindy Lima, una esponja humilde. "Nunca olvidaré que mi estreno en la pequeña pantalla fue con Diego Martínez en Teledeporte. Me puso las cosas fáciles, me dio mucha libertad y me enseñó muchísimo. Jordi Robirosa es una institución. Sabe tanto que te tienes que esforzar mucho para no aprender con él. Xevi Bardolet es mi marido televisivo. Me lo facilita todo al máximo", describe la exjugadora internacional. También tiene un pasado en la radio, que empezó en 6,75 femenino: "Hacer un programa de baloncesto femenino es un regalazo. Fue una gran experiencia junto a Carlota Alegre y Anna Montañana. Entrevistamos a protagonistas como Marta y Fernández y Rudy Fernández". Lima también participó en La Hora de Lok@s, de Pasión por el Baloncesto Radio. 

No hace falta conocerla mucho para apreciar que Cindy Lima es una persona creíble. "Como soy muy expresiva, se me nota mucho qué estoy pensando", explica. "Es transparente. No tiene filtros y personas así te permiten respirar aire puro. No te juzgará nunca y siempre te guardará un secreto. Cindy nunca pide nada. Fíjate, te ayuda incluso cuando no tiene fuerza para tirar de su carro. Cindy es como una paleta con muchos colores", asegura su madre, que añade: "Tiene unos principios muy sólidos". Una filosofía que no encajaba con su carrera como modelo. Por eso la dejó. 

—Creo que muchas veces recibes lo que das. Si ayudaste a las júniors, la vida te lo devuelve. Casi siempre que voy a un pabellón me encuentro con jugadoras con las que he compartido vestuario y me dan un abrazo. Les hace mucha ilusión verme. Son cosas impagables –me dice un rato después la propia Cindy Lima. 
—¿Actúa como jugaba? –le pregunto a la madre.
—Lo hace con el corazón siempre. Nada de lo que haga Cindy me sorprende. Sabía que sería buena actriz. Vine al estreno de Club Paraíso y no me descolocó que lo hiciera bien. Sabía que así sería. Acabo de verla la obra por segunda vez y la he disfrutado mucho también. Te diría que incluso ha mejorado. Ahora mira más al público y se ha dejado ir todavía más. Es muy intensa en lo que hace. Es un bicho. Cuando era pequeña... 
—¡Uy...! 
—Esto no lo pongas, por favor.... 
—Dime algo que pueda publicar...  
—Vamos a ver... Le interesan tantas cosas que no tiene tiempo para asumirlas todas. Es una dinamo con una fuerza infinita. Su carácter es un reflejo de su crianza. En casa siempre ha recibido una educación sin distinciones por género. Yo, por ejemplo, quizás no puedo coger una piedra, pero dispongo de  herramientas para lograrlo. Cindy tuvo patines, muñecas, arcos y flechas, camiones, aviones... –sigue la madre.    


Xevi Bardolet y Cindy Lima. Foto: Esport 3. 

Una mirada amplia que se refleja en los análisis de la exjugadora internacional en los partidos de Eurocup y Liga Día en Esport 3. En el deporte femenino muchas veces se barniza la crítica. Se rebaja. Ella es directa sin alejarse del respeto. 

—Pienso que no se tiene que tener una actitud paternalista con el deporte femenino. Si eres comentarista, comentas deporte sin género. Para mí es importante decir las cosas por su nombre y desde el máximo respeto. Como he jugado, me permito ciertas licencias, sé qué comentarios pueden molestar y cuáles no. Si una jugadora ha fallado siete triples, no se enfadará cuando en casa vea que he dicho "hoy no tiene el día". Lo haría si el comentario fuese ofensivo. El compromiso es con el baloncesto, pero también con los espectadores y espectadoras. No les puedes pintar un cuadro ficticio. Si eres sincera, haces mejor y más popular al baloncesto femenino, que es cultura, igualdad, femenismo... Ayuda a hacer una sociedad mejor –cierra Cindy Lima, suelta en cualquier escenario. 

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