domingo, 7 de septiembre de 2008

Hamilton pierde su triunfo en Bélgica a favor de Massa tras un maniobra ilegal para la FIA con Raikkonen



Massa y Hamilton hablan durante la rueda de prensa posterior al GP -EFE.

“El año pasado mi gran preocupación era demostrar a todo el mundo que no era medio segundo más lento que Fernando (Alonso) como algunos creían. Si me hubieran puesto a Michael Schumacher como compañero, también habría querido demostrar que no era el numero dos”, confesaba hace unos días Lewis Hamilton en el diario The Times. “Pero esta temporada quiero hacer las cosas usando mi cerebro. Mi único objetivo es ganar el título mundial”, añadía el británico. Era una declaración de intenciones: en Spa-Francorchamps no arriesgaría si la situación no lo requisiese. Pero o no se acordó de su discurso o realmente Hamilton aún no es tan frío como cree. Tenía garantizada la segunda posición y Felipe Massa, su principal (y casi único) rival, era tercero a una distancia insalvable. No precipitarse era lo más sensato porque adelantar en un trazado tan complejo como el del GP de Bélgica y bajo la lluvia era un despropósito para cualquiera que tuviese algo que perder.

Sin embargo, Hamilton decidió atacar a Kimi Raikkonen sin contemplaciones, quería volver a demostrar que es el mejor, y lo hizo protagonizando uno de los duelos más espectaculares (y absurdos) de los últimos años. El McLaren se acercó a centímetros del Ferrari de Raikkonen, se tocaron y Hamilton cortó la variante de entrada a meta. Reglamento en mano el ojo derecho de Ron Dennis tenía que dejar pasar al finlandés. Así lo hizo, pero tardó unos metros después, en la curva de La Source, le adelantó en un acción habilidosa. En esos momentos el británico era líder con 10 puntos de ventaja sobre Massa, que pasaron a ser ocho cuando Raikkonen, obstaculizado por el peligroso Kazuki Nakayima, chocó contra los muros de protección y abandonó –“sólo me valía ganar… (ahora el finlandés está a 19 puntos del liderato)”–. El japonés ya había provocado en Valencia el adiós de Alonso en la primera vuelta. Hamilton celebró su triunfo en el podio y poco después se enteró que la FIA consideraba ilegal su acción y le sancionaba con 25 segundos, lo equivalente a un drive through. Así que Massa, que había preferido “no tomar riesgos considerando todo lo que estaba pasando delante de mí” fue proclamado ganador de la carrera horas después. Éste es el quinto triunfo de la temporada para el brasileño y el más peculiar de su carrera. Massa tiene 74 puntos, tan sólo dos menos que Hamilton –“ha sido un gran duelo y no creo que haya hecho nada sancionable”–. Los detractores del brasileño siguen sorprendiéndose.

La remontada de Heidfeld

El segundo gran beneficiado de la jornada fue Nick Heidfeld, que tras comprobar cómo la lluvia volvía a aparecer en las últimas vueltas decidió cambiar los neumáticos dos giros antes del final. El planteamiento idóneo para protagonizar una espléndida remontada y concluir tercero, segundo finalmente tras la sanción a Hamilton. Cerca del podio se quedó Fernando Alonso, que remontó dos posiciones en la salida y cuando rodaba tercero en el último giro se fue al pit stop para poner los intermedios. Pasó a ser octavo, pero en los últimos metros remontó hasta la cuarta posición, tras superar a 50 metros de meta a Robert Kubica y Sebastian Vettel.

“La decisión de entrar en boxes en ese momento fue conjunta, había que hacerlo como fuera, pero tendría que haber sido una vuelta antes, como hizo Heidfeld", explicó Alonso. "Decidimos parar porque si no lo hacíamos teníamos muchas posibilidades de acabar en el muro. Al final hubiese sido cuarto igual", valoró el bicampeón del mundo, que cree “imposible” repetir o mejorar este resultado en el próxima prueba, en Monza.


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