sábado, 11 de octubre de 2008

Basile y Lakovic desmontan a un Pamesa sin referentes (74-58)

Basile, autor de 21 puntos, intenta superar a Perovic -EFE.


El nuevo Barça se ha construido con la llegada de cuatro fichajes de prestigio, el retorno de Juan Carlos Navarro y la apuesta testimonial del joven Xavi Rey, pero siguen siendo los jugadores del año pasado quienes continúan llevando el timón en este inicio de temporada. Dos de ellos estuvieron relativamente cerca de abandonar el club. Si Gianluca Basile no hubiese aceptado la reducción de su contrato el club no le hubiera renovado, y Jaka Lakovic extraoficialmente siempre fue transferible y su marcha parecía inevitable (y deseada), especialmente tras la incorporación de André Barrett. Después de varios seriales ambos jugadores se quedaron en el equipo del que siguen siendo dos piezas claves como quedó demostrado en la victoria ante un Pamesa Valencia (74-58). El conjunto de Fotis Katsikaris sólo resistió hasta el descanso (36-36) con un par de argumentos: la defensa zonal 2-3 y los triples (5/10 y 8/18 final). Tras dos semanas de baja por una rotura fibrilar en el muslo izquierdo Navarro debutó en la Liga. En casi cinco minutos el escolta internacional capturó un rebote y repartió una asistencia. Queda saber cómo encajará La Bomba en un equipo en el que se reparte con acierto el liderazgo y que comanda la competición con tres victorias en tres partidos.


La ausencia de Navarro ha beneficiado a Basile, que ha conservado su protagonismo en este tramo inicial de la temporada. El escolta italiano es un anotador de rachas que ofrece cualidades que no se reflejan en las estadísticas y que se conocen como trabajo sucio, como los bloqueos o la defensa. El plus de Basile son sus puntos, pero no es lo suficientemente regular en ese aspecto para valorar que ésa sea su principal virtud. Así que como gran parte de los tiradores si tiene el día deslumbra, como le sucedió ante el Pamesa 21 puntos con 2/2 en tiros de dos y 5/9 en triples). El italiano fue el líder del gran parcial inicial 12-3 a los 5’08’’ aportando siete puntos. Incluso Daniel Santiago se permitía el lujo de asistir a Basile de espaldas y sin mirar. Es una buena imagen para representar la confianza de este Barça.


Williams, el contraste


El contraste, la antítesis del conjunto azulgrana, fue Shammond Williams, que desde la temporada pasada es el icono del Pamesa. De la habilidad de este base anotador, anárquico y genial casi a partes iguales dependen gran parte de las aspiraciones del conjunto valenciano. Pero ante el Barça Williams se mostró extrañamente apático y nunca fue capaz de superar ni a Lakovic ni a Sada. De hecho, apenas apareció en el último cuarto, con todo decidido, para robar un par de pelotas y producir un alley-hoop de Víctor Claver (8 puntos y 4 rebotes) y un mate de Florent Pietrus. El ex jugador azulgrana fue titular en su segundo partido como visitante en el Palau y se fue al banquillo tras jugar los primeros seis minutos y lanzar un solo tiro, que falló.


Williams tan sólo llevaba cuatro puntos en el descanso (no volvería a anotar más, 1/8 en tiros de campo) y si su equipo empataba a 36 era por la defensa zonal y, sobre todo, gracias al acierto desde 6’25 de Rubén Douglas, tirador clásico. El escolta estadounidense fue el revulsivo de Pamesa en el segundo período anotando tres triples. Con los dos primeros, consecutivos, redujo la desventaja, que había sido de diez puntos (15-5 a los 6’35’’), a cinco (25-20 a los 12’05’’). Con el último firmó el 34-36 a falta de 28 segundos del intermedio. Roger Grimau empataría el marcador desde la línea de personal. El nuevo guión tenía una explicación sencilla: el Barça no había podido correr como hasta entonces y no se había sentido tan cómodo, mientras que el grupo de Fotis Katsikaris había mejorado su efectividad (no era complicado tras el 2/11 en tiros de campo en los primeros ocho minutos).


La transformación de una estrella


En la segunda parte fue el Barça quien estuvo soberbio desde más allá de 6'25. Apareció de nuevo Basile, que con tres triples en los primeros tres minutos firmó un parcial de 12-4 (48-40) y forzó el tiempo muerto de Katsikaris. El técnico griego no tuvo soluciones reales para contrarrestar el gran juego azulgrana. El símbolo de esa frustración era Rafa Martínez, que no es el jugador descarado de Manresa, y se fue desquiciado al banquillo con tres personales. En esos momentos destacaba Lakovic, que tras su gran actuación en Murcia ha confirmado que es un deportista renovado que ha sabido sacrificarse por y para el grupo. Ya no juega su propio partido como el año pasado. Sus números así lo demuestran: en la fase regular de la temporada anterior el base esloveno tiró de media diez lanzamientos por encuentro (4/10) y repartió tres asistencias para un total de 14 puntos. Ahora suma 11, pero lanzando dos tiros menos (8) y dando el dobles de pases (6, es el mejor de la competición). Ante Pamesa Lakovic sumó 13 puntos con 2/4 en tiros de dos y 3/5 en triples.

La resistencia del conjunto valenciano se redujo a un par de triples seguidos de Albert Oliver (55-49 a los 28’05’’), que le dio a su equipo el equilibrio que no le proporcionó Williams. Pero al Barça le bastó con mantener su nivel, con Lubos Barton de nuevo seleccionando bien sus tiros (2/3 desde el perímetro), Sada incombustible y Ersan Ilyasova atento al rebote ofensivo para machacar o lo suficientemente rápido para capturar un rebote en campo propio y recorrerse la pista para anotar a una mano. Mientras, Fran Vázquez protagonizó un duelo desigual con Kosta Perovic. El gallego continúa imponiéndose en la pintura con cierta facilidad. Con la misma con la que este Barça resuelve sus partidos en este inicio de curso.


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