Cuanto más difícil es el rival más rinde este Barça, que realizó una excelente gira por Estados Unidos y ha empequeñecido por completo al Panathinaikos en los dos partidos de la Euroliga. Dos exhibiciones que le reportan un prestigio que aún no se ha ganado en la Liga ACB, donde no aún no ha completado una actuación tan generosa como la de Atenas (76-87).OAKA, una de las pistas más complicadas de Europa, los En el azulgrana aparcaron su anarquismo habitual y reiteraron su candidatura al título con el grupo como piedra angular. Esta vez el acierto del Barça en triples (13/30) fue una virtud más, pero no el principal reclamo. Demostró por qué es la segunda mejor defensa de la Euroliga (sólo recibe 65’28 puntos por partido), fue contundente en el rebote ofensivo (diez) y repartió hasta 23 asistencias por sólo 12 de un Panathinaikos en el que sólo destacaron Mike Batiste (21 puntos) y en menor medida Spanoulis (13) y Nicholas (11). En el Barça, que comparte el liderato del grupo B con el Montespaschi Siena, los mejores volvieron a ser David Andersen, con 22 puntos (9 de 11 en tiros de campo) y nueve rebotes, y Gianluca Basile (16, 4 de 9 en triples).
La prensa griega exigía venganza por lo sucedido en el Palau (90-66) y Zeljko ObradovicBarcelona había sido el peor de la temporada. reconocía, visiblemente molesto, que el partido en Periodistas y técnico sabían que ganar al Barça significaba volver a recuperar el crédito perdido, pero prácticamente no llegaron a tener esa ilusión porque el conjunto azulgrana fue superior desde el primer instante y sólo fue por debajo con el 1-0 inicial, tras un tiro libre anotado por Tsartsaris. Segundos después Basile anotó el primer triple de los seis que anotó su equipo en el primer cuarto (6 de 11). El Panathinaikos defendía a medias. Cortaba con corrección a los pívots, pero daba todo tipo de facilidades a los exteriores del Barça para que lanzasen sin oposición.
Manual convincente y efectivo
El manual del conjunto azulgrana era convincente y efectivo. De principio a fin. Sobresalía Víctor Sada, que en su segundo partido tras la lesión salió en el quinteto inicial y dio velocidad y seguridad al equipo, además de anular por completo a Diamantidis. Con continuidad Sada puede ser el jugador rápido y desequilibrante de Girona. Xavi Pascual tuvo que sustituirlo tras un error de Juan Carlos Navarro, que le pasó una piedra. SpanoulisSada se vio obligado a cometer la segunda personal. Su recambio fue Jaka Lakovic, muy pitado por la afición griega por su pasado en el capturó el rebote y Panathinaikos y con quien el Barça siguió explotando sus recursos. Difícilmente podía jugar mejor tanto desde fuera como dentro. El propio esloveno y Navarro anotaron dos triples (12-22 a los 8’45’’). Fran VázquezErsan Ilyasova recibían en centro de la zona solos: mérito de los bases, y desmérito total de la defensa del Panathinaikos, en el que sólo Sarunas Jasikevicius estaba a la altura (siete puntos en el primer cuarto, pero sólo dos después).
Andersen era el principal beneficiado del clásico pick and roll. El australiano disponía de situaciones factibles, pero ponía el punto extra personal: un reverso depurado, una mecánica de tiro excelente y una agilidad impropia de un cinco. Así que el Barça, liderado por los puntos de Andersen (12 en el segundo período) y el tercer triple de Basile, alcanzó su máxima ventaja en el partido (24-44 a los 16’40’’). Si el Panathinaikos redujo la distancia al descanso (33-49) fue por las individualidad de Drew Nicholas (dos triples consecutivos) y los seis puntos seguidos de Spanoulis, uno de los mejores jugadores al contraataque con diferencia. Tiene una facilidad asombrosa para encadenar dos o tres canastas sin apenas esfuerzo.
Los hombres altos
Continuó el Barça en la segunda parte concentrado y desconcertando a su rival, que sólo lograba sumar en acciones de sus hombres altos. Mike Batiste hizo cuando quiso en la pintura. Si en la primera parte sólo anotó tres puntos, en los últimos dos cuartos sumó 18 con suma autoridad y contundencia. A Pekovic simplemente le bastaba estar bien colocado. El pívot croata anotó siete puntos, pero, mermado por un esguince de tobillo, jugó once minutos. En los visitantes por fin Navarro estaba acertado: anotó dos de los cuatro triples de su equipo en el tercer período (53-68, minuto 30).
Dos contraataques de Roger Grimau posibilitaron que el Barça igualase su mayor renta (53-73 a 8’32’’ del final). Sólo entonces reaccionó el Panathinaikos, que con Batiste como principal valedor, se acercó a ocho puntos (71-79 a 3’37’’) tras un parcial de 18-6 y un triple de Tsartsaris. ¿Volvería a repetirse el lamentable epílogo de Siena? Basile se encargó de que no fuese posible y sentenció un encuentro redondo para su equipo en uno de los mejores escenarios. El Barça tuvo una actuación generosa en Atenas.
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