miércoles, 17 de diciembre de 2008

Lo complejo hecho sencillo

Grimau recupera un balón ante Eze y Domercant -EFE.



Hacer sencillo lo complejo es una aspiración de siempre del ser humano. Una victoria contundente ante un rival excelente reafirma a los grandes equipos, especialmente a los que llevan años intentando volver a rememorar los éxitos de un pasado que les dio el buen nombre que tienen ahora. El Barça está en esa tesitura: por presupuesto y plantilla es claro aspirante a ganar la Euroliga. Una responsabilidad que ha justificado con tres exhibiciones ante otros dos favoritos: deshizo al Panathinaikos tanto en el Palau como en Atenas, y transformó al Montepaschi de Siena (87-61), actual campeón de la Lega, en una birria desde el primer cuarto (25-3). El conjunto azulgrana, en el que cinco jugadores sumaron al menos diez puntos, se convierte en el líder en solitario del grupo B con un triunfo más y el básket average a favor con los italianos (71-61 en Siena). Juan Carlos Navarro fue el anotador del Barça y del partido con 17 puntos. En los visitantes, poco que decir. Sus porcentajes (14 de 37 en tiros de dos y 6 de 20 en triples) hablan por sí mismos. Rimantas Kaukenas, el jugador franquicia de Montepaschi, reflejó la tremenda inferioridad (ocho puntos con 4 de 12 en tiros de campo).


Si había un jugador desorientado en las últimas semanas en el Barça (Andre Barrett aparte) ése no era otro que Daniel Santiago, frustrado por el criterio arbitral y por su escaso protagonismo. Una cosa llevaba a la otra: las faltas personales no le permitían estar demasiado tiempo en la pista. Ante el Montepaschi el pívot puertorriqueño (14 puntos y cuatro rebotes) olvidó los precedentes y anotó los seis primeros puntos de un partido que el Barça ganaba 15-0 a los siete minutos ante un rival perjudicaba por el egocentrismo de Ksistof Lavrinovic, que insistía una y otra vez en jugárselo todo. La reiteración le valió para anotar un triple, los únicos tres puntos de su equipo en el primer período (25-3). El grupo italiano estuvo a punto de igualar el peor balance de un equipo en un cuarto en la historia de la Euroliga, que data de un Effes Pilsen-Bennetton de 2005 (dos puntos).


Los tiros libres


Muy inferior en la pintura e inexistente en el perímetro (2 de 11 en triples al descanso), al Montepaschi sólo se le daba bien forzar y anotar tiros libres. Desde la línea de personal logró diez de sus 21 puntos en el segundo período. Incomprensiblemente Simone Pianigiani sólo utilizó a seis jugadores en la primera parte, un grave error por el bajo rendimiento de Kaukenas o Henry Domercant, casi testimoniales. El Barça impedía que su rival circulase con la velocidad la pelota y se fue a los vestuarios con una ventaja casi definitiva (44-24).


Volvió el Barça a la pista con exacta intensidad y similar efectividad. Navarro encadenó diez puntos consecutivos y los menos habituales se lucieron. Barrett se marcó un par de canastas inverosímiles, anotando cayéndose desde el suelo y fintando con facilidad a Terrell McIntyre, el base que realmente quería el Barça en verano. El partido también era un bálsamo para Jordi Trias, que con siete puntos y cuatro rebotes volvió a demostrar que no necesita jugar demasiado para rendir a buen nivel.


El ex azulgrana Romain Sato (1/7 en tiros de campo) protestaba cualquier decisión de los árbitros. Los suplentes miraban hacia el suelo: era una humillación inesperada. La diferencia ascendió a los 34 puntos (77-43 a 7’28’’ tras un triple de Gianluca Basile, 13 puntos con un 3 de 3 desde más allá de 6’25). Los triples del ex ACB Marco Carraretto sirvieron para reducir la distancia hasta los 26 finales. Al Barça le espera el sábado su rival histórico, el Real Madrid, que contra pronóstico al CSKA en Moscú y se clasificó para el Top 16.


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