La reacción final no basta para ganar a un Tau compacto (70-74)

Barrett intenta lanzar ante el ex azulgrana Ilievski -EFE.

Tiene el Barça el defecto de desmoronarse con facilidad, pero también dispone de la virtud de recuperarse de forma tremenda. Esa discontinuidad le ha permitido ganar partidos como el anterior en Bilbao, pero no le bastó para superar a un rival tan compacto y completo como el Tau. Salvo en los instantes iniciales, el actual campeón de Liga ACB fue superior (a pesar de su inferioridad en rebotes, 25 por 36) y si el Barça casi remontó 16 puntos de desventaja fue por su mejoría en defensa y la aportación de Juan Carlos Navarro (19 puntos, pero 6 de 17 en tiros de campo) y de Gianluca Basile (12 puntos). El italiano, con tres triples consecutivos en los últimos cuatro minutos, estuvo a punto de liderar a su equipo hacia una victoria impensable hasta entonces. Pero el conjunto azulgrana no supo seleccionar bien las siguientes jugadas y Tiago Splitter sentenció con dos tiros libres (70-74). El Tau, liderado por Sergi Vidal (18 puntos), refuerza liderato con tres victorias de ventaja sobre el conjunto azulgrana, que ve frenada su racha de nueve triunfos consecutivos entre Liga y Euroliga.

Ni unos ni otros empezaron bien. Muy por debajo de sus posibilidades, Tau y Barça compartían la virtud de defender bien y atacar con tanta pasión como desorden: si Pete Mickeal cometía campo atrás, Navarro respondía repartiendo una asistencia (o una piedra, vamos) a Daniel Santiago. El único capaz de desmarcarse del caos generalizado parecía ser Ersan Ilyasova, que anotó los cinco primeros puntos de su equipo. El conjunto azulgrana tendría su mayor ventaja tras un contraataque de Navarro (7-2 a los 4m10s).

"Perdimos la confianza"

El valor añadido de los grandes equipos es que los menos habituales puedan suplir las carencias puntuales de los titulares. “En este grupo no fallan nunca dos jugadores por posición”, explicaba San Emeterio. Es cierto: el día que Rakocevic hizo su peor partido del curso Vidal completó su encuentro más completo con 18. Eterno suplente del equipo, el escolta catalán suplió al serbio en el primer cuarto y anotó cinco puntos sin fallo. El grupo de Ivanovic sabía cómo generarse situaciones de triple muy cómodas, sin más obstáculo que la propia puntería. Y desde más allá de 6’25 empató a 12 y se puso por delante por primera vez (12-15 a los 7m40s) con un parcial de 0-11 resuelto con tres triples seguidos. “Fue entonces cuando nos pusimos nerviosos y perdimos confianza y demasiadas pelotas (14 en la primera parte)”, explicó el técnico azulgrana Xavi Pascual.

Con Barrett como intento de base (es inexplicable que jugase casi 16 minutos, basta ver cómo bota el balón), el Barça jugó un básket pobre e inocente ante un rival que disponía de muchas ayudas en defensa y que no desaprovechaba los errores para salir en transición. Es algo que hace a la perfección tenga los jugadores que tenga. Lo hacían bien Travis Hansen o Arvydas Macijauskas, y San Emeterio y Vidal continúan con la tradición. San Emeterio, un recambio de lujo, anotó sus 10 puntos al contraataque, cinco penetraciones similares tras una pérdida absurda del Barça. Vidal sumaría siete más en este cuarto, también en transiciones rápidas. Al catalán se le da bien jugar en Barcelona esta temporada. En el Olímpic de Badalona también destacó con 12 puntos, que hasta ahora era mejor anotación. Vlado Ilievski volvió al Palau con una buena actuación: al nuevo base del Tau no le costará demasiado superar la actuación que ha ofrecido hasta ahora Mustafa Shakur.

El liderazgo de Navarro

El marcador era totalmente fiel a la diferencia de propuestas y recursos de ambos equipos: 31-44 al descanso y 36-52, máxima diferencia del Tau a los 23m08s, tras los primeros puntos de Tiago Splitter. Navarro fue el máximo responsable que el partido no quedase sentenciado. La Bomba anotó seis puntos en el segundo cuarto y lideró la reacción de su equipo con siete en el tercero (52-61 a los 29m15s). Mejorado en defensa y más concentrado (sólo perdería ocho pelotas en la segunda parte), el Barça se impulsó en su jugador franquicia (al menos por currículum), en la dirección de Víctor Sada y en la polivalencia de Lubos Barton para reaccionar.

El resto lo hizo Basile. Cuando Navarro se tocó el muslo y dijo que no continuar Pascual hizo entrar al escolta italiano, que apenas había jugado ocho minutos hasta entonces. Quedaban 7m45s y el conjunto de Dusko Ivanovic había vuelto a distanciarse con una jugada de pícaro (otra más) de Pablo Prigioni y un triple de Vidal (54-66). Un minuto después Basile ya había anotado su primer triple y a 1m41s del final había logrado el tercero consecutivo (68-70, parcial de 16-6). Pocos jugadores son capaces de hacer estas cosas como él.

El Barça no supo completar la remontada. No lo hizo porque acabó seleccionando muy mal sus ataques. Primero no aprovechó que Prigioni fallase un triple para montar un contraataque porque Barton se despistó y acabó perdiendo el balón ante Mickeal. El MVP de la pasada final de Liga recibió la personal (antideportiva para los árbitros, muy protestados por el Palau) de Sada y no falló los tiros libres (68-72 a 1m12s). Y el conjunto azulgrana, incapaz de resolver los dos (o tres) contra uno, buscó el tiro desde lejos antes que la penetración. Tras dos lanzamientos de tres francamente malos fue David Andersen (11 puntos y seis rebotes) quien logró por fin anotar (70-72 a 41s). Serían los últimos puntos del Barça, ya que el propio australiano cometió personal a Splitter y éste prácticamente sentenció desde la línea de personal a 25s. Basile intentaría después un par de triples muy forzados. Recuperarle 16 puntos al Tau, el mejor equipo que ha pasado por el Palau en los últimos meses, es prácticamente utópico.