domingo, 3 de noviembre de 2013

El juego de Vettel

El piloto de Red Bull iguala en Abu Dabi la marca de siete victorias consecutivas de Schumacher y solo tiene por delante a Ascari, con nueve 




- Pero Ciccio, ¿por qué eres tan distante con tus hijos?
- Prefiero tratarlos con dureza. No quiero que me quieran demasiado. Así sufrirán menos cuando me mate.

Así le justificaba Alberto Ascari a Enzo Ferrari su comportamiento. Él había perdido a su padre a los site años, cuando Antonio, de 36, murió en el GP del ACF (Monthléry, Francia) en 1925. Quedaba un cuarto de siglo para que se fundase el Mundial de Fórmula 1, que
ganaría en 1952 y 1953 Alberto, un tipo peculiar que huía de los gatos negros encadenó en ese período hasta nueve carreras consecutivas. Nadie ha conseguido igualar a Ciccio, que perdió la vida a los 36 años como su padre y después de presentarse en Monza para probar, con traje, corbata y con el casco de su compañero, el nuevo Ferrari Sport. Cuatro días antes se había salvado de un tremendo accidente en Mónaco en el que casi no se hizo ni un rasguño. Michael Schumacher se retiró dos veces con el segundo mejor registro de la historia en esa faceta: siete victorias consecutivas, una cifra que su compatriota Sebastian Vettel le igualó con su primer puesto en Abu Dabi, en el escenario de su primera corona mundial y el día que Red Bull festejó su 100º podio. Vettel sumó, además, la 11ª victoria del curso y aspira a igualar el récord de 13 en un mismo año de Schumacher (2004). Mark Webber fue segundo -es el tercer doblete del año para la escudería de la bebida energética- y Nico Rosgerg, tercero.  Fernando Alonso remontó desde la décima plaza hasta el quinto puesto.   

Asegurado su cuarto título en India, Vettel no bajó el listón en el circuito de Yas Marina y se llevó un triunfo plácido, el 37º de su carrera, tras superar a Webber en la salida y prolongar la tradición de la prueba, pues en cuatro de las cinco veces que se ha disputado sólo él, en 2010, ganó la carrera con la pole. En 2009 y 2012 Hamilton tuvo que abandonar por problemas de frenos y la bomba de combustible. Y en 2011 había sido el propio Vettel el perjudicado por un pinchazo. Esta vez el alemán sonrió hasta sumar su tercera victoria en Abu Dabi: "Hemos estado volando. He sentido que había una distancia enorme gracias al equipo y a Renault, nuestros éxitos se deben a ellos". Fue una victoria muy especial para él, pues sus padres fueron a verle: "He pasado mucho tiempo con ellos cuando era un niño. Ahora los juguetes son más grandes". 

La carrera fue un juego de niños para Vettel y un reto para Alonso, que avanzó hasta tres posiciones en la salida hasta colocarse séptimo por delante de Massa. Muy combativo, Felipinho recuperó la plaza y la batalla se alargó hasta que el brasileño realizó su segunda parada. Cuando  le emuló Alonso salió tan justo del pit lane que tuvo que poner sus cuatro ruedas fuera de la pista para adelantar a Vergne y dejar detrás a Massa, finalmente octavo en su antepenúltima carrera con Ferrari, que superó el récord de McLaren para encadenar 65 carreras con al menos uno de sus dos pilotos puntuando. Poco consuelo para Alonso, que nunca tuvo opción ni siquiera de acercarse a Grosjean, el piloto revelación del curso y cuarto en Abu Dabi el día que Raikkonen, que partía último, tuvo que retirarse tras un choque con un  Caterham en la salida. En otra exhibición de Vettel, al que Webber retó: "Intentaré luchar con Sebastian en las próximas carreras para irme con un buen sabor de boca de la Fórmula 1".  

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