jueves, 12 de junio de 2014

Una chaqueta como pañuelo protesta

El Valencia Basket fuerza el quinto partido en la Fonteta tras ridiculizar al Barça  


Van Rossom penetra ante Papanikolaou - Foto: ACB Photo / M.A. Polo. 

Puede que no tuviese un pañuelo a mano o que le pareciese poco contundente para mostrar su enfado. El caso es el que el aficionado, al que captaron las cámaras de Teledeporte, agitó con fuerza la chaqueta, harto como estaba de lo que le había visto hacer, o mejor dicho, de lo que no había hecho su Barça. "Hoy se ha visto una caricatura de equipo", resolvió Xavi Pascual, tan tieso como su equipo y que durante un buen rato solo miró hacia Navarro como solución del drama en la pista. El técnico tardó en salir a la rueda de prensa,
pues estuvo un buen rato reunido con una plantilla perdida desde el séptimo minuto tras un canasta que entró de chiripa de Lampe. Los azulgrana siempre fueron arrollados (25-37 al descanso) por un Valencia Basket que "nunca baja los brazos". Las comillas son un de Van Rossom (17 puntos) tan incontenible como su equipo, que no se fija en su inferioridad de banquillo ni en sus lesionados, sino que se parte el pecho suceda lo que suceda en la pista. No bajaron el pistón los visitantes pese a llegar a acumular hasta 23 puntos de ventaja en el primer y en el segundo minuto del último período y acabaron ganando por 63-81 para forzar el quinto partido en la Fonteta y jugarse el acceso a la final de la Liga ACB. El Madrid, vencedor por 79-89 en Málaga ante Unicaja, espera rival.    

"¡Menos millones! ¡Más cojones!", gritaban los Dracs, la voz más constante de un Palau avergonzado por la situación y el rendimiento de un Barça colapsado y sin alma que acumuló pésimos porcentajes: 37% de acierto en tiros de dos, 16% en triples y un 27/40 en tiros libres (2/8 Tomic). Poco les sirvió a los azulgrana obtener hasta once personales más un Valencia Basket lastrado por las personales desde el primer aliento y al que nunca le faltó nadie que le diese oxígeno. Casi siempre fue cada uno de sus hombres en pista. 

Sato, todo pundonor y polivalencia 

El mencionado Van Rossom, una locomotora al que observaba impotente Huertas desde el banquillo, pues el brasileño se cargó de faltas rápido. Sato, todo pundonor y polivalencia, acertó con las canastas más fáciles y las más complicadas ante un Barça que empezó la segunda parte con dos pérdidas absurdas y golpeado por Van Rossom y un Pau Ribas suelto y espléndido. Doellman, brillante sin ser tan decisivo como en el tercer encuentro, y Lafayette acabaron por medio sentenciar el partido (41-64 a 9m 51s y 43-66 a 8m 48s). 

Mientras Perasovic se desgallitaba después de ver un tiro que creía mal seleccionado de Ribas, Pascual se ganaba una técnica por sus protestas al árbitro. Entre Pullen, muy aplaudido por el Palau, Abrines y Navarro hicieron un amago de remontada (57-69 a 5m 20s). Un paréntesis en el monólogo de un Valencia Basket repleto de fe y de coraje que juega siempre con la cabeza bien alta. "Esto nos ha confirmado que éste es un equipo con carácter, que nunca se rinde, eso es un paso importante y podemos estar orgullosos", cerró Perasovic.    

BARÇA 63 (16+9+16+22): Huertas (7), Navarro (18), Papanikolaou (9), Lampe (8) y Tomic (2) –quinteto inicial–, Dorsey (2), Sada (1), Abrines (5), Oleson (0), Lorbek (0), Nachbar (2) i Pullen (9). VALENCIA BASKET 81 (20+17+24+20): Ribas (9), Doellman (14), Van Rossom (17), Lishchuk (4) y Lafayette (9) –quinteto inicial–, Triguero (4), Lucic, Rafa Martínez (2) y Larry Abia (0).

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