El líder iguala en Assen la proeza de Agostini de empezar una temporada con ocho triunfos
Márquez festeja su triunfo en Assen - Foto: MotoGP. |
"Mira que estábamos tranquilos en MotoGP y llegas tú a revolucionarlo todo". Le dijo, mitad en broma, mitad en serio, un compañero de parrilla. Seguro que Marc Márquez (Cervera, Lleida, 1993) le regaló una sonrisa. Es su respuesta a los obstáculos que le surgen en la vida y en la pista, y ese día no podía ser más feliz: acababa de lograr su primera victoria en MotoGP en la segunda prueba que disputaba. Además, se convirtió en el más joven de la historia en hacerlo. Durante el curso no se cansó de acumular marcas de
precocidad y se coronó campeón. Casi 15 meses después Márquez cuenta ya con 14 triunfos y se codea con Giacomo Agostini, hasta ahora el único en empezar una temporada con ocho victorias del tirón (1971). Marc igualó ese récord porque es capaz de llevar las circunstancias, vence independientemente de las condiciones meteorológicas, con el asfalto a fuego vivo o mojado, como fue el caso de La Catedral, el circuito de Assen.
Tiene el desparpajo de un niño cuando suena el timbre para ir al patio y le encanta batirse cuerpo a cuerpo con sus rivales. Resulta imposible no dejarse seducir por la actitud de Márquez, un hambre que le hizo intercambiarse varias veces el liderato del GP de Holanda. Era la primera vuelta y parecía la última de la carrera para el 93, inconformista pese a haber ganado las siete carreras anteriores. Dovizioso su afortunado contrincante y acabó segundo, algo que no lograba desde el Brno 2011. Tercero fue Pedrosa, muy regular, y por eso es el segundo mejor del campeonato, junto con Valentino Rossi, quinto en Assen. Ambos tienen 128 puntos, 72 menos que Márquez. Temeroso y desquiciado acabó Jorge Lorenzo, que cambió de moto una vuelta más tarde que el resto de favoritos. No buscó excusas el balear con su 13º lugar, el peor de su carrera en MotoGP: "Hay que aceptar las culpas y ser honesto. La moto ha ido perfecta, pero quizás por la caída que tuve aquí el año pasado o porque no estoy luchando por el campeonato, tenía más miedo que el resto".
Aleix Espargaró, estelar
Sí lo hizo, y mucho, su compañero en Yamaha, Rossi, protagonista de la remontada del día en el escenario de su última victoria. Entonces Il Dottore batió a un Márquez que todavía no era el piloto intratable de ahora. Rossi cambió de moto en el último momento y tuvo que salir en la cola, aunque gracias a su persistencia y habilidad consiguió alcanzar el quinto puesto. Eso sí, nunca pudo opositar por el cuarto de un Aleix Espargaró capaz de partir con la pole y de defender la última plaza del podio ante Pedrosa hasta más allá del ecuador de una carrera que Márquez, eufórico, concluyó cruzando la línea como si estuviese nadando, como si fuese una rana. Después se subió a una plataforma y se puso a juguetear con la cámara. Una ocurrencia simpática que de haberla hecho otros se tomaría de otra manera. Es la ventaja de ser tan carismático.
Marc va a tener una oportunidad de oro para convertirse en una leyenda del motociclismo su superioridad es aplastante
ResponderEliminarA este nivel sólo Márquez puede perder una carrera, ya sea por un error grave, una caída... Está intratable y vence en cualquier circunstancia.
ResponderEliminarUn saludo, Jairo.