¿Y quién para a Jorge Lorenzo?

El mallorquín suma en Montmeló su cuarto triunfo consecutivo tras batir a un Rossi espléndido y una nueva retirada de Márquez 

Lorenzo festeja su victoria en Montmeló. Foto: EFE. 

"A la moto le pido que me quiera como yo a ella. Que tenga potencia cuando la necesite, pero que sea manejable, juguetona, eficaz. Los circuitos tienes pocas rectas y muchas vuelta, así que potencia lo que hace es un buen chasis para poder trazar bien las curvas", resume Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 1987) en Por fuera, el retrato que le escribió Ernest Riveras. Lorenzo vive un idilio con su Yamaha, a la que entiende a la perfección, a la que mima, habla y acaricia. La M1 es, ahora mismo, su media naranja:

le permite ser él mismo, demostrar su pilotaje delicado, aunque tenga que sacrificar algo la frenada para tener un mejor paso por la curva y más aceleración. Lorenzo está de dulce, pues nunca había encadenado cuatro triunfos consecutivas y, de nuevo, dominó de principio a fin, por más que Valentino Rossi le acosase en las últimas vueltas y acabase a poco más de ocho décimas. "Le saco un punto de diferencia y ambos tenemos la misma velocidad. Veremos qué sucede en las próximas carreras", valoró Il Dottore, otro que se lleva de maravilla con su moto. Justo lo contrario le pasa a Marc Márquez, peleado con su Honda y que se retiró por tercera vez en siete pruebas: "Lo que ha pasado es que las ganas de estar en casa, he intentado hacer el 100% y cuando no estás listo para estar delante pasan estas cosas. Iba al límite siguiendo a Jorge pero con esta moto hay que tener mucho cuidado, puede suceder cualquier cosa".   

"Siendo realistas, todavía no puedo con Lorenzo", había reconocido Márquez tras la clasificación. El piloto de Honda había quedado justo por detrás de Lorenzo, tercero. El mallorquín pasó primero por la primera curva tras superar a las Suzuki de Aleix Espargaró y de Maverick Viñales, y quiso escaparse. Márquez mantuvo las distancias, forzó y en la décima curva de la tercera vuelta se coló y tuvo que abandonar: ya está a 69 puntos de Rossi. Il Dottore protagonizó su enésima remontada: partió séptimo y rodaba cuarto en la segunda vuelta y se colocó segundo tras el error de Márquez. Poco a poco fue acercándose a Lorenzo, pero no lo suficiente. Rossi le tocaría la pierna cariñosamente a su compañero en la vuelta de honor. 

Pedrosa: "He luchado"

Lorenzo estaba desatado. Esta vez, por el aliento de Rossi, no le dio tiempo de saludar a la grada en la última vuelta, pero no escatimó en festejos. Lorenzo se subió a su M1 y se quedó como una estatua. Ahora parece que congele el tiempo. No olvidará cómo clavó la bandera Lorenzo's Land con su martillo ni el detalle de su equipo de hacerle un cartel con un póker de cartas con la silueta del trazado de los circuitos en los que acaba de ganar (Jerez, Le Mans, Mugello y Barcelona-Catalunya). Ni tampoco cuánto sufrió: "Hacía muchísima calor. Ha sido muy difícil pilotar. Se me cerraba la dirección y se me movía la moto". Muy satisfecho estaba también Dani Pedrosa, con su primer podio de la temporada (a 18 segundos de Lorenzo) tras su operación: "He sufrido, he luchado y he tenido un buen resultado en casa". Le beneficiaron los abandonos de Márquez y de Dovizioso.