Itziar Germán: "Ser la capitana de Conquero es un orgullo"

Cronómetro de Récords entrevista a la alero valenciana del campeón de Copa 

Itziar Germán, con la réplica de la Copa. Foto: Toni Delgado. 

"Calma, calma", parece decirle con las manos la capitana Itziar Germán (Valencia, 1986) a sus compañeras antes de que le entreguen la Copa de la Reina. Su primer gran título y de CB Conquero. Criada en las categorías inferiores del Ros Casares, la capitana vuelve a hablar con Cronómetro de Récords: "Venga, dos besos. Hoy voy a besar a todo el mundo. Soy muy feliz".

Toni Delgado / San Sebastián 

—No hay persona más feliz en este momento en el Gasca que Itziar Germán. Acabas de reclamarle la red a Luci Pascua, pero no te la ha dejado [al final la pívot catalana lo hace para que hagamos la foto para esta entrevista]. 

No me la ha dejado. Luci es más grande. No me voy a pelear con ella porque si no salgo perdiendo seguro. Soy incapaz de describir esto. Estoy súper nerviosa, llena de felicidad... No sé cómo estoy. 

—Hablamos el año pasado en la Copa de Torrejón de Ardoz y te escuché el otro día en La Hora de Lok@s. Desconozco si las capitanas tienen un tono, pero si es así, es el tuyo. 

Que me digas eso es un honor para mí y...

—Transmites calma. 

¡Me voy a poner a llorar otra vez! Ser la capitana de este equipo es un orgullo para mí. 

—Habéis pasado por muchos problemas económicos. Como me decía ayer Rosó Buch, eso os ha hecho uniros todavía más. 

Sí, nos hemos hecho más fuertes, más grandes. Y nuestra afición  nunca falla. A pesar de cómo está el país, han venido a apoyarnos. 

—Una de las pocas jugadoras que fue al entrenamiento cuando teníais pendiente mensualidades fuiste tú. 

A mí, por muy mal que estén las cosas, si me quitas el baloncesto... Se lo dije a mis compañeras y me respetaron. Sin los entrenamientos una situación dura se me hace todavía más difícil.   

—¿Qué es para ti el baloncesto?

Mi vida, por lo que vivo y muero, y algo que me gustaría disfrutar muchos años más.  

—¿Te harás otro tatuaje con la Copa?

No lo tenía pensado porque no creíamos que fuese posible llevarnos el trofeo. Hice una promesa un tanto loca si ganábamos la Copa con un medio de comunicación y me acaban de recordar el compromiso. Así que el tatuaje a lo mejor surge... 

—¿La promesa era un tatuaje entonces?

No, era otra cosa que ya veréis si la llevan a cabo. No es nada de raparme el pelo. Mi pelo no me lo toca nadie. ¡Ya lo veréis! ¡Ya lo veréis! 

—¿Qué les has dicho ahora a tus compañeras?

Yo creo que con gritar y saltar entre todas ya era suficiente. Les he dado las gracias, una a una, por hacer este sueño realidad. A todas les he dicho que son gigantes, enormes y que esto no hubiese sido posible si no estuvieran ellas. 

—Es tu primer gran título. ¿Qué cosas se te pasan por la cabeza, tus inicios...?

Un montón de cosas. Me acuerdo de la gente que más quiero y que ya no está aquí [empieza a llorar]. 

—Así es la vida. Por ellos y por su recuerdo hay que luchar. 

Sí. ¡Ay, qué llorona soy, madre! ¡Qué llorona soy!

—¿Cuáles crees que han sido las claves para ganar la final? La semifinal ante Donosti Basket se acabó cuando se rompió Bravard. 

Ha sido creer en nosotras, en cada una de las compañeras, y ser fuertes. 

—Háblame un poco de Elonu, la MVP. "Thank you! Thank you!", le decía Peters. 

Yo se lo he dicho a ella: es una gran persona y jugadora. Hay poca gente como ella.