Lucía Pablos: “Es muy importante que la cantera se involucre con el primer equipo y que nosotras respondamos igual”

Cronómetro de Récords entrevista a la base del Barça CBS 

Lucía Pablos, tras el partido. Foto: Toni Delgado.

“¿Será muy larga la entrevista? Es que me están esperando…”, pregunta Lucía Pablos (León, 1985). Sale muy seria de uno de los vestuarios del Palau Municipal d’esports Juan Carlos Navarro. Enfadada directamente por la derrota por 68-71 del Barça CBS ante el Celta Baloncesto tras encajar un parcial de 0-12 en los últimos dos minutos. Se relaja tras algunas preguntas vintage de Cronómetro de Récords, mientras el júnior preferente se enfrenta al CEJ L’Hospitalet.

Toni Delgado / Sant Feliu de Llobregat

—No parecías muy de acuerdo con la antideportiva que te han pitado al final.  

Para mí no era. Desconozco si con las nuevas normas roza el límite o no. Aunque antes de esa falta me hacen una a mí. El partido se nos ha ido un poco de las manos en los últimos cuatro minutos, en los que no hemos atacado bien y les hemos dado muchas segundas oportunidades en ataque. 

—¿Te sientes con más responsabilidad que otros años? ¿Más base? Repartes más asistencias (3,11) que nunca en Liga Femenina 1 y 2.

No me siento más base ni tampoco creo que tenga más responsabilidades que el año pasado, hace dos o cuando jugaba en el Club Baloncesto Aros. La responsabilidad depende de la que te pongas tú y la confianza que tengan tus compañeras.  

—Tienes muy equilibrado el balance de recuperaciones y pérdidas (1,3 por 1,4).  

Quizás este año arriesgo menos o selecciono mejor mis tiros e intento hacer jugar más al equipo que otras temporadas. No sabría decirte. 

—En las fotografías de la FEB hasta seis jugadoras [Regina Aguilar, Anna Boleda, Teresa Cabanillas, Lara Fernández, Mónica Lázaro y ella] lleváis el dorsal 33. ¿Faltaban camisetas ese día?

Sí. Era un día de entrenamiento y nadie traía la camiseta… Creo que ésa era una que estaba por aquí y nos la pusimos todas.  Somos el 33 [es el de Teresa Cabanillas].

—Hace muchos años LuisJa [Luis Javier Benito] te hizo un test en su primer blog. Entre otras cosas le confesaste que Batman era tu superhéroe favorito. ¿Por qué? ¿Porque no tiene superpoderes, pero hace muchas cosas?

Puede ser, puede ser. De eso hace mucho… ¡No me acordaba! Sin superpoderes acaba salvando a la gente.

—También decías entonces que te disfrazarías de Olivia Newton John. ¿Lo acabaste haciendo?

¡Lo cumplí! Tuvo una gran aceptación esa noche.

—Le comentaste a LuisJa que tu peor defecto era la impaciencia y que te encantaba bucear. ¿El buceo te ha ayudado a ser más paciente?

No, soy igual de impaciente. El buceo no me ha curado eso.  Cuando estás debajo del agua, todo se para, te relajas y los tiempos son otros, aunque en el día a día soy muy impaciente.

—En el baloncesto femenino no es muy habitual que le retiren el dorsal a una jugadora. En el Club Baloncesto Aros lo hicieron con el 9 que llevaste.  

Me siento muy orgullosa y agradecida porque Moses siempre dice que he dado mucho al club y que siempre he estado ahí. El Aros me ha dado el doble de lo que le he podido aportar. Me refiero a los valores, las oportunidades deportivas, la educación en una pista… Aspectos que se trasladan a la persona que eres fuera del parqué. Me fui a Estados Unidos y volví al Aros. Siempre he vuelto. Soy fiel a mis orígenes.

—¿Te costó mucho irte a jugar y estudiar a Boston?

La verdad es que no. Cuando era cadete fui a un campus a Estados Unidos y me empezaron a llegar cartas para ver si quería ir allí a estudiar la carrera. Cuando acabé el Bachillerato, hice el examen y tenía claro que me iría si me cogían. Ahora muchas jugadoras hacen las Américas, pero entonces no era habitual. Te daba más miedo porque apenas habían probado la experiencia Elisa Aguilar o Anna Montañana. No sabías qué te podías encontrar allí. Me enriqueció como persona y me hizo mejorar como jugadora. Maduré mucho. Repetiría la experiencia mil veces y la recomendaría.

—¿Elisa Aguilar sigue siendo tu ídolo?

Sí. Siempre me gustó su manera de jugar, dirigir y pensar en la pista. Además, la conozco personalmente.  

—¿Dejaste el piano por impaciencia?

No, por falta de tiempo. Y escogí el baloncesto.

—En este pabellón, el Juan Carlos Navarro, subisteis a finales de mayo a Liga Femenina 2.

Un ascenso es equiparable con pocas cosas. La cancha estaba llena y el equipo era una piña. Cualquier cosa que se nos pusiera por delante el año pasado estaba en nuestras manos. Trabajamos muy duro para lograr esa recompensa.  

—En la grada había hoy muchas jugadoras de las categorías inferiores animando. Es algo que todos los clubes deberían cuidar.  

Es muy importante que la cantera se involucre con nosotras y que nosotras respondamos igual. No te digo que nos vean como referentes, porque somos personas y jugadoras como ellas, pero sí que aspiren a ocupar nuestro lugar. Que tengan objetivos ambiciosos.  

—¿Ha dado el Barça un paso adelante este año en vuestro apoyo?

En cuanto a salario quizás no, aunque las condiciones en los desplazamientos son inmejorables: viajamos en avión, los hoteles están muy bien… No tenemos quejas en ese sentido.