Amaya Gastaminza: “En Gernika cada vez estamos jugando más en equipo”

Cronómetro de Récords entrevista a la ala-pívot pamplonica 

Amaya Gastaminza en el Marina Besòs. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords. 

Toni Delgado / Sant Adrià de Besòs

Amaya Gastaminza (Pamplona, 1991) parece risueña y espontánea. Mueve los brazos como si abriese una regalo y suelta: “Madre mía, te estoy explicando aquí mi vida… Me esperaba un par de preguntas sobre el partido”. Nos reímos. La ala- pívot del Gernika tiene vendado el hombro, “un sustillo. He notado un pequeño ¡crack! Ya está en su sitio y no me duele. Estaba preparada para volver a jugar si era necesario”. No ha tenido que forzar Amaya Gastaminza, pues su equipo ha sido muy superior al Bàsquet

Femení Sant Adrià (52-68), sobre todo en el rebote (40 por 21) y en el porcentaje en tiros de dos (57,1 por 34,2%).   

—Habéis demostrado mucho carácter, inteligencia y sangre fría. Marina Bas, por ejemplo, se ha cargado rápido con tres personales en el primer cuarto y no ha salido hasta el último, en el que ha sentenciado el partido con cinco puntos seguidos.  

Es así. Cada vez estamos jugando más en equipo. Una prueba más es que hayamos minimizado la ausencia de una jugadora tan importante y con tanta presencia en pista como Marina Bas. Hemos realizado un gran partido y estamos muy contentas de nuestro crecimiento.

—¿Os faltó madurez para clasificaros para la Copa de la Reina?

Puede ser. Nos ha costado arrancar, aunque estamos en una buena dinámica y ése debe ser nuestro camino. Sabíamos que Bàsquet Femení Sant Adrià es un grupo muy intenso que hace las cosas muy bien y hemos venido muy concienciadas.

—Te lesionaste en pretemporada [luxación rotuliana de la rodilla derecha].

Fue difícil al principio encajar en un equipo ya formado, aunque tampoco ha sido para tanto. Estoy sintiéndome bien en la pista.

—¿Sabes quién es Sebastián El Loco Abreu?

¿Quién?  

—Es un futbolista uruguayo de 41 años que jugó, entre otros en la Real Sociedad y el Dépor. Acaba de fichar por el Audax italiano… ¡Su 26º equipo! Tú, en los últimos, acumulas diez. Once si contamos al Cadí La Seu, con el que rescindiste el contrato de mutuo acuerdo antes de empezar la temporada 2014-2015.

¿En tantos equipos he jugado? ¡Jo!

·        —Desde que saliste del Segle XXI no has repetido [Oregon State University, de la NCAA, Perfumerías Avenida, Hondarribia Irún, CB Ciudad de Burgos, CB Conquero, CB Islas Canarias, Peñarol de Mar del Plata, CD Promete, CD Zamarat y Gernika].

·        No llevaba la cuenta.

—¿Te gusta mucho cambiar? ¿No has encajado en los sitios?

No hay una razón concreta. Simplemente las situaciones me han llevado a estar cada año en un sitio diferente. Ya está.

—¿Empezar de cero te ayuda a crecer más?

Te obliga a adaptarte a grupos nuevos. Tiene cierta dificultad, aunque quizás te facilita a ser más camaleónica. Supongo que me ha aportado aspectos buenos y otros que no lo son tanto.  

—¿Por qué fichaste por Gernika?

Desde fuera veía que el club iba creciendo desde su humildad. Gernika ha ido dando pasitos muy sólidos y es un equipo muy competitivo.  

—¿No clasificaros para la Copa fue una decepción? ¿Una frustración? ¿Un fracaso?

Era nuestro primer objetivo en la Liga y estuvimos muy cerca de conseguirlo. Sí, fue una decepción, aunque es algo que ya hemos dejado atrás. Ahora tenemos la vista puesta en disputar las eliminatorias por el título.   

—Con 14 años te fuiste de casa para formarte en el Segle XXI.

No lo dudé, lo tenía muy claro, pese a mi juventud. Esa decisión me ha llevado hasta aquí.

—En tu último año en la Blume coincidiste con Queralt Casas, Vega Gimeno, Clara Solé, Laura Gil o Cristina López. ¿Cómo era ese grupo?

¡Muy unido! Siempre digo que del Segle XXI me llevé una familia para toda la familia. Cada una, claro, hemos trazado nuestro camino, pero seguimos en contacto.  

—Ramon Jordana, exdirector del centro, suele decir que allí os enseñan unos valores que no se os olvidan en la vida. Él era muy duro.

Es disciplina. Eres muy pequeña y Mike se hacía cargo de ti, se convertía casi en tu padre. Quienes hemos pasado por el Segle XXI hemos madurado a pasos agigantados.

—En tu colegio, el CD San Cernin te entregaron la insignia de oro y brillantes tras ganar la Euroliga, la Liga y la Supercopa.  

¡Ese año fue muy grande! El otro día lo había con alguien… En ese momento quizás no era consciente del todo de lo que estaba viviendo. Venía de ganar europeos con grupos muy competitivos. Me había ido todo muy rodado. Tenía 20 años y acababa de aterrizar en la Liga. Con el tiempo he valorado mucho más esas experiencias. ¡Fiché por Perfumerías Avenida y gané la Euroliga! Claro, te decías “¡qué guay!”, aunque no eras consciente de la dimensión de la competición. Las compañeras más veteranas nos lo decían a Laura Gil y a mí: “No sabéis qué es esto”. Y tenían razón. Tengo un recuerdo increíble de aquellos títulos. Imagínate ganarlos con un Perfumerías Avenida que disfruta de una afición tan entregada como la Marea Azul. Una pasada. Inmejorable.

—Llegaste a Salamanca después de tu paso por la NCAA, en la que una lesión te impidió debutar. En el Perfumerías Avenida, uno de los dos mejores equipos en ese momento. Te dirigió Lucas Mondelo [actual seleccionador y técnico del Dynamo Kursk]. Quien lo conoce bien asegura que sabe decir la frase precisa cuando toca a las jugadoras.  

Nada pasa por casualidad. Lucas Mondelo tiene algo especial y facilita que las jugadoras se sientan cómodas. Sus equipos funcionan y juegan bien.